El auto paró frente mi apartamento. Me giré para verlo. Me estaba mirando con una sonrisa.
-Llegamos..- murmuré. Él asintió y suspiró.
-Espero verte pronto, Riley- no contesté. Abrí la puerta y salí del auto. Caminé hasta la entrada.-¡Espera!- su voz estaba cerca. Me di vuelta y lo encontré muy cerca mío.
Acto seguido, me dio un rápido beso en la comisura de mis labios. Su rostro se enrojeció y con una sonrisa tímida se fue corriendo. Quedé atónita y antes de que pudiera decir algo, él ya estaba en su auto.
¿Pero qué..?
Entré a mi departamento. April ya no estaba. Dejé mi bolso y fui a mi habitación. Necesito dormir y aclarar algunas dudas con mi almohada.
El techo blanco parecía bastante interesante, ya que no aparte mis ojos de el desde que me acosté en mi cama. No podía pensar en otra cosa que no sea él.
¿Porqué?
Lo conozco hace poco. Pero su sonrisa divertida y coqueta ya es costumbre para mi. Su perfecto pelo castaño peinado hacia arriba. Sus ojos azules mirándome en todo momento. La confesión que mi hizo esta tarde logro confundir mis sentimientos, hasta el punto de tener un remolino dentro de mi. No estoy enamorada, lo sé. Pero Pierce me atrae. Eso es de seguro.
La ultima vez que un chico me gustó, fue en secundaria. Su nombre era Adam, moreno, con unos ojos mieles. No llegamos a entablar una relación. Nunca hablé con él por miedo a que me rechace. Era muy orgullosa para humillarme de esa manera. Aún lo soy.
Tengo miedo de que Pierce me rechace y que yo haya confundido sus palabras. Tal vez,solo quiere ser mi amigo.
Pff,. ¿todos los cumplidos y miradas picaras? No creo que un AMIGO tenga la intención de hacer eso.
Rode los ojos ante mis pensamientos y decidí dormir.
|*|
-¡Odio a ese profesor!- chillé. La risa de April inundó mis tímpanos.
-Que terca, Riley. Solo te descontó un punto ¿Qué tiene de malo?- llegamos a la cafetería. Agarré una bandeja y April imitó mi acción.
-¿Qué tiene de malo? Puse sudor y lágrimas en ese maldito trabajo y el muy descarado dice que esta incompleto- miré lo que había y opté por un sándwich, una manzana y jugo. Luego de que April eligiera su almuerzo, nos sentamos en una de las mesas de la cafetería, la cual ya estaba repleta de universitarios con el estomago vacio.
- Como digas. Eres demasiado obsesiva con las buenas notas. Yo con un 7 me conformo- dijo y le dio un mordisco a su sándwich.
-Solo soy responsable- me defendí. Seguimos hablando de cosas hasta terminar nuestra comida. Ya llenas, caminamos por los amplio pasillos de la universidad.
-¡No vas a creer que me pasó ayer en la tarde!- comentó, bueno, gritó.
-¿Te caíste de la cama? Eso lo sabia, mi querida April- palmee su espalda en forma divertida. Ella me fulminó con la mirada.
-Fui con mi madre a una cafetería- comentó ignorando mi burla- Y un chico nos atendió. ¡Era hermoso!- mordió au labio. No pide evitar que una risa salga de mis labios.
-¿Y?- dije esperando que prosiguiera con su interesante historia.
-Le pedí su número y le dije que quería que nos viéramos- sacó algunos libros de su casillero.
Fruncí el ceño por las palabras de April.
¿Quién es su sano juicio le pide una cita a un extraño?
Pierce.
Bueno él era un caso especial. Y mo me arrepiento de que lo haya hecho.
-Estas loca- afirme negando.
-¿Sabes quien era el chico?- preguntó emocionada. El timbre sonó. Señal de que nuestro pequeño receso había terminado.
-No lo sé, tampoco interesa- le tiré un beso volador y fui hacia mi siguiente clase.
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Fuck you!
Teen Fiction-Eres demasiado terca-dijo en un suspiro. -Vete a la mierda- dije molesta. Él rió y sujeto mi cintura para unir nuestros labios en un apasionante beso. Esta es la historia de como conocí al imbécil de Pierce y de como logro enamorarme con tan solo s...