Jeongguk

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No había hecho nada realmente... Nada que recordara...

Mi vista estaba borrosa por el alcohol y no podría definir si había visto o no en mi vida a ese par de hombres. Sin embargo ellos parecían conocerme bastante bien.

Defenderme no valía la pena... O bueno, intentar defenderme no lo valía, no cuando todos ahí sabíamos que yo estaba a punto de caer inconsciente por dios sabe qué cosa que recorría mi sistema dos veces más rápido de lo que lo recorría la sangre normalmente.

Estaba mareado y tenía ganas de vomitar. Podía sentir la sangre escurriendo por mi labio, más se sentían como si fueran las emociones y los sentimientos de otra persona. Todo tan mío y a la vez tan lejano, ¿Es eso siquiera posible? Probablemente no.

Una patada en el estómago me obligó a doblarme hacia adelante al momento en el que cubría mi estómago con mis brazos conteniendo el vómito que lo único que quería era escapar de mi sistema. Un rodillazo en la nariz me recibió gratamente antes de estamparme contra el piso, provocando un agudo crujido y que el conocido dolor de la fractura se apoderara de mi rostro. Puede que haya gritado. Si fue así, no lo escuché.

Sentí como me levantaron por el cabello y como acto seguido algo filoso se enterraba en mi estómago. Mis cuerdas vocales se desgarraron por los espantosos gritos que dejaban mi boca sin mirar atrás. Una, y otra, y otra, y otra más. Dolorosas, punzantes, horribles. Mi vista se llenó de puntos negros al momento que caí de culo al piso, vomitando sangre tan ruidosamente que no pude escuchar las pisadas alejándose de mi cada segundo más. Más, y más, y más.

Lejos, lejos.

Todo viéndose borroso, borroso.

Dejé de sentir los dedos de los pies luego de un par de minutos y sentía el asqueroso aroma del vomito de un alcohólico de mierda mezclado con el olor abofeteante de la sangre.

Lejos, lejos.

Borroso, borroso.

En algún momento me levanté del piso, y llené mi mano de mi propia maldita porquería al intentar estabilizarme cuando estaba a punto de caer.

Lejos, lejos.

Borroso, borroso.

El abdomen me dolía de la manera más horrible en la que algo me había dolido en mi vida. Sentía la necesidad de por solo reflejo encogerme en una pelotilla y cerrar los ojos.

Lejos, lejos.

Borroso, borroso.

No veía donde iba, no escuchaba ni mis propias pisadas. Mis manos habían dejado de ser parte consciente de mi cuerpo hace ya rato, por lo que había dejado de sentir la asquerosa sensación de la resbalosa sangre escurriendo por mis dedos.

Lejos, lejos.

Borroso, borroso.

Mis piernas dejaban de sentir cada segundo un poco más. Más arriba, más arriba. Y sabía que en cualquier minuto me daría de cara contra el asfalto. Más solo seguí caminando.

Lejos, lejos.

Borroso, borroso.

El último sonido que logré escuchar fue el claxon, sonando tan fuerte que mis tímpanos quisieron reventar. Bajo toda la negrura un flash brillante llegó a mis ojos, logrando solo que por impulso los cubriera con mis brazos.

Lejos, lejos.

Borroso, borroso.

Sentí como que volaba.

Cada vez más alto.

Y más alto.

Pero caí.

Como siempre, caí.

Y nadie estuvo ahí para sostenerme.

Lejos, lejos.

Borroso, borroso.

.

Si, aquí estoy, no me he muerto todavía, calmen las nachas.

Planeo terminar de subir esta novela hoy.

Espero que nadie se haya tramado, el capitulo es algo perturbante, osea, no tanto, la verdad es muy leve, pero hay personas que son mas sensibles y bueee~

¡Besos!

-Nico-Chan

#CajitadeLeche.

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