Capítulo 13

32 0 1
                                    

Ha roto su promesa

-¿Como? ¿Que ayer estuviste en su casa? - mi padre desvía la mirada de el y la centra en mi.
Estoy rodeada de cuatro personas y tengo demasiados ojos puestos en mí, me estoy estresando.

-No.... Yo....

-Venga dilo- Me interrumpe John con unos ojos echos furia.

-Si, ¿vale? No tenia otra opción... -Mierda salí de fiesta. Joder- Salí con una amiga y su grupo y vino el, nos fuimos porque yo no tenia coche y todos estaban demasiado borrachos para traerme de nuevo y no iba a deambular a la una de la noche- Creo que me he inventado algunos detalles.

-¿Y porque no llamaste a un taxi? - Antes de que me dé tiempo a contestar pregunta de nuevo- ¿Y que hacías tan tarde por ahí?

-Creo que tiene edad suficiente para salir, tiene dieciocho años, se las sabe arrgalar sola.- Que me haya defendido de esa forma delante de mi padre me ha sorprendido bastante. Sobre todo, y teniendo en cuenta, que "no iba a decir nada".

-Creo que nadie te ha dado vela en este entierro. - Salta mi padre.
Esto va a acabar mal. Muy mal.

-A si que ya te puedes ir.

-No me pienso ir. Yo también duermo aquí. - Mierda. No no no no no

-¿¡Qué!? ¿Compartes habitación con un chico? ¿Cuando pensabas decirnos lo? - Se cruza de brazos.
Mala señal.

-Como so voy a decir algo si lleváis desde siempre controlando todo lo que hago. Salgo hasta la una con dieciocho años en la universidad y ya me lías la de Dios. - Revoco - Siempre acabamos igual, ahora me darás una charla de mil horas y te faltara tiempo para contárselo a mama.

-Es mi responsabilidad Melissa, no tienes ni dieciocho años, acabas de empezar la universidad y ya estas hasta las tantas. - Como odio ese nombre.

-Bueno tenéis que comprenderlo, ya soy una adulta, soy muchísimo más madura que niñas con más años que yo, no he bebido ni fumado jamás, para una vez que me suelto el pelo y mira. - Los ojos de John van como una pelota de ping-pong.

-Bueno, ya hablaremos, pero no vas a compartir habitación con él - Le señala.

En todo este discurso, andaba para arriba y para abajo colocando mi mochila para ir a un gimnasio que hay por la zona y busqué por Internet. 

-Tengo edad suficiente para ello, además fui a preguntarle al rector pero era una mujer y estaba discutiendo con alguien.- La vena del cuello de John se tensa inmediatamente.

-Si.... Esto, era yo, vi su sombra - Juro que es bipolar hay un ciento un por ciento de que lo es.

-Jovencito, no te metas en esta conversación, no tienes lugar. Tú - me señala, como de costumbre- y yo ya hablaremos cuando tu madre y yo tomemos una decisión.

-¡No lo entiendo! Alex, puede beber todo lo que quiera y más, puede legar a casa con una tía diferente cada dos semanas, ¿y yo no?No me parece justo, y totalmente machista por tu parte. Me saca un año, y sabes perfectamente que es por mi fecha.Y ¿qué' ¿Yo no piedo compartir en la universidad ¡porque es lo que me ha tocado! pero Alex si que puede?- Lo dejo atónito y sabe que llevo razón, por eso cierra la boca y se obceca en darme siempre la misma razón "porque lo digo yo" cuando ya no sabe que decir y no quiere admitir que alguien por una vez, lleva la razón, y no es él. 

Sale por la puerta y Antonia como una señorita sale y nos deja a solas. No se como afrontar esta situación, ni que decirle, ya ha roto una promesa y nos conocemos hace un mes.

-Escucha, prometiste no decir nada.- Pongo los brazos a modo de jarra como mi madre, Dios.

-Ya, pero tu te fuiste de casa sin decirme nada.- Sabia que me lo iba a echar en cara.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 31, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Nothing Donde viven las historias. Descúbrelo ahora