Haciéndola Mi Propiedad

20. Lobos Blancos

Silviu se voltea de lado a lado en el suelo mientras goterones de sudor corren por su frente. En su sueño, veía un lobo blanco en el balcón de la habitación de Daciana en la mansión aullando algo adolorido. Silviu continuó moviéndose y le preguntaba en sueños al lobo que por qué lloraba. El lobo solo seguía aullando, y justo cuando le fue a responder, Lucian comenzó a sacudirlo.

-"¡Oye, Silviu! ¡Despierta!"- le llama Lucian.

Silviu abre sus ojos y mira a su alrededor algo confundido. Se sienta lentamente tratando de despertarse por completo. Sorin también estaba moviéndose mientras dormía, y eso le preocupaba un poco a Silviu.

-"¿Qué le pasa?"- preguntó Silviu mientras se acercaba a Sorim quien parecía ansioso hasta en sueños.

Lucian sacude su cabeza y explica que siempre había sido así, pero desde que Daciana había descubierto quien era su verdadera abuela había estado sucediendo con más frecuencia.

-"Temo que sabe más de lo que le dijo a Daciana. Solo pienso que le dijo una explicación en general"- dijo Silviu.

-"¿A qué te refieres?"- preguntó Lucian algo confundido.

-"En el castillo oí que Sorin solía ser un humano cuando naciste y que luego de salvarte la vida en un accidente se convirtió en vampiro. Dijo que tenía veintodos años eternamente, lo que significa que es 18 años mayor que tu y Daciana"-

Lucian fruce el ceño algo pensativo.

-"Si Dacia era la abuela de Daciana, tal vez él la llegó a conocer cuando era un niño."- dijo Lucian.

Silviu asiente luego de oír la posible respuesta de Lucian. Ambos concluyen que esa puede ser la razón por la que les esté ayudando. Era una pesadilal eterna que lo asechaba hasta en sueños.

-"Por cierto...¿Para qué me has despertado?"- pregunta Silviu.

-"Además de que eres igual de ruidoso que mi hermano moviéndote y llamando lobos en tus sueños, Daciana no aparece."- dijo Lucian.

-"Oh...bueno...era un sueño raro, sabes... Espera...¡¿Daciana qué?! ¡Despierta al vago chupasangre de tu hermano! "- dijo Silviu mientras pateaba a Sorin hasta despertarlo.

Sorin queda sentado con sus ojos cerrados y se arrasca el abdomen.

-"Maldito lobo. Gracias a Daciana no te he cortado la cabeza y la he guindado en los pasillos del castillo."- dijo Sorin con voz ronca mientras finalmente abrió sus ojos, los cuales brillaban de color dorado, mientras miraba a Silviu fríamente.

. . .

Mientras tanto, Daciana, quien aún no podía tomar la forma entera de un lobo, estaba corriendo lo más rápido posible en dirección a la mansión. Sus sentidos estaban más pulidos que nunca. Olfatea y halla el olor de más lobos. Mira a su alrededor y se da cuenta que está rodeada.

-"¿Daciana?"- dice uno de ellos.

Daciana ya sabía que eran del clan.

-"Hemos venido para atraparte. ¿Por qué estás de regreso a la mansión?"- dijo otro.

Uno de ellos decidió atacarla, pero Daciana, al ser todavía una loba reciente tenía más fuerza que ellos. Mueve sus brazos y golpea al lobo quien soltó un grito de dolor y cayó en la nieve. Otros gruñeron y trataron de atacarla, pero ella seguía bricando, evadiéndolos y pateándolos lejos de ella. Ella misma estaba sorprendida con lo que era capaz de hacer, así que decidió no lastimarlos. Continuó corriendo mientras los furiosos lobos de los clanes Bucur y Lupu la perseguían.

De repente, Daciana sintió algo golpear su cuello. Al sacar lo que tenía, notó que era un dardo. Trata de continuar, pero su fuerza la comienza a abandonar poco a poco. Daciana estaba cada vez más débil hasta que comenzó a ver doble, cayó de rodillas y todo empezó a darle vueltas. Al mirar arriba, ve a su 'abuela' Penelope quien la observa con una sonrisa maquiavélica en su rostro. Se baja lentamente para observar a Daciana un poco mejor. Le rompe una de las mangas y exhibe la marca de nacimiento en forma de mariposa de Daciana. Al confirmarlo, sonríe y empuja a la chica con su dedo índice por la frente y la deja caer al suelo. Daciana intentó mantener su consciencia lo más que pudo, pero no lo logró.

