¿Me Amas?

C A P I T U L O - 7

La pequeña niña lo tomó de la mano para llevarlo lejos de ahí, sin siquiera percatarse del fuerte agarre que ella le daba, Hide solo pensaba en Kaneki y los posibles escenarios por los cuales se tenía que ocultar una dulce niña como Hinami, pero ninguno le convencía, había huecos en la poca información que había adquirido hace un momento. Solo tenía una teoría poco grata, su última conclusión lo llevaba a que uno de la cafetería era un ghoul, y que estaba siendo encubierto por sus mismos compañeros, y posiblemente no querían que la niña estuviera en ese entorno hostil.

A los pocos minutos se lograron adentrar a un callejón, del cual Hinami le abstuvo de salir hasta la calle principal; permanecieron un rato ahí hasta que multiples patrullas de la CCG pasaron a toda velocidad a la calle de la cafetería. Hide la miró a lo lejos y se cuestionó si realmente conocía a los que el concideraba amigos.

—Hinami, necesito saber que está pasando.— La niña nunca había visto serio a Hide, quien siempre mantenía una suave sonrisa en su rostro.

—No pasa nada, todo está bien.— Le sonrió tan forzosamente que logró sentir como su rostro se deformaba, era muy mala mientiendo porque nunca había tenido la necesidad de mentirle a nadie.

—Hinami...— Hide estaba muy dispuesto a obtener un poco mas de información hasta que miró esos ojos miedosos que le decían que necesitaban un abrazo en vez de un interrogatorio, y eso hizo, la abrazó con fuerza hasta que la escuchó llorar. —No sé que está pasando pero te prometo que se va a solucionar.

—Ojala todo fuera tan facil...— Su llanto apenas y la dejó hablar, volviendo su cara roja e hinchando sus ojos.

El chico la consoló tanto como pudo, acarició su cabello y dejó que llorara en su hombro todo lo que quisiera. Por más que tratara de entender el comportamiento de Hinami no podía, no tenía todas las piezas del rompecabezas que buscaba armar.

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El agente Amon miró su teléfono y vio el dichoso mensaje, suspiró porque en verdad no estaba listo para esto, él aún creía que los empleados de la cafeteria eran inocentes, no quería llegar con su equipo a quitar la tranquilidad de tan bonito lugar.

El mesero que siempre lo atendía llegó con los cinco cafés que había pedido, le agradeció y pagó tan rápido como pudo. Tomó todas sus cosas y se dispuso a salir cuando el intercomunicador en su oído sonó.

—¿Qué crees que estás haciendo Amon? ¡Vuelve a tu puesto y espera la señal!

—Lo siento, pero no pienso formar parte de esto.

Salió de la cafetería y siguió oyendo como le gritaban, se quitó el intercomunicador y lo tiró en un bote de basura, sin importarle la gran represalia que iba a tener después de que acabaran con el operativo. En ese momento nada le importó, solo no quería atacar a personas inocentes.

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Kaneki le dio una mirada rápida a Touka, quien se había tranquilizado al ver como salían con disimulo los agentes que ella también había identificado, los que estaban encubierto.

El chico también respiró pero su tranquilidad le duró poco, un mensaje de Hide lo dejó más nervioso que antes.

"Muchas patrullas de la CCG van a la cafetería y Hinami se ha puesto a llorar, ¿qué está pasando Kaneki?"

Kaneki se puso tras el mostrador y le enseñó el mensaje a su amiga.

—Esto apenas acaba de comenzar, avísale al jefe y a los demás que se preparen.— Esas fueron las últimas palabras de Touka antes de mostrar como cambiaban sus ojos y se ponía su máscara de conejo, gritando a los clientes que se fueran y comenzando a pelear con un agente escondido que no había logrado detectar.

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19/09/19