Historias Absurdas

Niegalo todo! #4

Clara es una chica de 14 años con una enfermedad, no terminal, pero si perjudicial para su imagen y seguridad. Cleptómana.

Des de los ocho años había aprendido a robar cualquier artefacto sin ser descubierta. Por este motivo su habitación especial estaba repleta de objetos totalmente innecesarios pero que en su momento fueron de crucial importancia.

Thomas un apuesto chico de los ángeles conoce a Clara en una tienda de cosméticos. Él había ido a por unos polvos antibrillo para su hermana. Ella para coleccionar nuevos cosméticos.
En la sección de estuches para maquillaje se conocen y enseguida ríen y quedan para una cita.
Thomas está abandonando el local cundo recuerda que no se han dado los números. Entonces vuelve y ve a Clara de espaldas meterse en el bolso un minikit de belleza. Se planta. Piensa. Y decide que tal vez no sea buena idea salir con esa chica.

Ella de golpe piensa lo mismo que él y se vuelve hacía él en dirección a la entrada para intentar alcanzarle.
Entonces sus miradas se cruzan y ella sabe que él ha visto tu peor cualidad.
Aquella que la obligaba a estar sola. Aquella que no tenía encanto para nadie, ni recibía amor.

-Thomas. No nos hemos dado los números.
- Sí Clara.
-Esto, bueno, te lo pensaba contar en nuestra cita.
-No, no, claro. Pero igual no deberíamos tener una cita.
-No. Espera. Yo no soy así.
-Me estás diciendo que ese kit de belleza que te he visto esconder en el bolso no era más que un engaño?
-No, quiero decir. No soy así.
-Clara. No me mientas. Te he visto hacerlo.
-No. No soy yo! No me gusta ser así.
-Pues deja de serlo. Pero conmigo no cuentes.
-Thomas... Espera!
-No Clara. Pensaba que eras especial.
-Si decides darme una oportunidad cambio. Lo prometo.
-No tienes que prometerme nada a mí. Si no a ti. Te deseo lo mejor.

Clara esa tarde en su casa estuvo todo el rato encerrada en su habitación especial, su habitación de odio.
Odiaba que por culpa de esa enfermedad, nunca nadie la aceptara por ser como era. Perdió la esperanza. Dejó su histeria fluir y entre las cajas de libros de amor y películas de Jennifer Aniston encontró una M16. Con la cual perforó su enfermedad. Perforó su sufrimiento.

Otra historia de amor inexistente. Otra historia robada. Otra vida arrebatada.