Capítulo 2

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Empecemos!

--------------(づ ̄ ³ ̄)づ-----------

• Narra Annie •

Seguí hablando hasta que me percaté de que Leo no me respondió con una de sus típicas frases como "no te entiendo" o "explicalo de manera más simple por favor" fue ahí cuando alcé mi vista y vi que estaba recostada en la canoa. Tomé una linterna y vi que su playera azul estaba mojada con algo, como pude acerque mi mano para tocar esa sustancia líquida y espesa, alumbre con la linterna mi mano y me di cuenta de que era sangre, alcé la playera para ver que Leo tenía una herida en la cintura de 10 cm, la sangre llegaba hasta la rodilla derecha, me puse la linterna en la boca y busqué el botiquín de primeros auxilios en la mochila junto a una navaja. Una vez que tuve los objetos, abrí el botiquín y saque el alcohol, una aguja con hilo, un parche y cinta. Tome el alcohol y llené un algodón con su contenido luego lo pase por la navaja para desinfectarla, después agarré un encendedor y le prendí fuego a esta, esperé unos segundos para apagar el fuego, como pude me acerqué a ella para abrir la herida que estaba inflamada, deje que saliera un poco de sangre para que saliera la infección, luego tome el alcohol y le tiré un poco de su contenido a la herida escuche como Leo se quejaba un poco, luego de que parará de sangrar tome la aguja que ya había desinfectado para ponerle el hilo y comenzar a cerrar bien la herida. Cuando acabé le puse un parche con un poco de bálsamo para desinflamar y lo selle con cinta. Me limpié con el agua de mar al igual que la navaja y otros objetos, guarde todo, verifique si estaban las 3 llaves en la mochila, estaban solo dos, busque por otros lados y no encontraba la otra llave hasta que se me ocurrió registrar a Leo, ella tenía la llave en uno de sus bolsillos de los jeans, tomé la llave y la dejé con las demás, lo que me desconcertó fue que al estar las tres llaves juntas estas comenzaron a brillar luego se separaron y salieron de la mochila, comenzaron a girar enfrente de la canoa y la atravezaron, tomé la llave naranja y todo se volvió negro.

• Narrador •

Al desmayar se, las otras dos llaves salieron disparadas en diferentes zonas de Londres.

Las hermanas Sakamoto dieron un salto en el tiempo llegando así al Londres de 1892.

• Narra Annie •

Sentía que alguien me tocaba la mejilla, desperté y vi a una gaviota picotear me, miré a Leo y esta estaba siendo picoteada por otras dos gaviotas, las espanté y estas se fueron volando. Mire mi reloj y eran las 6 de la mañana observe a mi alrededor y al parecer estábamos cerca de un puerto.
— Leo. — la llamé pero la muy canija no despertaba solo hacía ruidos. —¡Leo! Despierta — volví a llamarle pero eata vez si despertó.
— ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Auch — se quejó mientras se limpiaba los ojos. — Annie, ¿dónde estamos? — preguntó.
— No lo sé, pero dame los remos para que reme hasta la orilla del puente. —dije mientras alzaba mi mano. Ella negó con la cabeza y respondió.
— Yo lo hago tengo mas fuerza. — respondió mientras se ponía a remar.
Créanme cuando les digo que intenté decirle que yo lo haría, pero Leo es más necia que una cabra.
A los 20 minutos llegamos al puente, ella subió y ató la canoa en uno de los postes de madera. Le pase las 3 mochilas y luego me ayudo a subir.
Llegamos hasta al principio del puente y vimos un montón cajas de madera. Nos acercamos a un hombre que estaba vestido de forma antigua.
— Disculpe buen hombre. —dijo Leo mientras le tomaba el hombro al señor, este se volteó y nos vió con cara confundida.
— ¿Qué se les ofrece, señoritas? — dijo en otro idioma que Leo y yo supimos identificar, era el inglés británico. Leo le preguntó el lugar donde estábamos. — Estan en el Puerto de Londres — contestó. — ¿Son extranjeras? — preguntó.
— Si, somos de Alemania, ¿sería tan amable de decirnos dónde hay un hotel cercano? — preguntó Leo.
— A unas dos horas esta el hotel Empire — le contestó.
— ¿Nos podría llevar? Claro que le pagaremos. — dijo Leo.
— Lo lamentó mucho señorita pero no puedo abandonar mi trabajo, pero le puedo dar dos caballos. — dijo el señor mientras se iba, a los 5 minutos regresó con dos caballos, uno negro y el otro plateado.

¡¿Estamos en el Siglo XIX?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora