Capitulo 11

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No sé qué hacer, tengo una bolsa de mano y mi bolso. Solo llevo el pantalón negro sucio, una camisa blanca, y una coleta alta. Camino por las calles cansada, desesperada y aturdida, por el echo de un mafioso italiano me busque, no puedo confiar en nadie, solo de un simple chico en la cual me hace confundí mis sentimientos, cuando estoy con él me siento bien y segura y sus palabras me enamoran pero cuando se va, parece que no confíe de él y tenga miedo.
Encuentro un motel, en el que se ve viejo, lleno de suciedad, un chaval está enfrente de mi, él está viendo una película que no puedo identificar. Hago sonar el timbre, el chico sin hacer ni la menor caso.
- ¿Perdona, puedo alojarme aquí ?
- Si, perdona, 12€: 7 días
Cojio el bolso y saco el monedero de Michel Kors que me lo regaló uno de los clientes, le doy un billete de 20, él me da el cambio más con las llaves.
- Es la habitación 17.
- Gracias.
Cuando me instalo en mi habitación cierro la puerta y pongo una silla en el pomo, para que nadie entre, cierro las ventas y cierro las cortinas, la habitación está todo oscuro. Me doy otra ducha, ya no me acuerdo si me había lavado el pelo, dejo la puerta abierta por si a caso.
Cojo el móvil busco por internet comida a domicilio finalmente pido algo de comida china, pasa un bueno rato de la última llamada para la comida al fin el chico viene, suena la puerta.
- Señora, traigo la comida. Cojo el dinero lo más rápido posible y abro la puerta.
- ¿Hola, cuánto es?
- Son 18€, le doy en dinero lo más rápido posible, le cojo la comida bruscamente.
- ¿Señora está bien...? Me extrañó que me preguntara eso y yo sin contestarle y sonriéndole le cerré la puerta.

ROSAS CAÍDAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora