Capítulo 10

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No me lo puedo creer. 

En serio, no hay otra persona en el mundo, sobre la faz de la Tierra.

Yo que sé. Un extraterrestre, no sé, alguien salvo, con el que: 

1. En el primer encuentro creí que me iba a dar un beso, y en realidad era una pluma. ¿¡UNA PLUMA?! 

2. Tuve un accidente, del que estuve dos días inconsciente

3. Me besó, ayer, antes de entrar en la fiesta.

Para cuando termino de repasar los puntos de porqué él no debe estar aquí, le da un escalofrío, debe ser porque tengo la mirada fija en él, espero que no quiera otra reacción por mi parte, porque lo lleva claro. 

Tiene los ojos que se le salen de las órbitas, y va a un paso lento, como si tuviera miedo de lo que yo pudiera decirle a su futura esposa. Les dedico una sonrisa falsa y forzada. Y antes de que lleguen a la mesa me levanto y me dirijo al baño.

Necesito analizar todo, esto no está bien, sé que fue el que empezó el beso, pero yo lo continué y aunque siga sin admitirlo me gustó. Debería decírselo todo, al fin y al cabo no debe ser tan rencorosa como lo era cuando éramos pequeñas, se lo guardaba todo para ella, no lo perdonaba nada; no puedo imaginar como se puede quedar cuando se entere de lo que ambos hicimos, se quedará destrozada. No se volverá a repetir, joder, no puedo hacerle eso, nos conocemos desde que teníamos cinco años. 

Me echo agua en la cara para quitarme las lágrimas que se me han escapado cuando discutía conmigo misma. Cuando la puerta se abre y veo unas Vans negras y blancas, e inmediatamente me seco las lágrimas para que no se vea nada, ningún rastro de que estaba llorando, pero con la cantidad de maquillaje que me he puesto en los ojos y es inútil, ya me habrá visto. 

-¿Qué te pasa?.- Louis se agacha y me pone las manos en ambos brazos mientras yo sorbo por la nariz.

-Na...na..na-da- tartamudeo. Me está viniendo todo de golpe, y mi labio inferior está temblando- ¿Qué haces aquí?- le miro con los ojos enjuagados en lágrimas. Una pequeña traicionera se escapa y Louis la atrapa con la yema de su dedo pulgar. 

-Estás en el baño de los chicos, cariño- me levanta del suelo y me dedica una tímida sonrisa. 

-Mierda.- le aparto de mi lado y me pego a la pared de nuevo.

-Es imposible que no te pase nada, mira como estás- me señala- Cuéntamelo.

-Tú, tu eres lo que me pasa, me besaste ayer y hoy apareces con una amiga mía que conozco desde chica, tan tranquilo, como si no hubiera pasado nada, como si lo de ayer, para ti, no hubiera existido.-Lloro a moco tendido, y me cubro la cara con las manos para que no me vea.

-¿Qué? ¡Es eso' Ayer dijimos que lo íbamos a dejar atrás para pasar página, nadie tiene por qué saberlo.- pone los ojos en blanco.

-No me lo puedo creer, eres exasperarte, es tu prometida-señalo la puerta- Me besaste, ayer, no es nada que se pueda "superar" así como así, no es nada fácil.

-La gente se besa sin parar!- levanta la manos al techo- ¡Sabes qué' Díselo, me da igual, llevamos sin vernos como cinco meses, tiene unos cuernos que no entra ni por la puerta. No has sido la única.!

En definitiva, lo que e acaba de decir es que le ha puesto los cuernos con más de una, y le da igual ser infiel. 

-¡¿Quieres dejar de gritarme?! ¿¡Para que te comprometiste si has hecho lo que la has hecho?! ¡Eres un cerdo egoísta!- le empujo contra la pared. Abre mucho los ojos y se acerca a mí a una velocidad de infarto, contra la pared. 

Nothing Donde viven las historias. Descúbrelo ahora