Capitulo 5

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Obedezco lo que dice, se levanta de su silla y empieza tocarme; primero los hombros,después el cuello, las caricias acompañan con un beso y en ese momento desconecto, empiezo a no sentir nada, ni el golpe en culo, ni siquiera los manoseo de mis pezones. Solo desconecto, es triste... Pero si, prefiero no sentir nada, a que me de arcadas.
Uno de los guardias pica al cuarto
-  É tempo,
me visto rápido, cojo los zapatos, el viejo se levanta y me da 2000€ de billetes de 50.  La verdad es que es el precio más alto que tengo en todos estos años.
Llegamos al restaurante, me espera un señor, en el que me siento en sus regazos. Irina está allí con el jefe, cada bofetada es un grito, en el que cada puñetazo es una amenaza. La pobre chica es nueva, solo lleva dos semanas. Recuerdo la primera vez que llegue aquí, estuve muy asustada, cada noche estaba llorando. Todo fue cuando me fui con mis amigos a una discoteca, todos nos emborrachamos, yo salí a fuera para que me diera el aire y bueno... Todo estaba oscuro, sentí que estaba en un sitio muy pequeño, tan pequeño que no podía mover la cabeza.
- Como fue la señorita.
- bellísima!

ROSAS CAÍDAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora