Cuando se cumplió un mes de las visitas constantes de aquel hombre bien vestido y misterioso, Kaneki comenzó a ser más cauteloso.
Un día se había dado cuenta de que estaban siendo investigados por la CCG, no iba a negar qué eso no lo alarmó, pero mientras sólo fuera sospechas por parte del otro, el aún podía respirar con tranquilidad.
El hombre nuevamente llegó como todas las mañanas, y pidió lo mismo. Sonriendo y agradeciendo a Kaneki por tan buen servicio, cosa que siempre hacía, incluso parecía un tipo de ritual entre ambos. Saludar, pedir y agradecer.
También durante ese mes, Hinami no se presentó en ningún momento en la cafetería. No querían correr el riesgo de perder a aquella niña tan dulce y linda. Ya sea que la capturaran o mataran. Ninguna opción era buena.
Touka terminó de preparar el café y Kaneki se lo entregó de inmediato al hombre, logrando escuchar algo qué definitivamente lo puso nervioso.
—Traigan todo el equipo necesario— Susurró antes de colgar.
Kaneki siendo un mesero mas en la cafetería, no debía prestar atención a comentarios o conversaciones que no le incumbían, pero siendo también un ghoul, debía poner atención hasta el más mínimo detalle sobre en cuanto al hombre respectaba.
—Aquí está su café— Se acercó sonriendo. Como siempre hacía.
—Gracias. ¿Podrías por favor preparar unos cinco cafés más?, unos compañeros vendrán.
—Por supuesto, en seguida los traigo.
Volvió con Touka y le entregó el pedido. Con cautela dio una rápida escaneada al lugar y se dio cuenta de algo realmente malo.
Habían dos agentes más en otra mesa.
Se sintió tan vulnerable y miserable por sentir un miedo tan grande qué fácilmente podía rebasar el sentimiento que tuvo cuando supo que Rize era un ghoul y trató de matarlo.
Ni temía esta vez por su vida, no tenía la más mínima duda de que no tenía miedo a la muerte, si no, más bien temía por aquellas personas que constantemente estaban a su alrededor. Revoloteando y deseándole lo mejor, por ellos temía.Nuevamente tuvo ese sentimiento de querer proteger a los demás.
Tenía que hacer a un lado su miedo aunque fueran por unos pequeños instantes, él debía que alarmar a todos, y en el mejor de los casos, salir todos ilesos. Desapercibidos de esa mala situación.
—Ahora vengo— Susurró muy bajo para que sólo Touka lo escuchara. Ella asintió y él se fue de inmediato donde estaba el teléfono de la cafetería.
Tenía que alarmar a los demás.
✾ ✾ ✾
Kaneki lavó su cara con suma suavidad, teniendo miedo de herirse a sí mismo con sus propias manos y fuerza. El se tenía miedo, tenía miedo de cuan fuerte podía ser, de cuanto terror y pánico podría causar su nueva condición qué estaba enterrado en lo más profundo de su ser. Por mas que quisiera arrancarlo, no le era posible.
El no era tan afortunado.
Se miró al espejo y solo vio una persona con la boca manchada de un carmín espeso y metálico, ojos tristes con mirada melancólica y llena de dolor, arrepentimiento y un fuerte sentimiento de querer acabar con su vida desde el momento en que se enteró de su terrible condición.
Porque eso era para Kaneki, una enfermedad sin cura.
Desde su operación había sido injustamente condenado a algo del cual no quería formar parte. Conoció a gente maravillosa gracias a eso, sí, pero no era lo que realmente deseaba para su futuro.
Un futuro con un camino color carmín impreso de por vida.
Aunque, por primera vez, se sintió afortunado de ser ghoul. Se sintió orgulloso de ello.
Iba a protegerlos con todo lo que tuviera a su mano. Incluso sí eso causaba su muerte.
Ellos lo valían.
Si los agentes se mostraban hostiles, el también lo haría, mostraría cuan fuerte era. Incluso si Hide estaba ahí. Estaba harto de ocultarle esto a quién siempre había estado a su lado, quién en varias ocasiones le ofreció su hombro para llorar, gritar y maldecir.
Se lo debía. A todos.
Ya nada importaba. El pelearía sí era necesario.
Pelearía por los que amaba.
-----------------------------
28/08/18

ESTÁS LEYENDO
¿Me Amas?
Fiksi PenggemarLa historia se centra poco después de que "el gourmet" secuestrara a Kaneki. Por lo qué Hide no sabe nada, pero poco a poco va descubriendo el secreto de todos los empleados de la cafetería Anteiku. Descubriendo a la ves, qué comienza a sentir cosas...