Las Señales Mixtas (Primera Temporada)

"4"

Cualquiera que sea la pequeña cantidad de calma para su corazón ella se había recuperado y desapareció inmediatamente. Fue reemplazada por una cólera que se extendió a través como un camino de pólvora.

"Estaba con John" ella mantuvo su dura voz, tratando de controlar sus emociones. Era el turno de Sherlock de hablar.

"Con...?"

"Sí, con John". Se levantó del sofá y se dirigió a su habitación, tratando de poner distancia entre ellos antes de que ella lo estrangulara.

"Molly" su voz sonó como una advertencia haciendo detener sus pasos, pero no le importó lo que Sherlock Holmes quería decirle. Ella sólo quería alejarse de él. Nunca había pensado que podría tener suficiente valor para estar tan cerca de él hace unos días, como lo era en estos momentos...

"Sherlock", dijo con exasperación, girando alrededor. Ella estaba de pie, en el la sala. "Necesitaba un amigo. Yo solo.. Solo me senté con él, ¿de acuerdo?"

Sherlock se quedó allí, meditando. Con un suspiro, camino hacia su cambio de ropa y lo recogió. Ella iría a darse una ducha. Una vez en el cuarto de baño, se detuvo mirando su reflejo en el grande espejo por un momento. Su piel tenía un aspecto palido y sus ojos claros no tenían ese brillo peculiar, enmarcado por el pelo largo y castaño, le devolvió la mirada al reflejo. No era sencilla ... pero no era tan bonita. Ella se consideraba un poco guapa. ¿Por qué no parece darse cuenta Sherlock de que era bonita? Después procedió a darse una corta ducha y ponerse unos en pantalones cortos sueltos con su vieja favorita camiseta, tomo la secadora y procedió a secar su cabello mientras pensaba ella contempla la sexualidad Sherlock Holmes pero tal vez solo tal vez... Era gay? Eso explicaría por qué parecía tan completamente desinteresado en ella o en las chicas en particular. Sí, él podía ser gay, ó tal vez él ya tenía una novia que estaba escondiendo de todo el mundo. Sacudiendo la cabeza ante su propia especulación, se dirigió al dormitorio, mirando hacia la sala. Tal vez él ya se había ido. Se acostó en su cama. Y alguien hablo.

"Molly" la voz de Sherlock la hizo soltar las mantas y grito. "Deja de gritar. Te aseguro que no soy tan intimidante."

"Sherlock! Tú estás.. ?" Dijo mirando hacia el otro lado de la cama donde estaba él.

"Casi, dormido obviamente. Tú cama es lo suficientemente grande para nosotros dos, diría yo."

Molly lo miro fijamente. Ella apenas podía ver la parte superior de su cabeza, sus rizos castaños que sobresalian en todas las direcciones. Tomando una respiración profunda, se pone a un acomodó a un lado de la cama desocupada y tiro de las mantas. Fue entonces cuando se dio cuenta de la chaqueta del traje colgaba en el respaldo de la silla y de la camisa de Sherlock perfectamente doblada en el asiento. Sus calcetines y los zapatos estaban en el suelo a unos pocos pies de distancia.

Tragando dolorosamente ante la idea de el estaba sin camisa en la misma cama, ella se deslizó entre las sábanas y resistió el impulso de extender la mano y tocarlo. No sería bueno para ella ir a explorar sus músculos aún que se había escondido debajo de todas sus esas sabanas y cobijas. Pero Molly no podía dejar de preguntarse que se sentiría tocarlo.

"Puedo oírte pensar. Detente".

Se sonrojó al escuchar su voz. "L-lo siento. Buenas Noches, Sherlock."

"Buenas noches, Molly Hooper."