El verano había avanzado rapidamente, solíamos salir casi todas las tardes al bosque para pasear y "practicar". Se había vuelto algo constante y natural. Y tenía que admitirlo, me estaba gustando mas dd lo que había esperado. Podía durar unos minutos como podría durar horas pero nunca pasaba de eso, solo besos. Aunque tampoco me había preocupado en ir mas allá de eso
- Crees que esta mal lo que hacemos? Me preguntaste entre besos, esa tarde. Abrí lentamente los ojos divertido. - No es un poco tarde para preguntarte eso... Dije de una manera ligeramente burlona. -¿Te gusta que te bese? Pregunté curioso. - Bueno...si. Amitiste algo sonrojado, sonreí. - Entonces si a ti te gusta y a mi me gusta. No puede ser malo ¿o si?
La verdad es que podías ser mayor que yo, pero a veces actuabas de una manera tan inocente... Pero lo entendía, eras una persona tan reservada...Tan opuesta a mi que me gustaba.
- Creo que es tiempo de volver. En un rato va a anochecer y no quiero que la tía...nos vaya a regañar de nuevo.
Había pasado que volvíamos un poco más tarde de lo acordado. Y aunque no furiosa, la tía solía regañarnos.
Al llegar a la casa, como de costumbre entramos por la puerta trasera. Que conducía a la cocina, para así por curiosear lo que harían para la cena.
- Tu tía quiere verte. Me dijo nuestra chef, al verme. Me sorprendí un tanto...ya que si mal no recordaba, no había hecho ninguna travesura últimamente o eso pensaba yo. Mientras me dirigía al despacho de la tía, escuche que irías a tomar una ducha...Y sin poder evitarlo, mi mente trajo unas imágenes de ti bajo la ducha, las cuales me hicieron parar en seco y totalmente sonrojado. Sacudí la cabeza, como podía imaginarme eso...eras mi mejor amigo . Bueno era verdad que había tomado un gran gusto cada vez que te besaba pero...de ahí a imaginarte desnudo.
Volví a frenar mi imaginación, no podía pensar esas cosas y menos ahora que iba a hablar con la tía. Tome una gran respiración, quitando todo pensamiento de mi mente y fui al despacho.
-Al fin llegas, Alex. Dijo la tía mientras llegaba al despacho, no parecía molesta y eso era un buen punto. - ¿ Por qué no tomas asiento? Me sugirió, sin decir nada hice lo que ella me dijo. - ¿Querías verme? Pregunté lo obvio.
- Sí , quería hablar contigo sobre una exposición de artistas jóvenes que se llevara a cabo en unas semanas en el Sur. Quede atónito al escucharla. - ¿ Estas hablando enserio? Pregunte emocionado. - Claro que quiero participar... pero ¿ crees que mis piezas son los suficientemente buenas? ¿ o tendré que hacer unas nuevas? Y ¿ cuando las tengo que mandar? Mi cabeza estaba llena de preguntas, estaba muy emocionado que casi olvido respirar.
- Hey...Tómalo con calma. Me tome la libertad de tomar fotos de tus últimos trabajos y les encantó... Me corto, diciendo eso. - Solo quieren que le des unos retoques a algunas y que enmarquez los bocetos para que no se dañen. Eso lo podemos hacer esta semana, los llevaremos a la ciudad y estarán listos para la exhibición. Pero tienes que terminar la pintura.
- No te preocupes por eso. Respondí emocionado mientras salía del despacho. Estaba encantado, era la primera vez que participaba en una exposición que no fuera local. Es decir, otras personas verían mi trabajo... Estaba demasiado contento
Durante la cena, solo hablaba eso y de como tenía que arreglar los cuadros, que casi no toque la comida. Lo mismo fue al momento de conciliar el sueño...me fue muy difícil, pero termine por caer en los brazos de Morfeo unas horas mas tarde, soñando de como sería la exposición y como eran los otros artistas.
Los siguientes días la pase enfocándome en mejorar y finalizar las pinturas para la exposición. Aunque solía distraerme con tu presencia, pero había finalizado casi la totalidad de los cuadros.
- ¿ Y si tomas un descanso? Preguntaste, me sorprendí un poco que interrumpieras el silencio. - Tienes razón, estaría bueno tomar un descanso. Además estaría bien tomarse una merienda. Me estire y levante del taburete lentamente, alejándome un poco para contemplar el óleo que estaba terminando. - ¿ Qué te parece? Analizaste un poco el cuadro antes de contestar. - Bueno a mi me parece genial, creo que un poco más de contraste en la parte izquierda y ya. Pero yo no se mucho de pintura.
- Tal vez tengas razón. Pero ahora vamos a comer algo. Dicho eso, fuimos a la cocina, la cual estaba inundada del olor a pan recién horneado. - Supongo.que tienen hambre y por eso vinieron.
-Supusiste bien.¿ Que nos propones? Pregunté mientras me sentaba en la mesa de la cocina. - Que les parece pan recién hecho con mantequilla y mermelada. ¿ Qué les parece?
- A mí me parece bien ¿ y a ti Ian ? Pregunté mientras te sentabas a mi lado. - A mi me parece genial. Con jugo de naranja si se puede.
- Claro. Esta recién hecho en la nevera.
- ¡Eres la mejor Marie! Dije mientras me levantaba a buscar el jugo y los vasos para todos. Marie era la ayudante de nuestra chef principal y era muy buena con todo lo que era pastelería o dulces. En un santiamén todo estaba listo en la mesa. - Siéntate con nosotros Marie. Te lo mereces. Le dije amablemente. - ¡Esto esta muy rico! Exclamaste de repente. Reí levemente y probé un bocado, de verdad estaba rico, el pan aun caliente con la mantequilla derritiendose y la mermelada. Todo se volvía una mezcla dulce y salada que me encantaba. - De verdad que esta genial.
Había llegado el día, el equipaje estaba en el carro. La tía Sarah se había encargado de mandar los cuadros finalizados días antes para la exposición y ahora nos tocaba a nosotros partir hacia Perpignan una ciudad al Sur de Francia muy cerca de la frontera Española.
- ¿ Están emocionados por el viaje? Preguntó Sarah mientras estábamos de camino a la Estación de trenes. - Estoy más emocionado por la expo. Que por el viaje en sí. Respondí de manera instantánea. - No he viajado mucho por Francia. Así que me parece muy interesante. Respondiste de una manera educada, como siempre lo hacías. A veces me preguntaba si podías enojarte o al menos contestar mal, si podías dejar esa faceta de niño perfecto y volverte mal críado... Sonreí divertido por ese pensamiento, si eras algo estirado y cerrado pero no eras egocéntrico.
No tardamos en llegar a la estación de trenes, eran poco mas de las diez de la noche y soplaba una suave ventisca de verano. El chofer se encargaba de las valijas mientras mi tía se ocupaba de registrarnos. - Tendremos dos camarotes, uno para ti y para mi. Y uno para mi tía. Es por que viajaremos de noche y así podamos dormir. Comencé a explicarte, pero me detuve al ver una sonrisa burlona. - Alex, se lo que es un camarote y ya he viajado de noche. No tienes porque explicarme todo. Pero quiero la cama de abajo si no te molesta. Sonreí metiendo mis manos en el abrigo. - Claro no tengo problema con eso. Seguimos a nuestra tía y embarcamos en el tren que nos llevaría hasta una nueva aventura de verano.
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Entre artistas
Storie d'amoreUn encuentro casual creará un lazo que si el tiempo ni la distancia lograrán romper. - Yo se que puedes hacer mas... atrévete a crear, a experimentar . -