Desperté gracias a mi estupido celular que no dejaba de sonar desde hace algunos minutos, creía que era Blake, mi mamá o incluso mi papá , pero fue mucho peor de lo que me imaginaba, había cientos de mensajes y notificaciones de todas mis redes sociales, mi teléfono estaba simplemente colapsado.
Me senté en el borde de mi cama con el teléfono en mano, y abrí el primer mensaje que vi, era de Clay Lambert y decía: "Vaya vaya, quién lo diría, Collins el marica."
Abrí un segundo mensaje que decía: "Ni te me acerques chico raro", -No entiendo- susurré, seguí mirando todos y cada uno de los mensajes con cosas muy desagradables, groseras y ridículas sobre mi, hasta que al fin me tope con el mensaje de Michael el cual decía: "Asi que estaba en lo correcto, eres un maldito homosexual y tu novio es esa rubia asquerosa con la que te vimos caminando, eres un pedazo de mierda Collins, ni se te ocurra acercarte a mi, la gente como tu no merece vivir, haz un favor al mundo y matate."
No entiendo cómo es que tanta gente sale enteró de mi relación con Blake de la noche a la mañana, lo mantenemos en secreto, literalmente las únicas personas que saben son Brenda, Max y mi hermana. A menos que Michael haya creado un rumor en base a lo que nos vio caminando a Blake y a mi de regreso a casa pero no tiene sentido, no estábamos haciendo nada, fue hace bastante tiempo y en ese entonces el y yo no eramos mas que amigos.
Decidí olvidar todo eso, de todas maneras no tengo muchos amigos en este lugar y no me importa lo que la gente crea de mi, baje las escaleras y sentí un silencio muy extraño, faltaban apenas diez minutos para que el bus escolar llegara y Lily aun no bajaba, decidí gritar su nombre y en cuanto bajó tenía el teléfono en mano, solo alzó la cabeza y se acercó lentamente.
-Cooper, ¿Sabes lo que esto significa?- dijo mostrandome su teléfono.
Cuando vi su teléfono me quedé tan shockeado que no quería creerlo, se trataba de una fotografía de Blake y yo besándonos, pero... ¿cómo es posible?
Me quedé un rato en silencio, traté de formular palabras pero no podía decir algo, era como si tuviera algo en la garganta que impidiera que mi voz saliera de mi boca; si mi hermana no habría retirado el teléfono de mi cara lo juro podría haber estado mirando esa fotografía todo el dia, chasqueo sus dedos para sacarme de la nebulosa en la que me encontraba y finalmente pude decir:
-Significa que alguien a estado espiandonos...- Ella rió de manera sarcastica.
-No Cooper, significa que no puedes acercarte a mi a mas de cien metros en el colegio, te sentaras lo más alejado posible de mi en el bus, bueno como de costumbre...mira no es nada personal pero tengo una reputación que cuidar, no es que me haya costado llegar a la cima en ese colegio pero si me bajas de ella te juro por dios que sera lo ultimo que hagas, ¿Quedó claro?- Me miró con una mirada tan descarada que solo me dispuse a asentir con la cabeza.
-Bien, que te diviertas, a y por cierto solo si se te pasa algún rato por esa cabeza hueca que tienes, yo no fui la que difundió esa imagen, pero si te sirve de algo y/o te importa lo suficiente deberías averiguar quién fue ese desgraciado, ahora si me disculpas yo saldré en cuanto llegue el bus, tu saldrás luego de unos segundos prudentes para que nadie te vea cerca a mi.
El bus no tardó mucho en llegar, tal y como Lily dijo espere un poco hasta que ella suba y después lo hice yo, cuando me encontraba dentro del vehículo note como muchas caras me miraban, como mucha gente susurraba cosas mientras me observaban de pies a cabeza, era como el primer dia de clases pero mucho peor, era una sensación como si fuera un asesino, un terrorista o quien sabe algo aún más miserable; camine lentamente hasta llegar al último asiento y me sentí solo, como nunca me había sentido en toda mi vida, era una sensación de vacío, como si algo me faltara, como si algo no estuviera en su lugar, me dio ganas de llorar, de salir corriendo, de olvidarme de todo y todos, pero en lugar de eso arrume mi cabeza contra la ventana del autobús para poder apreciar el paisaje y perderme en mis pensamientos.
