Reí sarcásticamente. Él solo alzo una ceja.
-¿Acaso dije algo gracioso?
-No disculpa, creí que querías salir a dar una vuelta conmigo- dije riendo.
-Claro, ¿Porqué no?- su cara de confusión me dieron mas ganas de reír.
Su propuesta era bastante interesante. Había varias posibilidades de que quisiera salir a dar esa vuelta:
1- Me gustaría saber hasta donde llegaría este idiota.
2- Si me negará, volvería a casa a aburrirme y seguramente ver por milésima vez las 10 temporadas de Friends.
3- Me estaba acostumbrando a si mirada ojiazul.
¡¿QUE?! La ultima no era cierta. Por dios. Cállate Riley.
Suspiré.
-Bien bien, iremos a dar la estupida vuelta.
Lo escuche susurrar un 'si' de victoria, pero decidí ignorarlo.
Nos dirigimos hacia el estacionamiento. Él sacó las llaves.
-¿Y chico rudo? ¿Dónde esta tu motocicleta?- dije burlona. Él me miró mal.
-Nunca mencione una motocicleta.- dijo bufando- Ese es mi auto, bueno en realidad es de mi hermano, pero supongo que no se molestará - dijo encogiendo los hombros.
Era un auto común y corriente. No era el convertible de los típicos adolescentes, pero no estaba mal. Él se subió y metió la llave.
Rodeé los ojos y me cruce de brazos.
-¿Dónde me llevaras casanovas?- dije aun fuera del auto.
- A un bar- dijo obvio.
- Son la 10:26 de la mañana, no creo que ningún bar este abierto- él soltó un bufido.
- Bien, ¿Y a dónde quieres ir? A la biblioteca o a un museo de ciencias- soltó cínicamente.
Di la vuelta y me subí a su auto. Él me miro sonriendo.
- Donde sea- dije indiferente y él se puso en marcha.
El viaje se puso bastante aburrido hasta que él habló.
- ¿Qué estudias?- preguntó con la vista en el camino.
- Estudio política- dije orgullosa de la carrera tan profesional que elegí.
Él contuvo su risa, y yo lo fulminé inmediatamente.
- Wow, espero no tener una presidenta tan terca como tú - dijo en forma de broma, admito que sonreí, solo un poco *imagen*- Me encanta tú sonrisa- dijo desviando su vista hacia mi.
- ¿Enserio?, no creas que con un cumplido tan patético me abriré de piernas- soltó una risita.
- Solo digo lo que pienso,Riley- dijo mi nombre de una forma ¿sensual?.
Pff, que dices Riley, para con esos pensamientos.
-¿Ya llegamos?- cambié de tema inmediatamente.
Pierce frenó delante de una ¿cafetería?
- Si señorita- dijo mirándome con una sonrisa.
Bajamos del auto y entramos a la cafetería.
-Por fin llegas muchacho- dijo una señora de unos 40 y tantos años. Con el pelo castaño y recogido. Sus ojos eran del mismo color de Pierce.
-Lo siento, mamá, estuve entretenido con otra cosa- dijo mirándome de nuevo con esa estupida mirada.
Yo lo asesiné con los ojos y pensé en mil groserías que decirle, pero creo que no era el momento.
-Oh santo cielo Pierce, nunca aprendes- dijo negando la señora- Disculpa linda, Pierce es un cretino.
-No se disculpe, estoy de acuerdo con lo de cretino- dije sonriendo amablemente.
-Bueno bueno, dejen de hablar de lo hermoso que soy- yo solo reí por su egocentrismo y dirigí mi vista hacia las vidrieras de pasteles y donas que había en la cafetería.
-¿Quieres algo? La casa invita- dijo Pierce haciéndome reverencia y la madre solo me sonreía.
¿Como decir que no?.
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Fuck you!
Teen Fiction-Eres demasiado terca-dijo en un suspiro. -Vete a la mierda- dije molesta. Él rió y sujeto mi cintura para unir nuestros labios en un apasionante beso. Esta es la historia de como conocí al imbécil de Pierce y de como logro enamorarme con tan solo s...