Parte 8

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La noche ya cubría el cielo, las estrellas iluminaban el bosque que rodeaba el castillo, mientras las aguas que corrían rápidamente desde la montaña cantaban a lo lejos. 

El tiempo había pasado demasiado rápido, Alec era un hombre encantador, una persona de grandes ambiciones y Olenka estaba tan feliz de poder compartir su tiempo con ese hermoso caballero de ideas revolucionarias y grandes expectativas hacia lo desconocido, habían cenado juntos y él aún no hacía ademán de irse y eso provocaba que Olenka sonriera, hasta que llegó el triste momento -Olenka, para mí ha sido un día como ningún otro, creo que me he tomado mucho tiempo libre por hoy, pero espera mi vista el día de mañana, tenemos aún mucho que hacer- Alec no podía creer que fascinante era aquella mujer de tristes ojos grises, irradiaba simpatía y anhelo, había pasado un gran día a su lado y por loco que sonase, el estaba triste de que el día hubiese  terminado.

Olenka despidió al Conde, ilusionada y nerviosa de que lo vería al día siguiente, él la ponía ansiosa como ningún otro hombre en la vida y estaba consciente de que el Conde podría estar ya comprometido y eso la devastaba.


-Hijo, no había tenido noticias tuyas desde hace horas ¿Donde te habías metido?- el Duque estaba más que furioso sobre la repentina desaparición de su hijo, corrían tiempos difíciles y nadie estaba exento de ladrones y emboscadas políticas y menos aun siendo el Conde y futuro heredero del Reino - Mis disculpas padre, he tenido un día muy fructífero en el castillo sobre la Colina del sur, he tenido una charla muy amena con la Mademoiselle, y no me percate del tiempo que había pasado hasta que hubo oscurecido - Alec no estaba seguro de la reacción de su padre al saber que había pasado todo el día junto a aquella mujer y no a lado de su prometida- He escuchado cosas muy peculiares sobre la Señora del ese Castillo- Alec sabía que su padre quería detalles y él no sabía cómo evitar tal interrogatorio - Padre, si le parece a usted bien, prefiero dejar esta conversación para mañana - la dura expresión de su padre le dio la respuesta a tal petición - ¿Recuerda a mi profesor Demetri Volkov? ella es su hija adoptiva y ahora heredera de lo que parece ser una gran fortuna - la expresión de su padre se suavizó al recordar a su amigo y gran contrincante en las tablas reales -¿y dime, vino con ella el profesor? - esto iba a ser una noticia dura para su padre, pero no podía evitar darle - Lo siento padre, el profesor Volkov falleció hace tiempo- el semblante de su padre decayó, se sorprendió de cómo aun siendo un hombre duro y de carácter fuerte su padre sentía la muerte de alguien - es triste escuchar semejante noticia, pero ¿qué otra cosa se puede hacer?... muy bien hijo puedes retirarte a descansar, recuerda que mañana es el gran día- Alec había olvidado que su compromiso con Milenka sería oficial mañana, sin embargo ella no es la mujer que ocupaba su mente en ese momento.

Las esposas del  Conde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora