El último latido.

Capitulo 1. Un día cualquiera.

-Tal vez, si fueras más como Ruby no tendrías tantos problemas para hacer amigos- las palabras de mi madre llegaron como cuchillos hacia mi corazón.-igual y hasta tendrías un novio.

-Querida- me decía mi padre- mañana es la entrega de calificaciones, estas por pasar al último año y Ruby a la universidad, nos sentiríamos orgullosos de ambas, si tus notas mejoraran.

-O si te arreglaras más y pudieras hacer amigos-Está vez fue mi odiosa hermana quien habló-pero bueno, no todos son tan perfectos y hermosos como yo.

-¿Más como ella?-me defendí- ¿Cómo es eso? ¿Presumida, creída y cabeza hueca?

-Si tuviera la cabeza hueca mi promedio no sería de 10 cerrado.

-El mío es de 9.4, eso no me hace menos que tú.

-Sli, tal vez –interrumpió mi mamá la pequeña discusión con mi hermana- No, estoy segura de que puedes subir tu promedio, así como mejorar tu apariencia y carácter.

-Por favor madre, no intentes que cambie, entiende que somos personas diferentes, algunas veces desearía no ser parte de esta familia, quiero una familia que me acepte con mis virtudes y defectos, me iré a mi cuarto.

-¡Slipper! –Gritó enfurecido mi padre, en verdad no entiendo el motivo, ellos son los que intentaron que yo cambiara, yo en ningún momento intenté cambiarlos a ellos-¡Vuelve en este instante!

Cerré la puerta de mi cuarto, en verdad me molestaba que siempre se comportarán así, al otro día seria mi firma de boletas de este año, mi promedio es de 9.6, subí dos décimas, pero eso no se los dije, solo aumentarían las comparaciones, en realidad, no me parezco a ninguno de mis padres, Ruby si, ella tiene el cabello castaño claro, como mi madre, ojos verdes de mi padre y la piel blanca que al parecer era lo único que tenía en común toda la familia, no sé por qué mis ojos tienen que ser de tantos colores, en este momento eran de un gris muy claro, reflejaban mi tristeza, la mayor parte de humillaciones y desprecio, venían de las personas que se supone me deberían proteger, de las personas que se supone me deberían defender, mi familia.

-Tal vez ellos no son tu familia-Escuche una voz a mis espaldas, pero al voltear solo encontré la ventana de mi cuarto abierta. No había nadie.

-Espero que no lo sean, no me identifico con ellos.-Le respondí a la nada.

Termine mi tarea y me fui a dormir, al otro día sería sábado, y solo los padres asistían por las calificaciones.

Me desperté temprano, tome uno de mis libros favoritos y me dirigí al parque, mis padres ya se había ido, puesto que eran las 10 de la mañana, estuve sentada en una banca hasta que termine el libro, no lo podía creer llevaba 8 horas leyendo, hubiera continuado con otro libro si no fuera porque me dio hambre, no quería volver a casa, ya que seguro tendría un regaño, iba hacia un restaurante de comida rápida, cuando me encontré con Denysse, quien con gusto me acompaño a comer, la salude cordialmente y luego ella me tomo del brazo con fuerza.

-Es en serio Sli, ese chico de cabellos plateados es bastante apuesto, supongo que su color de cabello proviene de algún colorante artificial, pero eso no quita que es de lo más guapo- me contaba con una sonrisa mientras escogíamos una mesa- Deberíamos volver al parque, el estará allí todo el día, no me preguntes como lo sé.

-Vaya, tú no tienes remedio niña, no tengo que preguntar, seguro lo acosaste hasta que se vio obligado a contestarte-le dije con un tono acusador.

-No es cierto- me reprocho mientras ponía una cara de puchero.-En realidad lo escuche hablar con otro chico, ligeramente más alto que el, tenía el cabello negro y no era menos apuesto, al parecer buscaban a alguien.