. . .

*bocanada de aire*

Daciana abrió sus ojos y miró a su alrededor. Todo se veía borroso y aun tenía poca fuerza. Trató de sentarse y sus brazos, al no tener fuerza, la dejaban caer una y otra vez en el suelo frío de la celda. Tose un poco y ve a alguien observándola algo preocupado desde otra celda. Su vista trata de enfocarse hasta que logra reconocer a la persona. Era Sam, el líder temporero a quien había visto en varias ocasiones reunirse con su abuela en la mansión. Sam sotenía firmemente las frías barras de hierro con sus manos temblorosas mientras observaba a la chica con ojos tan enormes como platos.

Daciana se veía algo pálida y sus ojos parecían perdidos. Tose y trata de arrastrarse a las barras que la tienen prisionera. Su mano derecha temblaba nientras se acercaba a una de las barras, pero la deja caer a mitad de camino. Penelope entra y se detiene frente a la celda de Daciana mientras la observa con puro desprecio.

-"Tienes suerte que no te dispararon con dardos venenosos, mocosa"- dijo Penelope mientras le hacia gestos a alguien para que abriera la celda.

Daciana fue arrastrada y tirada frente a ella. Penelope se agacha y toma a la chica por la barbilla obligándola a mirarla directamente a los ojos.

-"¿Cúal era el punto de huir si como quiera ibas a regresar? ¿Pensaste que si te transformabas a medias te dejaría vivir cómodamente aquí luego de tu horrible conducta, media raza? "- dijo Penelope.

Daciana sacude su cabeza tratando de librarse de las manos de Penelope. La mujer estaba furiosa ya que la chica era sumamente terca y le recordaba a Dacia, quien fue alfa cuando era mucho más joven que Daciana. Penelope mira la cabeza de la chica y nota que sus orejas de lobo han desaparecido al igual que su cola. Hace gestos a un hombre para que se acerque.

-"He sido informada que se transformó a medias. ¿De que color eran sus orejas y cola?"- pregunta Penelope, como si eso fuese lo más importante.

El hombre desvía su mirada e inhala profundamente.

-"Blancas"- dijo el hombre.

Los ojos de Penelope se agrandan e inmediatamente se voltea a mirarlo. Los ojos de Sam también se agrandan.

-"¿Qué acabas de decir?"- ella pregunta algo incrédula.

-"Sus orejas y su cola...eran de color blanco, Señora"- responde.

La rabia de Penelope era ahora mucho más de la que tenía al capturar a la chica. Inmediatamente se da la vuelta para mirar a la chica y ordena que sea encadenada. Penelope se marcha algo furiosa mientras Daciana , quien estaba amarrada con cadenas, es llevada por unos hombres. La madre de Silviu, quien estaba en la misma celda de Sam, se cubrió la boca mientras lágrimas corrían por su rostro.

-"¡Penelope, eres una bruja! ¡Libera a la niña! ¡Ella no tiene nada que ver con esto! ¡Déjala ir!"- gritaba Sam a todo pulmón mientras intentaba romper las barras de su celda.

Sam continuó gritando, pero fue completamente ignorado mientras Daciana era arrastrada y amarrada con cadenas. Daciana miró a Sam justo cuando su ojo azul cambió a dorado.Sam continuó suplicando que dejaran libre a la chica. Gretchen, quien estaba sentada en una esquina, se pone en pie y camina hacia Sam.

-"Si Daciana no puede hacerlo,lo haré yo misma"- dijo Gretchen mientras desapareció de inmediato y dejó a Sam sin palabras.

. . .

Daciana fue forzada a sentarse en una silla de madera y observar la pintura de Dacia Lupu, la única que había en la mansión.

-"¿Querías venganza? Aquí la tienes. ¡Siempre vas a morir! ¡Cada vez que regreses para deshacerte de mi, te mataré una y otra vez hasta que no tengas más vidas! "- dijo Penelope mientras apuntaba a Daciana y miraba la pintura en la pared.

Daciana mira la pintura seriamente mientras Sebastian venía a ponerle un anillo de plata pura en su dedo.