Nota 59

18 4 1
                                    

  Pero ahí no acabó la cosa. Una vez concluida nuestra tarea tuvimos mas tiempo a solas. 

Mientras yo trataba de canalizar mi enojo, que tu gran amigo me provocó, tú te cuestionabas a qué se debió mi salida espontánea a media actividad. Sin embargo no quisiste presionar, no sacaste el tema a flote, solo te dedicaste a tomar fotos del atardecer.

No se si el haberte visto tan concentrado tratando de obtener la toma perfecta o que me sintiera con ganas de llorar fue lo que me animó a contarte del por qué de mi reacción tan extraña. Cuando terminé pensé que me ibas a decir que madurara, pero en cambio dejaste de hacer lo tuyo y te acercaste a mi para confesar que no te caía del todo bien.

Por un momento me hiciste volver a sonreír, olvidarlo todo y concentrarme solamente en cómo los últimos rayos del sol desaparecían. Me quedé quieta. Quería recordar esto.

PD. Nunca te conté todo por completo. Tuve mi primer ataque de pánico.



I HAVE YOU IN MY HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora