Capítulo 3

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NOTA:  Pongamos que la playa está en frente del campus, a unos pocos metros. 

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Para cuando se han ido John, Mario y Dallas, estoy colocando la parte de mi habitación en la que dormiré el resto de tres años en la facultad, bueno, ahora dos y medio, ordenado los libros y mi ropa, voy de camino por un pasillo, en la que una de las habitaciones es la del director, y no puedo evitar pararme debido a los gritos que vienen de dentro, es de una mujer de unos treinta y cinco, cuarenta años, diría yo, pero no estoy segura a si que sera mejor que vaya, antes de que salgan y me meta en algún problema.

Cuando llego a algo que parece el hall, me acerco y pregunto por el horario de la carrera de criminología que voy a estudiar.
No estoy muy segura de hacia donde me dirijo, estoy totalmente perdida, odio cambiarme de todo, sobre todo de universidad, en serio es frustrante, no conozco a nadie, ni el barrio, y no me acuerdo de donde esta mi habitación. Odio el hecho de que unos gamberros quemaran mi antigua universidad y el hecho de ser de las últimas en cumplir años.
Para cuando termino de hacer la lista de cosas odiosas, llego, por fin, mi habitación, y con suerte no hay nadie y tengo tiempo de llamar a mama y Emmy.
La charla con ambas no ha sido muy larga, solo que he hemos hecho hoy y nada mas allá de lo normal, esta claro que no voy a decirle a mama que estoy en una habitación con un chico, que tiene tatuajes y una actitud pasiva, tampoco a Emmy ya que la conozco desde que nació y se que lo dirá a mama en cuanto lo sepa.


John me ha dicho, no, Dallas me ha dicho que se iban a la fiesta de la playa, pero la música se oye desde aquí, tiene que haber mucha gente, ya que mas de la mitad de la universidad ha comenzado a desaparecer a partir de las seis de la tarde, y yo no pienso quedarme atrás.
Me acerco al paseo marítimo todavía no se ha hecho de noche son las ocho de la tarde pero es verano, y se ve lo suficiente para ver que hay gente a reventar en la playa, saltando al ritmo de la música y el suelo está plagado de basura, hay bastantes chicas y chicos por todos lados, claramente, y un escenario gigante con luces de todos los colores y de todas las formas posibles de movimiento y me están empezando a marear, avanzo entre la gente pero alejados de todos lo mas cerca del paseo marítimo que puedo y no perderme otra vez, lo digo en serio, si me pierdo de nuevo, no pienso volver a esta ciudad, no creí que California pudiera a tratarme mal.

No me gusta beber, ni tampoco fumar, no es de las cosas que suelan hacer las chicas de diecisiete años y demás, salvo salir a una fiesta en pleno verano, repleta de gente y con música excesivamente alta.

La suerte para mí, por lo visto, no juega a mi favor, un chico se me está acercando, lentamente, con una sonrisa en cara que creo que casi se va a quedar así para el resto de su vida, no veo quién es debido al humo, pero por lo poco que puedo visualizar, va borracho. Se está acercando a mí, cada vez más rápido y me están empezando a sudar las manos, cuando me quiero dar cuenta estoy a varios metros de él y parece que ya no tiene intención en volver hacia ami, una una melena morena se acerca a él, solo la veo la espalda, a si que no puedo decir quien es, ni aunque quisiera, claramente, no conozco a nadie, solo a tres personas, y una de ellas es odiosa.

Salgo de mi ensimismamiento y tropiezo con alguien, bastante fuerte la verdad, y me caigo al suelo, allí abajo sin que nadie se de cuenta, entre la multitud atrapada...

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