Capitulo 7

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Salgo de coche con prudencia, sin enseñar nada, al final al cabo no llevo nada debajo de mi ropa.
Madre mía, pedazo mansión, era inmensa y la puerta(la reja) era gigante con dos guardas, uno a cada lado, uno de ellos me da la mano para que le siga
- Pórtate bien, no me hagas arrepentir no probarte.
Abren la puerta y me suelta la mano con delicadeza, por el miedo que me corroe le apretó la mano más fuerte sin soltarle, el chico me dice que tranquila,
- Bellísima!!! Me alegro mucho de verte, me da un beso en la boca, con la sucia lengua me atraviesa toda mi garganta, casi me ahogo. Me invita a su dormitorio, con las ansias de tenerme, me rompe la ropa y de seguida me coge de las piernas, me empieza a embestir y con suavidad le insinuó si quisiera poner un preservativo, él sin reprochar ni discutir, acepta. La penetración es fuerte hasta me duele, claro su miembro es grande, gordo, casi no la puedo coger con una mano. Me señala que le chupe su parte, yo sin dudarlo le tome. El miembro es tan grande que me ahogo y me dan arcadas.
Cuando ya llenábamos dos horas seguidas sin parar, me levanto de mi cama y mando un mensaje a mi jefe, él me vendrá a buscar.

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