Amanda no amando #1

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Todo empieza una calurosa noche de verano.
Amanda esta deambulando como cada noche por las calles de la quinta avenida con Broadway.
Se muere de hambre y en medio del silencio desolador de la noche empieza su histeria y llantos.
Entre lo empapada y hambrienta que está empieza a poner un precio a su dignidad.
No puede más, vende su alma a un duendecillo amarillo que estaba de paso. Firman un contrato de dos años por un valor de cien mil de los grandes por alma.
Listo, Amanda no pasará más hambre. Pero en el transcurso de los días de siente vacía. No solo vacía de alimento o nutrición. Si no sobretodo de amor, de sentimientos. Se había acostado con nueve hombres a lo largo de la semana y ninguno la llegaba a hacer sentir algo. Por lo que se cuestiona la posibilidad de ser asexual. Más adelante la descarta, cuando al ver la televisión de plasma de su casa no se ríe de las comedias, ni llora con las tragedias, ni mucho menos ama a el guapo de Gerard Butler o Colton Haynes de Teenwolf. Comer ya no le causa placer y como dijo un sabio alguna vez: quien no ama la comida no disfruta de la vida.

Estas palabras martilizan a Amanda.
Enloquece. Va un psicólogo. Este se suicida. Amanda empieza a buscar ese placer y se cansa de buscarlo.

Entonces pasados los dos años de sufrimiento sin sentimientos ni amor ni placer ni nada que la hiciera sentirse viva, aparece en su habitación de nuevo el duendecillo amarillo y le da el contrato ya no vigente.

Amanda le explica como había sido su situación des de aquella noche calurosa de verano, una como la de el reencuentro con el duendecillo.
Este le explica que no le extraña, que sus clientes habituales le suelen decir lo mismo. También que no está obligada a renovar el contrato. Pero ella se niega porque dice que se ha vuelto a quedar sin dinero.
Entonces el duendecillo le tiende un nuevo contrato por tres años más y se marcha montado en su pegaso tuneado.

Amanda le da la gracias y el duendecillo se aleja riendo maléficamente. Y con las palabras:

- No me reprocharás mi trabajo, tú elejiste este camino.

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