‡ Décimotercer Apocalipsis ‡ ‡ Rin y Len ‡

‡ Maldita Princesa ‡

Aquí comienza nuestra historia.

Un pequeño niño esta alistándose para dormir a la hora acordada como todos los días.

-Buenas noches mamá! Buenas noches papá!- exclamó él pequeño abrazándoles y yendo a su cama.

-Buenas noches hijo- le desea él padre saliendo de la habitación del pequeño seguramente a esperar a su esposa para descansar.

-Buenas noches mi niño- le dice su mamá con una sonrisa mientras arropa a su hijo con su manta cálida y suave, deja un pequeño beso en su frente y comienza a dar sus pasos para ir a descansar junto a su amado esposo.

Pero... Hoy algo cambia.

-Mamá!- le llama por primera vez él niño a la madre impidiéndole que llegue a la puerta y esta voltea.

-Si cariño?- preguntó ella algo extrañada, ya que él siempre se dormía al ser arropado.

-No tengo sueño esta noche... Podrías contarme un cuento?- le pidió él pequeño, algo nuevo.

-Esta bien hijo- dijo la madre y se sentó junto a el- Quieres escuchar sobre una princesa?- le propuso con aura misteriosa.

-Eso no es para niñas?- le debatió él pequeño sin mucho interés.

-Esta princesa es distinta, quieres que te cuente por qué?- menciona su madre y él niño asiente mientras la observa- Bien, comencemos:

Habia una vez... Un hermoso reino con habitantes amables y reyes que eran similares.

Era un reino donde habitaba la paz y donde se sentía él amor, cualquiera hubiese deseado vivir allí.

Pero, él color de rosa se acabó y este se volvió un lugar desagradable para vivir.

Él rey y la reina, eran ahora muy egocéntricos y egoístas, estos tuvieron una niña.

Esta niña creció, cautivando a todo ese reino de oscuridad con solo sonreír, era en verdad hermosa.

Pero, sus padres quisieron pasarse de listos con él destino, una deidad muy cruel si llegan a tratarle de una forma ignorante, esta deidad se enojo con los reyes y lanzo sobre él reino y la niña su enojo.

La niña fue maldecida, condenada a dormir cien años y quien sabrá que sucederá cuando despierte...

Él reino... Solo quedo en pie él castillo, todos los habitantes murieron, nadie sabe como, y alrededor de aquellas tierras teñidas de sangre crecen enredaderas y espinas que impiden él paso a quien quiera acercarse.

Pero se dice, que la maldita princesa dormida, despertará y hará que esas espinas cubran todo él mundo... Más eso le sera imposible porque un valeroso príncipe que la amará lo impedirá...

La madre dejo todo aquello en suspenso y miro a su niño cabecear del sueño.

-Y como termina mamá?- le pregunto él pequeño.

-Nadie lo sabe amor, aun no esta terminado, solo es un relato- le tranquiliza y besa su mejilla- Así que duerme tranquilo, mañana sera un nuevo día y un día menos para que el relato sea terminado- le aseguro mientras se iba de la habitación y él niño cerraba los ojos.

Esa fue la primera noche en que el niño tuvo una imagen, una simple imagen en un sueño...

Una linda niña, de cabellos dorados como el sol y piel pálida como la muerte, descansando sobre una gran cama.

Él niño habrá pensado que aquello fue solo producto de la historia contada por su madre, pero no fue así...

Soñó continuamente todos los días, con aquella hermosa joven que con respirar tranquilo dormía... O era así hasta cierto día...

Lo cierto es que... Había soñado con aquella preciosa Princesa Maldita.

Y cada día que pasaba, deseaba más que él amanecer no llegara para seguir observándola, aunque esta no le hablara, solo quería estar allí... Mirándola.

Tanto que, no se dio cuenta del sentimiento que nació en su corazón.