Parte DOS

4.5K 378 142
                                    

El pasillo era oscuro y olía a podrido, a lo lejos podía escucharse los gemidos de los caminantes cercanos.

Daryl entrecerró los ojos y miró entre la oscuridad de aquél sendero. Era difícil pero sus ojos comenzaban a acostumbrarse a la negrura de la oscuridad.

Una puerta, dos, tres. Eran muchas y la mayoría estaban cerradas o vacías. Era como buscar una aguja en un pajar, pero no se daría por vencido, lo haría por Carol, ella lo necesitaba.

Rick estaba en la misma celda recostado, estaba revistiéndose a la idea de que Lori ya no estaba, le dolía, aunque sabía quién era ella no lograba sacarla de su mente. Sabía lo ocurrido con Shane pero aun sentía amor por ella. Y ahora ya no estaba.

Carl estaba en otra celda, se abrazaba las piernas y miraba al piso como rogándole olvidar lo sucedido... Había tenido que matar a su madre.

En la sala B el llanto de un bebé era el único sonido, todos los adultos estaban callados y mirándose unos a otros esperando a quien se atreviera a romper el silencio, pero nadie lo hacía. Todos se sentían extraños.

La noche comenzó a caer con rapidez y pronto Daryl se encontró con la más profunda y aterradora oscuridad silenciosa, él no tenía miedo pero sabía que era peligroso estar ahí cuando también había caminantes.

Daryl decidió regresar y buscar a Carol por la mañana, ella era fuerte y resistiría. El arquero lo sabía. Él confiaba en ella. Además, una pequeña parte de él creía que estaba buscando a un cadáver andante. Se resistía a pensarlo pero muy en el fondo lo pensaba aún.

Dio media vuelta y regresó a donde se encontraba el grupo. Al entrar en aquella sala se dio cuenta de lo incómodos que estaban todos. No le importaba quedarse callado, era lo que más prefería en ese momento.

Después de un rato, ya tenía sueño. Había comido un poco de sopa y tenia un plato para Rick, iría a dormir con él para asegurarse de que no hiciera nada estúpido.

Cuando llegó a la celda, Rick estaba recostado aun. Sollozaba y gemía de tristeza, Daryl se sentía realmente mal por su amigo. Quería verlo mejor aunque sabía que eso no sería pronto.

Todos estaban dormidos, Daryl tenia a la bebé en los brazos y también acompañaba a Rick en su cena. Le había costado mucho hacer que Rick tomara el plato con comida.

—¿Estas mejor?— Preguntó el arquero

El sheriff asintió mientras se metía una cucharada de sopa en la boca.

— Gracias — Habló con la boca llena
— Tienes que ser fuerte Rick, tienes que controlarte— Dijo el arquero mientras mecía a la bebé
— Lo intento, Daryl. Pero no puedo — Se le comenzó a quebrar la voz- solo pensar en Lori me hace...- Comenzaron a caer lágrimas de sus ojos azules
— Estaré aquí para ti amigo, tomaré el cargo por un tiempo pero no soy bueno en esto. Por favor, inténtalo — Daryl de verdad no sabía cómo se sentía ser un verdadero líder
— Trataré — Pronunció con dolor

Las lágrimas seguían cayendo por las mejillas barbudas de Rick. La poca luz de la lámpara hacía que los senderos de aquellas gotas se iluminaran. Daryl se acercó al hombre y con la mano libre limpió el líquido.

— Eres fuerte, eres un pilar importante, te necesitamos — Dijo Daryl

Rick se puso de pie y dejó el plato en la cama, se limpio la boca y se acercó a la bebé. La miró como contemplando a la nueva vida en el grupo. Después Daryl se la acercó y el sheriff la tomó en sus brazos.

— ¿Como se llamará?— Preguntó Daryl
— No tengo idea — Habló Rick sin apartar la vista de la bebé
— Que te parece... Amy — Habló Hershel desde la entrada de la celda
— No, sería mejor algo que intimide... Que te dé temor el solo pronunciarlo — Habló Daryl
—Basta — Bromeó Rick
 —¿Que les parece "Pequeña patea traseros"? — Dijo Daryl y acarició las mejillas de la pequeña.
— Muy original — Dijo Rick sonriendo de oreja a oreja
— Estas loco, una bebé no se llamaría así — Comentó Hershel —Piensen en un nombre mejor — Eso sonó con un dejo de comedia, se fue dejando un eco en la habitación
— Duerme si quieres — Habló Rick mientras mecía a la pequeña
— No, lo necesitas mas tú — Comentó Daryl
— De verdad — Agregó el sheriff — mejor duerme un poco y después yo. ¿Esta bien?

Daryl estaba muy cansado y la idea de dormir un poco le agradaba mucho. Pero no estaba seguro.

— Anda, estoy bien — Confirmó Rick
— Esta bien, despiértame en unas horas — Dijo Daryl y se recostó en el catre polvoriento y viejo

Rick siguió meciendo a la recién nacida y al verla le recordaba a Lori.
Todas la cosas que alguna vez quiso decirle ahora ya no podría. Todo lo que hubiera querido hacerle ya no podría. Ahora solo vivía en su memoria y eso le dolía.

Las lágrimas regresaron a las mejillas velludas del sheriff y caían en la chaqueta que cubría el cuerpo de la bebé. Cada vez era más difícil contenerse. Cada vez el nudo en la garganta era más ajustado. Cada vez era más difícil parar.
La bebé dormía al igual que Daryl y los demás del grupo excepto Glenn que estaba haciendo guardia.
Rick, en un intento por relajarse dejó a "La pequeña patea traseros" a un lado de Daryl y salió al patio.

Necesitaba tiempo sólo. Necesitaba espacio. Necesitaba asimilar la muerte de Lori. Al llegar al patio divisó a Glenn con un arma. Se escondió, no quería tener que volver a hablar con alguien sobre lo de Lori. Entró de nuevo a la prisión y caminó por los pasillos, una puerta, dos, tres, diez. Eran muchas y todas conducían a algún lado. Se adentró en una al azar y se tiró en el piso. No lograba dejar de llorar, le dolía el pecho por dentro y sentía el dolor en carne viva. Una vez que comenzó a llorar no pudo detenerse.

MI SALVADOR. (Rickyl) (TWD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora