CAPÍTULO 8

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Su amor, su vida, aun no lo recordaba, luego de tanto tiempo.

Se incorporó dejando salir las últimas lágrimas que quedaban, esperaría. Si espero 2 eternidades, otra más no haría tanta diferencia. Respiro profundo y dio una sonrisa forzada a Sungmin, al tiempo que se inclinaba, dejando un beso en la frente de su pequeño.

-Descansa, mi amado Sungmin, esperaré...esperaré todo el tiempo que sea necesario por ti.- susurró.

Caminó hacia la puerta de manera elegante, impecable, como si no se hubiese derrumbado segundos antes. Salió de la habitación dejando a Sungmin aún más confundido.

Pasó toda la noche y parte de la mañana pensando en lo que Kyuhyun había dicho. ¿A que se refería con que lo había recordado todo?. ¿De que tres mundos hablaba?.

No entendía por que Kyuhyun estaba tan obsesionado con él. ¿Realmente habían tenido una vida pasada?. "Imposible" pensó.
Pero...¿ Qué significaba la risa de ese bebé y el llanto de Kyuhyun en su cabeza?.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar los platos chocar contra la mesa del comedor del palacio, tenia la cabeza tan sumida en sus pensamientos que no recordaba estar apunto de desayunar. Le regaló una amable sonrisa al sirviente que había traído su desayuno. Recordó a Siwon. ¿Qué habría pasado con el?, no sabia nada desde aquel incidente.

Kyuhyun entró al comedor. El sirviente dio una pronunciada reverencia al tiempo que se dirigía a la cocina por la comida de su Rey. Se veía espléndido, radiante, con ese traje azul que resaltaba su tono de piel.

-Buen día Sungmin.- dijo simplemente mientras se sentaba frente a él.

Tan raro. Un día le daba los besos más cálidos que había recibido en su vida y al otro lo trataba como un completo desconocido.

-Sir Kyuhyun...¿En donde esta Siwon?.- preguntó, yendo al grano.

Kyuhyun lo observó molesto. Odiaba que su pequeño hablara de otro hombre con tanta preocupación.

-En donde debería estar por lo que hizo, mi amor-.Respondió mientras el sirviente ponía sus platos en la mesa.

-¿En donde?-. Siguió Sungmin

-Fuera de este reino.- respondió metiéndose un trozo de fruta a la boca. Sungmin no insistió, no tenia caso, ese hombre no diría nada.

Estuvieron unos cuantos minutos comiendo en silencio, hasta que Sungmin habló.

-Sir Kyuhyun. ¿Puede por favor explicarme lo que dijo ayer?- Lo vio con ojos suplicantes, esos ojos, nunca olvidaría esa mirada. Cada noche ponía la misma, suplicando por más.

-¿Sobre qué?- dijo fingiendo indiferencia.

-Sobre los tres mundos y de nuestra vida pasada...- vaciló- por favor, expliqueme.- pidió.

Kyuhyun saltó de su silla, haciendo que rechinara, caminó rápidamente hacia Sungmin, lo tomó por la cintura y lo alzó hasta que estuvo a la altura de sus ojos. Sungmin sólo se dedicaba a ver esos grandes ojos chocolate. Kyuhyun subió su mano derecha hasta la mejilla de Sungmin, acariciándola.

-Dime Sungmin- lo apretó más contra si.-¿Recuerdas esto?.- el beso que le dio era criminal. Pasando su lengua por toda la cavidad de su amor, marcando todo lo que una vez fue suyo, saboreando su esencia. Acariciando su cintura dulcemente. Sungmin se apartó bruscamente, buscando aire. Kyuhyun aún lo tenia sujetado por la cintura.

-Por favor...- suplicó Kyuhyun.- di que lo recuerdas. Di que me amas tanto como yo a ti. Di que me necesitas, que me deseas, yo...- vio la confusión en Sungmin.- olvídalo.- lo soltó delicadamente. Sungmin lo abrazó fuertemente por la cadera, dejando la cabeza en su pecho.

-Yo...lo siento Kyuhyun, ahora no lo recuerdo-susurró.- pero Ayúdeme, por favor, quiero recordar, saber por qué me ama tanto- apartó la cabeza para verlo a los ojos.- saber la verdad de todo esto.- concluyó.

