FOSFENOS

Capítulo 7. Malos presentimientos.

Estoy corriendo por un bosque, creo que es un bosque porque hay muchos árboles, aunque no se parecen a ningún árbol que haya visto nunca. Me persiguen, se que lo están haciendo, las noto y sólo quiero que esto pare ya.

"¿Y no se te ha ocurrido preguntarles que son o qué quieren? ¿Qué es lo peor que puede pasar?"

Las palabras de Juan vienen a mi mente, ¡Joder! No puedo correr más.

"¿Que es lo peor que puede pasar?"

Me paro en un claro en medio del bosque.

-AQUÍ ESTOY, ¿ESTO ES LO QUE QUERÍAIS? ¡PUES YA ME TENÉIS!

Pasa un rato, el tiempo que me tomo para calmarme y recuperar mi respiración normal.

Mis sentidos están todos alerta, esperando cualquier movimiento, cualquier sonido, lo que sea.

Oigo un pequeño crujido y veo un destello rojo entre los árboles, quiero perseguirlo pero no puedo. ¿Por qué no puedo moverme?

-EH TÚ ¿QUIÉN ERES? ¡DÉJAME EN PAZ! DEJA DE METERTE EN MIS SUEÑOS Y EN MI VIDA

Ninguna contestación... ¿Ahora dejan de hablarme? pero el brillo sigue ahí, puedo verlo.

Aparece otro verde a la izquierda del rojo y se va acercando a él.

Quiero correr fuera de ahí, otra vez tengo miedo.

¡No Sofía, no! Enfréntate de una vez por todas a esto, tú puedes.

-¿QUIÉN SOIS? SE QUE ME ESCUCHÁIS, ¿QUÉ QUERÉIS?

Veo el brillo que cada vez es más apagado, se están alejando y yo sigo sin poder moverme

-Por favor... no os vayáis...-susurro porque me estoy quedando sin fuerzas... como si se fuesen junto con esas luces.

Me caigo de rodillas al suelo y me pongo a sollozar.

Noto algo y veo un destello rojo muy cerca mía, quiero levantarme y correr pero mi cuerpo me lo impide, apenas puedo levantar un poco la cabeza.

-Sofía...- dice en un susurro, se que está muy cerca, sé que si pudiese alargar el brazo podría tocarlo

-No, Uriel, no hagas esto- dice otra voz mas suave un poco mas alejada que la primera voz

De repente todo empieza a tener muchísima luz, tanto que me ciega, es una luz muy potente y noto como si me absorbiese.

-¡Sofía! Oh dios mio ¡Se mueve! Traer a un médico, ¡no te vayas Sofía!

¿Pero qué...? ¿Emma...?

-¿SE HA DESPERTADO? OH DIOS MIO SE HA DESPERTADO, AHHHH ¿QUÉ HACEMOS?

¿Lucas...? ¿Dónde estoy...?
Intento abrir los ojos pero me cuesta, es como si los tuviese pegados