Filofobia. ;; joshler

1.

Tyler miraba al techo en busca de inspiración. Si bien él no tenía dificultad a la hora de escribir una canción, realmente intentaba esmerarse esta vez, ya que mañana no sería un día como otro.

Cantaría en frente de las miles de personas que asisten con él a su instituto. Si bien la idea de relacionarse con personas por más de cinco minutos no le atraía para nada, él sabía que no podía desaprovechar esta oportunidad.

Y con todo el talento que el chico poseía, dejar pasar esto sería un gran error.

Frustrado de mirar para todos lados y no encontrar nada decidió empezar a limpiar su cuarto y así olvidarse por un momento de su estrés y esas cosas, sus manos temblaban cada vez que rozaban con las ropas de su hermano, nadie en todo el mundo sabía la condición de Tyler y eso no era bueno, ya que por errores como dejar la ropa tirada por su habitación podían provocar que Tyler empezara a sentir como si todo en él ardiera.

Al terminar de dejar más que reluciente su habitación se tiró a descansar satisfecho. Estuvo toda la tarde creando una canción perfecta y es comprendible que estuviera más que agotado, tanto físicamente como emocionalmente. Su familia no se encontraba en su casa hoy, ya que por invitación del jefe de su padre salieron a cenar a uno de los restaurantes más caros de todo Ohio, él se negó inmediatamente y se excusó con tener que preparar todo para su acto de mañana. Pero lo que realmente sucedía era que no tenía la más mínima gana de conocer a la hija del jefe, que casualmente, tenía su misma edad. Y sabía a dónde iba a terminar todo.

Suspiro aburrido por su situación actual, ya que realmente no tenía nada que hacer. Su canción estaba casi lista y ya la terminaría después. Se levantó con la intención de ir a buscar un vaso con agua y algo para picar pero terminó saliendo de su casa, no habría problema ya que su familia no estaba y dudaba mucho que llegara temprano, y si lo hacen ¿Qué mas da? él era demasiado joven como para pasarse toda su vida encerrado en una habitación.

Caminó por su sendero habitual ignorando el mundo que lo rodeaba, ignorando a las personas que pasaban por su lado, y por supuesto evitando todo tipo de contacto visual o chocar por accidente.

Definitivamente tocar el cuerpo de otra persona no estaba en sus planes y de tanto solo imaginárselo se le erizaban los pelos de todo el cuerpo.

Cuando se adentró en el bosque que tanto amaba se recostó en una gran piedra a contemplar las estrellas, es increíble pensar que ellas están todas las noches y aún siendo tan hermosas, algunas personas ni siquiera se toman la molestia de mirarlas. Si las noches fueran eternas él no tendría el mínimo problema de pasar su vida entera observándolas, reflexionando, pensando.

Sus ojos le jugaban una mala pasada, o podría jurar que no estaba solo en ese bosque. Es algo increíble pero sí posible, de tan inmenso lugar justo en su lugar más preciado, tan íntimo. En ese mismo lugar alguien venía a arruinarle su aire de paz y tranquilidad, y en el caso de Tyler estar tan relajado parecía una tarea muy difícil de cumplir.

Él solo bufó molesto y apretó los ojos con fuerza, como si de esa manera quién quiera que esté interrumpiendo su momento desapareciera. Pero solo recibió silencio, una gota de sudor cayó de su frente de tan solo imaginar que alguien podría haber estado con él, Tyler no quería amigos, no los necesitaba. Tyler no quería enamorarse, no quería morir.

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"Esto nos lleva a que hay personas que temen entregarse, enamorarse, establecer amistades o entablar relaciones personales fuertes. Únicamente viven relaciones sin compromiso, hablan poco de sí mismas, evitan mostrarse como son, ponen una "barrera infranqueable" para no sentirse vulnerables, tienden a establecer relaciones simultáneas por el mismo miedo que tienen a ser abandonadas y sus relaciones son una montaña rusa de emociones con subidas y bajadas constantes."