Al cabo de unos minutos sentí que alguien se sentó junto a mi, no quería en ese momento regresar a ver, de seguro era Michael y sus idiotas amigo y honestamente ahora no tengo tiempo para sus estupideces.
-Se lo que se siente...- Dijo una voz suave y tierna a mi lado, en ese entonces me di media vuelta y pude apreciar de quien se trataba.
-La última vez que hablamos me dijiste que yo no sabía nada, ¿Ahora lo sé?- pregunté al niño que se había acomodado al lado mío.
-La vez pasada no lo sabías, ahora tu me entiendes más que nadie en este colegio.- Este niño no paraba de mirarme directamente a los ojos era algo extraño.
-¿Entender que? ¿De que estas hablando? Estoy confundido...
-El año pasado yo... le conté mi mayor secreto a un viejo amigo...digamos que me arrepiento de haberlo hecho.
-Lo lamento...- y como de costumbre me interrumpió, debería ya acostumbrarme a que me interrumpan en media frase todo el tiempo.
-El bien hijo de perra lo contó a todo el mundo y cuando digo a todo el mundo me refiero a literalmente todo Madison, incluyendo la gente de este colegio, mis amigos y mis padres.
- Oye y ¿tan malo era tu secreto?- pregunté porque no entiendo cómo es que un secreto puede llegar a ser un drama total.
-Por supuesto que no era malo, no es como si me drogara o algo por el estilo, en sí el secreto no era malo, el que lo difundió lo era y sobre todo si el chismoso altera el chisme...pero como sea el punto es que ahora me entiendes, por cierto soy Caleb...Caleb Ashton
-Cooper...-estreche su pequeña, blanca y suave mano mientras miraba sus ojos azules.
-...Collins-dijo Caleb como si hubiera leído mi mente.
-¿Cómo sabes mi apellido?- pregunté al instante sin soltar su mano y sin apartar la mirada, él tampoco apartó la mirada por un rato, al cabo de unos segundos miró a sus zapatos sin embargo no tardó en mirarme otra vez,
-Sé lo suficiente sobre las cosas que me interesan.- en ese instante llegamos al colegio así que sin nada más que decir Caleb se levantó y salió del bus, yo me quedé un momento pensando en lo que me había dicho mientras todos se dirigirían a la salida del vehículo.
Me levante, tome mis cosas y me dirigí a la entrada del colegio, una vez adentro había gente por todos lados, bastante típico de una secundaria; me dispuse a ir a mi casillero para recoger unos cuadernos, todo parecía ir como de costumbre pero noté cómo la gente a los lados del pasillo me quedaba viendo raro, unos murmuraban entre ellos, otros me miraban con cara de asco, luego escuche un grito de atrás "Morirás en el infierno marica de mierda" no reconocí la voz y tampoco es que me interesara lo que me digan así que sin regresar a ver seguí con mi camino, bloqueando mentalmente todo lo que esos idiotas me decían.
Finalmente llegué a mi casillero y vi un papel pegado en el, era la foto del beso con Blake junto con muchos insultos, arranque el papel y lo partí en mil pedazos, puse la combinación de seguridad para sacar mis cuadernos, no pude ni reaccionar, sentí como algo me golpeó con rapidez el pecho, cuando abrí los ojos estaba totalmente cubierto de pintura de todos los colores, las risas no tardaron en llegar, cerré mi casillero y me dirigí al baño atravesando por cuentas de risas y burlas.
Una vez ahí me vi en el baño y tenía colores desde rojo a morado me puse a lavar lo que más pude, luego escuche la puerta del baño abrirse y por la ventana vi una cara conocida, Michael, y no iba solo.
-Vaya vaya, pero miren lo que tenemos aquí muchachos, pero si es el unicornio homosexual.-riendo mientras se miraban los unos a los otros, luego hubo un silencio incómodo.
-¿No vas a hablar?-me preguntó Michael muy serio y algo molesto, decidí ignorarlos, quizá esa sería la mejor forma de que me dejen en paz.
-Muchachos demostremosle a este asqueroso lo que le hacemos a los que no responden y sobre todo lo que le hacemos a los jotos.
