El frío me calaba en los huesos de una manera tan penetrante que no podía controlar los espasmos y el castañeo de mis dientes.
Luego de larguísimos inviernos nevados, noches sin techo, vientos de la costa playera. Pensar que aun podía sentir algo parecido al frío se me hacía tan irónico.
Tan innecesario.
Pero tan lógico.
Porque aunque no fuera la primera vez, dolía igual como si lo fuera. Aunque no fuera el primero que se iba, no podía evitar reaccionar igual como si lo fuera. Tantas personas, tantas vidas. Una tras otra. Y más, y más y más. Todo destruido. Todo roto. Todo destrozado.
Somos las manos del destrozo, las que solo sabemos romper todo, hasta lo más hermoso y delicado, a lo más fuerte y resistente. No tenemos piedad con débiles ni fuertes. No tenemos piedad con pequeños o adultos. Todo para nosotros se resume en una palabra.
Romper.
Es lo único que hacemos.
Es lo único que hago.
Han pasado tantos. Tantos que parecen incontables. Tantas sonrisas envueltas en lágrimas, la felicidad cegada por el odio, la vida cortada por la muerte.
Roto.
Todo esta tan roto. Todo en mi esta tan roto, que nadie se molestaría en arreglarlo. Nadie. Hasta que ellos llegaron.
Pero alguien siempre tiene que salir roto.
Si me rompieron antes, era hora de romper. Era hora de destrozar. De hacer añicos cada cosa que representara un solo rayo de la esperanza palpable de un infante, esa que se me fue arrebatada, no, esa que ni siquiera me fue entregada.
Ellos llegaron a reconstruirme.
Y yo los rompí.
Rompí lo único por lo que rogué tanto. Los únicos seres que se preocuparon por mí, así como tanto lo había pedido. ¿Fui una mala persona en otra vida? De seguro la peor. Rogué tanto, lloré tanto, grité tanto. Pero pasó tanto tiempo que cuando llegaron ya era tarde.
Cuando llegaron yo ya no era el mismo.
Y ya no había manera de reconstruirme.
Los rompo. Los rompí tal y como tantos otros me rompieron a mí antes. Y rompiéndolos termine de romperme. Pedazo a pedazo. Todo lo que ellos habían reconstruido, las piezas pegadas con esfuerzo y amor... Amor, esa sensación que tanto rogué, la que tanto pedí al cielo. Pero la misma que no supe soportar, que no supe recibir.
No pude manejarlo.
Y mis manos lo rompieron.
Lo siento tanto Hyungs. Sé que no merezco esto. Merezco sufrir el resto de mi existencia, pero, ¿Qué tanto más puede sufrir alguien que está completamente roto? No lo merezco, pero tampoco lo merecen los que van a ser rotos si sigo.
No puedo hacer nada para cambiarlo.
Lo siento Hyungs.
El agua está cada vez más fría, y a pesar de que mis dedos se mueven, no puedo sentirlos.
Todo está roto.
Tan roto que no importa si lo único que nos queda es también roto.
Te encantaba el fuego, ¿Lo recuerdas?
Pues me queme.
Yo te rompí.
Y luego tú me quemaste.
.
Este tengo la sensación de que salio mas largo, no se por que, en realidad no lo tenia planeado, solo que no podía parar de escribir así que simplemente no lo hice.
Siento que esto se vuelve cada vez más triste.
¿Debo decir que lo siento? Seria una hermosa mentira, para un hermoso dolor.
-Nico-Chan
#CajitadeLeche.
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I Need You ↪ BTS
Fanfiction"Mianhae Saranghae Yongseohae" ↪AU ↪Angst ↪Original ↪I Need You ✖ BTS ↪190416 ↪080716 ↪#691 Historia corta 041216