Los ojos de Kyuhyun brillaban por la necesidad de llorar.

-Está bien Sungmin, yo te ayudaré - su mirada estaba llena de amor.- sólo Ayúdame tu a mi- yo...yo te amo demasiado, te deseo demasiado- Acarició sus finos cabellos dorados.- ¿Me permitirás tocarte luego de la boda?.- preguntó, teniendo miedo a que su pequeño le negara lo que tanto deseaba. Llevaba mucho tiempo en abstinencia, quería tocarlo ya.

El silencio que hubo casi mata a Kyuhyun.

-Si.- respondió Sungmin mientras se sonrojaba.

Kyuhyun no pudo evitar la boba sonrisa que escapó de sus labios, al fin tenía avances con Sungmin, su pequeño, su vida, lo amaba tanto.

El día de la boda había llegado,
Sungmin se veía hermoso en ese traje color crema que se pegaba a su cuerpo, realzando su figura y su gran trasero. Estaba muy nervioso, de nuevo en esa situacion. Había creído que seria una reunión pequeña como la anterior,pero no. El salón era gigantesco y había mucha gente, todos esperando la unión de Moonlight y Sunset.

Estaba detrás de una gran puerta de caoba. Escuchaba los murmullos detrás de ella, hablando de su huida de hace unos meses, esperando a que el hermoso príncipe del reino Sunset pasara a ser el Rey de Moonlight. Sintió unas leves palmaditas en su hombro izquierdo, dio la vuelta encontrándose con su padre.

-Padre.- lo observó confundido.

Su padre lo abrazó acercándolo
A su pecho, mientras acariciaba su cabellera rubia.

-Oh mi Sungmin- susurró en un lamento.- realmente siento todo esto- lo vio a los ojos.- Mamá y papá verdaderamente lo sienten.

¿Su padre no sabia nada?. Pero... ¿La ruina de Sunset era solo una casualidad para justamente casarse con Cho Kyuhyun?. Todo era tan confuso.

-No te preocupes padre, entiendo.- dijo secamente, no estaba tan feliz al unirse con Kyuhyun después de todo. Solo quería saber la verdad.

-Gracias.- susurró su padre tristemente al notar la indiferencia de Sungmin, tomó su brazo derecho para cruzarlo con el suyo.-¿listo?.- preguntó, la tradicional música empezó a sonar.

-Listo.- respondió. La gran puerta se abrió, dejando ver a la elegante gente tras ella. Su padre lo guió al altar en donde Kyuhyun lo esperaba, todos habían quedado impresionados con la belleza del hijo de los Lee. Kyuhyun no se había quedado atrás, sus ojos lo recorrieron sin una pizca de disimulo. Haciendo a Sungmin sonrojar.

-Por favor, hágalo feliz, Sir Kyuhyun.- dijo su padre cuando llegaron al altar.

-Siempre.- respondió Kyuhyun sin apartar la mirada de Sungmin, tomándolo de su delicada mano para acercarlo a el. La ceremonia tomó lugar, luego de un gran sermón, llegó la parte en donde tenían que contestar.

- Señor Cho- dijo el reverendo.- ¿Acepta a Lee Sungmin como su esposo, estar con el en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, cuidarlo, amarlo y respetarlo por el resto de su vida?.

-Acepto.- dijo al instante Kyuhyun.

El padre asintió y vio a Sungmin, repitiendo las mismas palabras.

-Yo...- observó a todo la gente del salón, viendo a su madre y a su padre en la primera fila de todas, con sus rostros llenos de preocupación.- Acepto.- contestó.

-Puede besar al hermoso novio.- sonrió el reverendo a Kyuhyun.

Kyuhyun lo tomó suavemente por la cintura y alzó su barbilla. Acercó sus labios a los de Sungmin, juntándose en un dulce, inocente y tierno beso. Al separarse la gente aplaudió de manera sofisticada.

Estaba hecho. Ahora era el Rey de Moonlight. Ahora era el esposo de Cho Kyuhyun.

Continuará...

OBSESIÓN  [KYUMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora