‡ Te Rescataré ‡

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Él joven a primera hora de la mañana siguió con su búsqueda hasta llegar frente a aquel lugar lúgubre donde se podía ver un gran castillo en ruinas y una torre que parecía ser abrazada por gigantescas espinas.

‘Por Favor, Sálvame…’- escucho aquella voz que tanto amaba en su cabeza.

Iré…- pensó aunque seguro ella no le escucharía.

“Date Prisa” - increíblemente le respondió.

De inmediato…- aseguro.

Él príncipe comenzó cortar toda aquella enredadera y espina que se interpusiera en su paso.

Él solo quería llegar a donde estaba su amada, emprendió ese viaje solo para rescatarla sin importar cuan en riesgo pusiera su vida ya que... Si no la tenia, que sentido tenia vivir?

Poco a poco se iba acercando más a donde se hallaba su princesa, veía alrededor los restos de lo que fue aquel reino...

"Antes de que termine él sueño de cien años..." pensó él en su mente apurando él paso ya que se acabaría él día de hoy.

Todo a su alrededor eran ruinas y huesos esparcidos, la tierra en verdad parecía roja.

Pero eso a él no le aterraba, solo se concentraba en llegar donde Rin dormía, quería, deseaba, anhelaba tenerle en sus brazos.

Ya al mediodía, se hallaba frente a aquella torre...

"Todavía tengo tiempo... Los cien años se cumplen al llegar él crepúsculo." dijo en sus pensamientos.

Tomo un par de dagas, y las clavo con confianza en las gruesas enredaderas de la torre, tendría que tener cuidado con las gigantescas espinas, pero no le importaría ser pinchado solo por poder mirar frente a frente a aquella que ama.

Y él joven Len, escalo y escalo, dispuesto a llegar donde ella se encontraba, atrapada en su edad por aquella maldición.

Aun no sabía como romper esta, él destino siempre juega con malos tragos, pero no se rendiría.

La tarde estaba entrando y él iba por la mitad agotado de escalar aquella gran torre.

Se sentó sobre una espina y comió una manzana que llevaba con él, recuperando fuerzas siguió con su camino.

Frente a él estaba él gran ventanal que le impedía llegar a ver a su Rin.

Corto toda enredadera que lo envolviera, mas cuando él quizo romper los vidrios de aquel... Su espada cayo.

-Crees que seria tan sencillo niño- escuchó la voz del destino- Ella esta protegida, solo cuando llegue él atardecer, se baja la guardia que la mantiene presa.- termino de indicarle con una risa algo molesta.

-Por qué sigues empeñado en impedir que la rescaten!?- le pregunto él príncipe enojado.

-Ella debe pagar por la ignorancia de sus padres, poco me importa si este mundo es destruido- aseguró él destino desapareciendo su voz en un gran silencio.

Él joven espero él atardecer, desesperado ya que la podía ver, como al principio en sus sueños, pero no podía tocar su suave y pálida piel, o ver sus hermosos ojos y escuchar su suave voz.

Cuando él atardecer llego este entro donde se encontraba dormida ella, le miro y se sentó a su lado tocando su fría mano.

-Jure rescatarte- murmuró besando la parte superior de su mano- Y he aquí mi promesa cumplida- la miro con amor.

Y se quedo allí, esperando que su amada despertara.

‡ Décimotercer Apocalipsis ‡ ‡ Rin y Len ‡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora