Capítulo 2

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Hoy es mi primer día de clases después de las vacaciones de medio año. Estoy muy contenta de volver a ver a mis amigos y a mi tía Jeder, quien es la enfermera del colegio y la cual no pude ver en vacaciones. Mi hermano ya está en la universidad estudiando arquitectura, no es un alumno ejemplar ya que suele ser bastante grosero y perezoso pero sus notas no son para decepcionarse.

—Bien, Kiara, ya llegamos, pórtate bien, ¿okay? —dijo mi hermana mientras yo bajaba del auto.
—¿Qué no siempre lo hago? —preguntó con fingida indignidad.
—Si lo hicieras, no te lo recordaría —responde Wes rodando los ojos.
—Cállate, Wes —río.

Después de sacarle la lengua a Wes, el auto de mi hermana tomó marcha para llevar a mi hermano a la universidad. Pasé caminando lento hacia la entrada de mi escuela, hasta que un abrazo un poco brusco me detuvo.

—¡Kiara! ¿Qué tal las vacaciones?
—¡Jeldy! Pues normales, ¿las tuyas?

—Aburridas —reclamó, tan dramática como siempre, lo que me causó risa—. Mis padres cancelaron el viaje, porque según ellos tienen una "sorpresa" para mí, ¿Que es mejor que ir a Paris? No lo entiendo iba hacer un gran viaja, dicen que los franceses son guapos.

Nunca pude comprender como Jeldy tiene tanta energía en la mañanas, siempre luce fresca y llena de vida como si se inyectar adrenalina antes de salir de sus casa, gracias a ella mis malas mañanas se tornas buenas, sus dramas innecesarios me han arrancado más de una carcajada.

—Eres un caso —dije, mientras entrábamos e íbamos a la clase que correspondía.

Jeldy es mi mejor amiga desde que tengo memoria, es una chica muy linda. Su cabello un poco largo y rizado, unos ojos color miel que con cubiertos por unas larga pero rectas pestañas y una tez clara y siempre con una tierna sonrisa que resalta su único hoyuelo.

Al entrar, buscamos nuestra clase y como era de esperarse, llegamos primero, así que tomamos asiento en la misma mesa para iniciar una tranquila charlar.

—¿ Y qué tal está Wes? Supe que el pobre sólo tuvo una semana de vacaciones.
—Ni que lo digas —Rodé los ojos al recordar el mala humor que tuvo durante esa semana.
—Mira, ahí viene el que te roba los suspiros —molestó, mientras mandaba una mirada discreta a la puerta y me susurraba al oído.
—Cállate, eso no es cierto —murmuré, mientras disimuladamente me recostaba en mi brazo para no exhibir mi sonrojo.

—Okay, okay. ¡Oh! Mira y viene con Silver. ¡Silver, ven!

Levanté mi mirada para ver con reproche a Jeldy, para luego mirar al frente y notar como Silver saludaba y se despedía de su amigo.

—Hola, Jeldy, Kiara.
—Hola, Silver —salude acomodando mis cuadernos.
—Oye, Silver, ¿es cierto qué Evans se mudó a una de las casa de tu vecindario?
—Sí, se mudó a la que te dije que vendieron los Bereths.
—Ohhh, son vecinos y amigos... —dijo mi amiga, para luego darme un ligero codazo. Para nada disimulado.
—¿Qué tal tus vacaciones, Kiara?
—Pues no salí de la ciudad ni nada, sólo fui a mis clases de música y tuve dos presentaciones —contesté con simpleza.
—Y no me invitaste —comentó Jeldy, fingiendo indignación.
— ¡Y yo que creí que era tu amigo. — Silver tomó la misma expresión de Jeldy.
—Silver.
— Dime.
— Tu expresión de "dolor" es un asco, deberías ir a clases de actuación —respondí con
burla.
— Ohhh, tus palabras atraviesan mi corazón como dagas y... sí, necesito clases —dijo con resignación, para luego los tres soltar una carcajada.
—¿Y dónde están Erick y Thiago?
—Pues Erick me dijo que no iba a venir hoy, porque quería descansar y de Thiago ni idea —contestó Jeldy.
—Tú siempre sabes todo, Jeldy, me sorprendes. O más bien, siempre sabes todo sobre Erick — dijo Silver con burla y picardía.
—Cállate, Silver, Erick es mi amigo. Además, ayer estaba aburrida y Kiara no contestaba el celular así que llame a Erick y nos pusimos hablar y me contó que no vendría hoy. Nno imagines cosas.

Después de esa cómica escena, llegó el profesor de física poniendo orden y gritando, para luego empezar a escribir en el pizarrón sobre no sé qué cosas de la velocidad. ¿Enserio? Ni siquiera una pequeña bienvenida y un "Espero que hayan disfrutado sus vacaciones", supongo que no le interesa esconder sus odio por el salón.
Mientras me aburría y combatía contra el sueño que me provocaba esa clase, observé a mi derecha para ver al chico que estaba en la misma mesa que Silver.

Él es Evans, Kilian Evans, el chico más cortante y orgulloso de la escuela. Extrañamente, Evans empezó a gustarme, corrijo, no a dejado de gustarme. Ingreso a la escuela hace dos años aunque nunca he tenido una charla decente con él , bueno, sólo una pero fue por un trabajo de biología lamentablemente esa semana él contrajo un resfriado que lo hizo faltar a clases así que al final tuve que hacer todo el trabajo sola. Kilian es amigo de Silver, mi mejor amigo, y sólo por eso es que a veces intercambiamos un "hola", "adiós", "¿qué tal?" o cruzamos miradas, nada fuera de lo normal. Eso me hace pensar, ¿cómo te enamoras de alguien que prácticamente no conoces? Cada vez que me lo pregunto suena más estúpido y me hace sentir estupida, pero en el tonto corazón no se puede mandar.

Una pasión del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora