La calma que sentía hasta hace unos segundos es interrumpida por una sensación fría que recorre todo mi rostro.
—¡Fue un accidente! —grito con desesperación mientras agito mis manos.
El escenario donde me encontraba ha cambiado completamente, puedo notar cómo pequeñas gotas escurren de mi cabello, me encuentro sentado sobre extenso pastizal, un gran árbol me cubre de los rayos del sol.
—Ya era hora que despertaras —escucho una voz a mis espaldas.
—¿Dónde estamos? —pregunto a la chica detrás de mí mientras giro mi cuerpo hacia ella.
—En el parque, a un lado de la plaza —responde Paola. Poco después vuelvo a sentir como una gran cantidad de agua cae sobre mí.
—¡¿Qué demonios está pasando?! —exclamo con desesperación mientras me levanto de un salto.
—Listo, se vació la cubeta. Fue un placer hacer negocios con usted señorita, aunque es raro que despierte a su novio de esa forma —dice un hombre desconocido que se aleja con un balde de metal.
—¡No soy su novio! —grito, apenado. Vuelvo a sentarme frente a la chica de nieve.
—¿Por qué estás sonrojado? El hecho que te alteres de esta manera por una simple confusión da a entender que sientes una atracción hacia mí, es asqueroso.
—¡Silencio! Además, ¿quién era esa persona y por qué me empapó con un balde de agua helada?
—No lo sé, simplemente le pagué para que te trajera hasta aquí y te despertara.
—¿Traerme hasta aquí? —Por mi mente regresa la escena antes de perder la conciencia, no hay duda, nuevamente fui víctima de esa chica temperamental—. Cierto, pero ¿cuál fue el motivo esta vez para recibir una patada?
—La acosaste sexualmente —contesta Paola, con una tonalidad sincera.
—Cierto, la acosé sexualmen… ¡¿Qué? Es imposible que yo hiciera algo así!
—Claro que ocurrió, de hecho yo lo vi todo. Perseguías a esa chica a toda velocidad como un animal salvaje, la joven entró al parque mientras tú le pisabas los talones. Cuando estabas a cierta distancia te abalanzaste sobre ella como una fiera en celo y desaparecieron entre unos arbustos, después de unos minutos ella salió corriendo y tú estabas inconsciente.
—¡Eso no fue mi culpa, tropecé con algo! —Recordando la escena, intento defender mi inocencia con desesperación—. ¡Además, no sabes lo que en verdad pasó y… No soy un violador ni nada por el estilo!
—Por favor, mantén la distancia o lo consideraré otro de tus ataques en busca de satisfacción carnal. —Es la respuesta que recibo ante mis palabras.
—¿Qué clase de escoria crees que soy? —digo, con frustración. Después de unos segundos de silencio continúo la conversación—. ¿Y bien?
—¿Qué?
—¿Dónde se supone que estabas? Estuve buscándote por todas partes.
—E-eso es bastante… obvio —contesta Paola; cabizbaja y sonrojada.
Intento comprender el significado de sus palabras hasta que recuerdo mi encuentro con Brenda y Nicolás.
—No me digas que te escondiste al verlo. —Al parecer mis sospechas son correctas, la chica de nieve solo observa el pasto mientras su cara se torna más roja. Suspiro.
—¿Y bien? —pregunta Paola después de un breve tiempo.
—¿Qué? —respondo.
—¿Qué clase de perversiones le hiciste a aquella chica?
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Odio las Comedias Románticas Escolares
Teen FictionSinopsis: Leonardo vivió casi toda su infancia sin amigos, es por este motivo que inventó a una persona con quien jugar. Una pequeña niña de nombre Erika, sin embargo, al transcurrir los años empezó a olvidarla y seguir con su vida. Ahora él es un e...