Capítulo I - ¿Ahora eres real?

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Mi mente comienza a recordar el momento cuando me enteré que había sido aceptado en la escuela de nivel medio superior que tanto anhelaba. Mis padres se encontraban felices y a la vez aliviados, después de todo no tenían muchas esperanzas en que lo lograra. Mi hermana mayor me felicitaba con una tonalidad sarcástica debido a que siempre ha sido superior a mí en los estudios y se encontraba completamente becada en una prestigiosa universidad.

«Esta vez les demostraré que yo también puedo obtener un buen promedio»

O eso es lo que pensaba, al mismo tiempo que recuerdo todas estas cosas, mi visión se nubla mientras caigo al suelo hacia un lado. Ya nada importa pues estoy a punto de morir.

—¡Idiota! —es la última palabra que escucho mientras me encuentro en el piso, veo un par de zapatos dar media vuelta y alejarse.

Todos alrededor comienzan a reír, logrando dar el toque perfecto para esta humillación el primer día de clases, todo se vuelve silencioso y oscuro. Esto será el final, mi vida se escapará sin haber cumplido mis metas…

—Leo despierta, Leo vuelve a la vida—. Comienzo a escuchar una voz lejana en esta infinita oscuridad, enfrente de mí aparece una silueta celestial iluminada por un resplandor impresionante.

—¿Eres el Arcángel Gabriel? ¿Mis pecados capitales fueron perdonados por el dios Yahveh para llevarme al Nirvana?

—¿No acabas de mezclar religiones? —me contesta una voz femenina de forma burlona con algunas carcajadas cortas en ella.

Después de escuchar estas palabras regreso a la realidad y veo a una chica a un lado mío cubriéndome el rostro con una gran chamarra de color blanco.

—Sabes que no estoy muerto ¿Verdad? —contesto con una tranquilidad extraña para esta situación.

—¿Por qué lo preguntas tan calmado como si hiciéramos esto todos los días?

—Tal vez porque todos los días que nos vemos hacemos este tipo de cosas.

—Bueno, tú iniciaste al decir cosas de pecados capitales y el Nirvana. Supuse que tu exageración merecía algo como esto.

Técnicamente tiene razón, el decir que iba a morir es muy exagerado para lo que en realidad pasó. Sin embargo, en mi mente siempre tiendo a exagerar mucho y burlarme de los demás; esto lo hago principalmente para divertirme un poco. Mi comportamiento fuera de ella es completamente diferente, ya que prefiero quedarme callado y no hablar con casi nadie.

—Como sea—. Respondo mientras me levanto y sostengo la chamarra en mis manos. 

—Buenos días Leo, veo que ya despertaste —dice la chica mientras sonríe y comienza a quitarme restos de polvo de la playera.

—Buenos días Brenda —contesto al mismo tiempo que le entrego su chamarra—. Oye ¿Esta chamarra no es muy gruesa?

—Sí, pero mi abuela no quiere que me enferme en los primeros días de escuela.

—Ya veo… Cierto la escuela, mejor entremos, quiero explorar un poco.

—Sí, claro.

Después de decir esto último, ambos nos dirigimos hacia el edificio que se encontraba frente a nosotros, listos para empezar el año escolar.

***

Las clases pronto acabarán y no hemos hecho nada más que presentaciones una y otra vez, hora tras hora, profesor tras profesor. Esto siempre es lo más tranquilo y a la vez molesto del inicio de un año escolar. Lamentablemente Brenda fue asignada a otra clase, así que tengo que platicar con alguien más para no aburrirme. No he hablado con casi nadie más que un chico que se sienta detrás de mí, su nombre es Nicolás; parece alguien tranquilo y agradable, ambos tenemos un gusto similar por las series de anime y manga.

Odio las Comedias Románticas EscolaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora