El último latido.

0. Prólogo.

Abrí los ojos; estaba asustada y confundida, puesto que no sabia en donde me encontraba, solo podía ver total oscuridad. De pronto algo se encendió con demasiada intensidad; tarde unos minutos en recuperar la visión por completo y pude ver la fuente de luz; era un largo pasillo bajo mis pies.

Al mirar a mi alrededor note que me encontraba justo a la mitad de ese camino, de un lado se apreciaba el fuego, se escuchaban los gritos de pánico, eran... voces familiares; y del otro lado se veía una gran puerta negra, decorada con el relieve de una rosa en plata.

De cierta forma; sabia que si cruzaba esa puerta; estaría a salvo, sin embargo mi lado humano me pedía regresar y ayudar a los demás,  a esas personas que habían sido importantes para mi; al principio considere solamente continuar caminando, salvar mi vida, sin embargo escuche algo que hizo que al menos dudara de mi decisión original...

-Sli...por favor...!!! Ayúdanos! -una voz femenina familiar me gritaba en busca de auxilio, me pedía ayuda-

Considere el regresar, no sabia quien era esa mujer, pero pensé en ayudarla, ella me conocía e imploraba salvación gritando mi nombre; dirigí una mirada rápida a la puerta, pensando en dejarlo todo atrás, me gire hacia el peligro, con la intención de correr a ver como podría ayudarlos, de pronto, sonó una fuerte explosión, al ver a mis pies note que el camino se desbarataba y me impedía regresar y ayudar, para evitar caer a la nada, me vi obligada a caminar hacia esa gran puerta y cruzar, aún con ese sentimiento de culpa, aun con la intriga de saber a quien había dejado atrás.

Continué caminando y al entrar a la habitación; me cruce con la mirada de dos hombres; bastante atractivos a primera impresión; sin embargo mientras uno tenia una dulce y comprensiva mirada azul; el otro era algo intimidante; esos ojos morados me penetraban al fondo; como si analizaran mi alama poco a poco...

-Es un placer tenerte de vuelta, Slipper- El hombre de ojos morados se dirigía a mi con una amplia sonrisa, la cual dejo al descubierto sus blancos dientes y un par de... ¿colmillos?... - por favor, toma asiento.

-Te he extrañado- me dijo ahora el de mirada azul, el cual cambiaba de un azul eléctrico a un celeste, reflejaba demasiada ternura- me alegra que estés de vuelta.

Obedientemente tome asiento, sin contestar a ninguno de los dos hombres, sin embargo, me eran familiares, el mas serio; de cabello negro, tez blanca, ojos ahora... ¿lilas? y brillante sonrisa; a pesar de ser apuesto, sus facciones hacían que pareciera mas serio de lo normal, volviéndolo intimidante; por otro lado, el chico de cabello plateado, sonrisa tierna y un hoyuelo en su mejilla, me hacia sentir demasiado confiada, ademas, no pude evitar notar el cambio de color en sus ojos.

-Sli; debes comenzar a recordar- me dirijo de nuevo la palabra el de cabello plateado mientras  servia una sustancia color carmesí en la taza

¿Quiénes eran los dos hombres de mi sueño?

¿Por qué no tenía miedo al notar lo raro de sus dientes?

¿Cómo es que tenían esos ojos?

¿Por qué mis ojos cambian de tonalidad igual que los de ellos?

¿Cuál era el contenido de la taza? Bueno, la respuesta a esta pregunta, si relaciono todo es un poco mas obvia.

¿Era normal sentirme atraída por esos chicos? Aunque, era una atracción diferente, era curiosidad por el mayor, el hombre de ojos lila, por él sentía algún tipo de interés, como si fuéramos cercanos ,  sin embargo por el más joven, me sentía atraída, era muy apuesto, algo intimidante, pero me inspiraba más confianza que el mayor, de alguna manera, quería tenerlo cerca.

¿Por qué me hacían sentir así?

Finalmente llegué a mi casa y los pensamientos se disiparon, eso es, debería olvidarlo, esta noche espero continuar con ese sueño, en verdad tengo la esperanza de que esas personas existan, las quiero conocer, tendría muchas cosas que preguntarles; quería conocer al menor, saber todo de él y juró que si lo logro conocer algún día, nunca más me separaré de él; de cierta forma, siento que ese juramento lo había hecho antes.

Al entrar fui a la cocina y tomé una manzana, aún nadie regresaba, finalmente decidí subir a mi cuarto, deje mi libro en la repisa, mire orgullosa los títulos que ya había leído, y me recosté en la cama, dejaré que los sueños me lleven a ellos.

  No se bien si estaba soñando, pero en la parte de abajo de la casa se oían murmullos, salí lentamente de mi cuarto y vi a Ruby sentada en el sofá, tenía un gran corte en el brazo, mientras tanto, mi padre le aplicaba una pomada seguido de un vendaje, en el suelo una ballesta,  mi madre con un par de armas... ¿Que significa eso?

-Aún no es el momento, Sli- Era el chico de cabello plateado, se acerco a mi y me abrazó, luego de eso, me desvanecí; al menos espero recordar esos ojos celestes al despertar- muy pronto, tendremos de vuelta; su familia la extraña, señorita Strauss.

Al fin me decidí a subir el prólogo, espero les guste esta historia, será bastante interesante, se los prometo,  espero subir pronto el capitulo uno, entre hoy y mañana, se que es muy corto el prólogo y me disculpo por eso, tendrá bastantes personajes que se que les encantara, sin más por el moemento me despido, espero les guste, ya quité el "Proximamente" del título, no se por que demonios sigue apareciendo.

Esto se lo dedico a Mirros, quien fue mi inspiración después de leer Alma Inmortal(se los recomiendo), en verdad amo tus libros, espero no dejes de escribir nunca de los nuncas, yo no escribo Yaoi, por que no me sale; Tendran variaciones mis vampiros respecto a la mitología, esto es mi propia historia, aclarando.

Ya llevo tiempo planeando esta historia y bueno, les contare y dejare datos curioso al final de cada capítulo, ahora si, no escribo más en este.... Chao, sonrian como Cheshire y abrán los ojos del alma.