—¡Kiara, despierta! Ya es tarde.
Ella es mi hermana, Elieen Blair, cuatro años mayor que yo. Tiene 21 años y es muy hermosa; su cabello largo y ondulado, contrasta con su altura, piel clara y hermosos ojos azul claro. Es mi ejemplo a seguir, desde pequeña siempre quise ser como ella. Ante mis ojos, ella es como una madre para mí.
Trabaja de enfermera en la clínica de un pediatra desde hace un año, sigue asistiendo a la universidad para seguir estudiando medicina, pero va en clases nocturnas los sábados. Desde que cumplió dieciséis, empezó a trabajar en una cafetería para conseguir su propio dinero. Algo que fue bastante cuestionados por sus conocidos , ¿para que trabajar? Cuando tus padres son dueños de dos grandes empresas de vino, para muchos sería una dicha, para mis hermanos y para mí, una desgracia.
Ellos siempre están en su trabajo, nunca hemos desayunado todos juntos en una mesa, jamás hemos recibido su total atención, ni hemos visto afecto entre ellos. ¿Por qué? Es un matrimonio arreglado.
Dos años después de nacer Elieen, nació mi hermano Wes, un chico castaño y de ojos oscuros, la desatención de nuestros padres lo convirtió en alguien frío y algo asocial, sin embargo con Elieen y conmigo es alguien totalmente diferente. Al nacer yo, claramente un imprevisto y en pocas palabras un "accidente" nuestros padres contrataron a una señora que se convirtió en nuestra nana, la señora Featherstone, que por desgracia cuando cumplí diez años, murió de un ataque al corazón, mi hermana dice que su corazón era tan bueno que lo hacía frágil. Fue un golpe fuerte para nosotros, pero poco a poco lo superamos porque sabíamos que ella seguiría en nuestro corazón y nos rehusamos a tener otra.
—¡Kiara, tienes treinta minutos o irás en autobús a la escuela!
—¡Ya voy! —grito, mientras me siento en la cama, el frío del azulejo me ayudaba a despertar. Corrí al baño y tomé una ducha de doce minutos, cepillé mis dientes y medio sequé mi cabello. Me dirigí a mi armario y tomé una blusa manga larga gris, un suéter de lana con líneas blancas y azules, unos vaqueros negros y unos deportivos casuales. Até mi cabello en un media cola, tomé mi mochila y a la cocina.—¡Buenos días!
—Hasta que te dignas a bajar, Kiara —dijo mi hermana, mientras me pasaba el jugo de naranja.
—Mujeres, no entiendo porque tardan tanto —dijo Wes en forma de broma, mientras me daba un pequeño empujón el cual respondí con la misma fuerza.—¿Ya se fueron mamá y papá?
—Sí, salieron desde muy temprano. Kiara, Wes, apresúrense, que no quiero que lleguen tarde a sus clases.
—Okay, okay —dijimos mi hermano y yo.Luego de pocos minutos, subimos al auto de mi hermana.
Lindo inicio ¿no? La monotonía de la vida de una chica , las cosas pueden empeorar en vez de mejorar. Mi vida cambió, pero no tuve el cambio que esperaba. Nunca esperé que tantas mentiras dolorosas fueran a revelarse, que la vida me demostrara cual grande es su odio contra mí.
Esa fue mi última mañana cotidiana.
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Creo que tengo más de un año en no subirla. Pero una memoria que tenía mi hermana tenía los capítulos así que pude recuperarla.
Se que la narrativa o la trama no es la mejor, estuve debatiendo conmigo misma si debía cambiar esos aspectos pero cambiarían muchos cosas por lo que decidí que mejor no. Es mi primera historia, claramente no soy la misma niña del 2016 por lo que esta historia es como un pequeño viaje en el tiempo de cómo fue que empecé a escribir, es algo más sentimental.
Me disculpo de antemano si les molesta la forma en la que esta escrita y narrada prometo que sigo trabajando en mejorar y si gustan pueden ver mis avances en mis futuros proyectos.
De antemano agradezco a la personas que esperaron por la continuación de esta novela, gracias ❤️.
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Una pasión del corazón
Teen FictionSi sólo eran teclas, ¿por que es lo único que le da vida? Si es sólo música, porque la dulce melodía le susurra esperanza. Le dijeron que nunca dejara de sonreír, lo intento por mucho tiempo, enserio lo hizo. Con el sueño de ser una gran pianista...