Michael se acercó y me dio un puñete en la cara y basto porque caí al piso facilmente, luego me dieron unas cuantas patadas y cuando sonó la sirena de la primera clase fueron, yo me quedé ahí tirado, tratando de recuperar el aliento y pensando en todo lo que había pasado, sentí que me estaba quedando dormido, no tenía fuerzas ni para levantarme, estaba por cerrar los ojos cuando unas manos me ayudaron a levantarme, me arrimo al lavabo y me ayudó a lavar mi camiseta, manos y cara.
Una vez que termino pude abrir bien los ojos o bueno solo el derecho porque el izquierdo estaba lastimado por el golpe que me dio Michael, vi a Caleb y estaba más confundido que nunca, ¿Quién rayos es? Y ¿Qué rayos quiere?
-¿Por qué haces todo esto?- pregunté al muchacho que por su estatura parecía un Freshman o Sophomore de unos quince años de edad.
-Porque yo habría deseado tener a alguien que hubiera hecho esto por mí cuando estaba en tu lugar.- me quedé algo perplejo con lo que me dijo, jamás habría esperado una respuesta así.
-Ahora tienes que descansar y secarte de lo contrario te vas a resfriar y conozco un lugar donde podrías tomar el sol mientras tomas un poco de aire puro.
-Gracias.- fue todo lo que dije pero pude ver una sonrisa en su cara, luego puso mi brazo alrededor de su cuello y me llevó.
El lugar era atrás de las canchas de football, habían unas piedras grandes así que nos sentamos ahí, me dolía todo el cuerpo por los golpes que me habían dado así que me importó un carajo las clases.
-Regrese a ver a Caleb quien ya me estaba mirando, no sé si estaba mareado o era el sol pero cada vez lo sentía más cerca mío y era muy raro, mi cuerpo involuntariamente también se estaba acercando y no podía controlarlo, supongo que me deje llevar por el momento, nuestras caras estaban a unos centímetros.
-Cooper Collins eres hermoso, el chico más guapo que haya visto en toda mi vida.-dijo Caleb tan cerca mío que casi pude sentir su voz chocando mi cara.
Luego me di cuenta de lo que estaba pasando y me retiré rápidamente.
-Lo lamento...yo tengo...-dije pero rápidamente añadió:
-Novio, lo sé, pero eres tan guapo que no me pude resistir.-dijo de manera muy coqueta.
-Sabes, creo que debería volver a clases, ya estoy seco.
-Es una buena idea creo que yo también haré lo mismo.- dijo agarrando sus cosas
-Oye Caleb.- dije antes de irme.-Gracias.
- No es nada.- dijo y pasó junto a mí y siguió sin regresar a ver.
El día fue largo un poco más de lo común, yo solo contaba los minutos para poder ver a Blake, le escribí diciendo que esta vez yo iría a su colegio, así que eso hice, me encontré con él y caminamos juntos a casa, le conté todo lo que había pasado y se enojó mucho más de lo que yo pensaba, hablamos por unas dos horas en un parque, él estaba furioso, luego se calmó y regresamos a neutro camino.
Una vez llegado a nuestro destino nos dimos un beso sin que nadie nos viera, él caminó a su casa y yo a la mía; eran las siete de la noche, vi el auto de mamá estacionado afuera del garaje.
Abrí la puerta y vi a mi mamá llorando en la sala, me dirigí hacia donde se encontraba y en el sofá posterior a ella vi dos cabezas de mujeres.
-Mamá, ¿Estás bien?- pregunté acercándome más y pude distinguir a Jenny y su madre sentadas.- ¿Murió alguien?-volví a preguntar ya que no me respondió la primera pregunta
-Cooper Collins dime que esto no es verdad.- dijo mi madre con una voz rota pero a la vez molesta y triste mostrándome una foto que ya estaba cansado de ver, la de Blake y yo besándonos.
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Looking For My Prince [Dylmas]
RomanceMuchas personas creen conocerse a sí mismos, creen saber lo que son, pero muchas veces están confundidos, perdidos en una realidad que no es la indicada, eso es lo que Cooper Collins vivía, estaba encerrado en una gran mentira, un día como cualquier...