El último latido.

Capitulo 7. Aliado-Enemigo

Llevábamos bastante tiempo esperando en el cuarto, cuando por fin llegó Erick, me levanté y corrí a abrazarlo, me correspondió y luego sacó un frasco con sangre y me lo ofreció, cuando terminé de beber me sonrió y le grito a los chicos para que atraparan uno cada quien, luego a Ruby le lanzó lo que parecía un sándwich tal vez dos y una bolsa con cosas de primeros auxilios, cuando los cuatro terminamos de comer decidí preguntarle a los chicos.

-¿Cómo es que ustedes sabían que Ruby estaba aquí?

Fácil -contestó Shakir con superioridad- su madre nos llamó y bueno, no podíamos ignorar su petición.

-Mi madre... eso no puede ser –dijo Ruby.

Nos llamó y nos dijo que estaban por salir a una misión donde necesitarías apoyo –Contestó Sasha ya impaciente- luego nos dio la dirección, íbamos a ignorarla, pero resulta que la dirección que nos dio era la misma que estaba en las notas que recogíamos, así que pasamos a comprar eso, ahora debemos irnos.

-Gracias –susurró Ruby.

-Lo hicimos solo porque creíamos que le podrías servir de escudo a la señorita Sli. –Contestó Shakir, quien me dedicó una mira coqueta, lo que a la vez provocó que Shahid me abrazara como si le quisiera dejar claro que él era mi Lebenspartner.

Luego de esto, caminamos hacia la puerta junto con Ruby, noté que Erick no se alejaba de Sophia, mientras Sergio miraba con curiosidad a Sasha, pero, era imposible que alguno llegara a amar, simplemente no conocemos el amor como tal, sabemos que es el deseo, deseo de sangre, de muerte, por alguien, cuando en verdad deseamos a una persona se realiza un contrato, un contrato de sangre, es demasiado fuerte y mientras más cercanos seamos a esa persona, más fuerte será el contrato, cuando estamos al punto máximo de la cercanía o cuando queremos estarlo se crea un lazo de Lebenspartner solo en ese momento es cuando estamos más cerca del "amor", ya que daríamos lo que sea por nuestro compañero de vida, si el muere, una parte de nosotros se va con él, por eso la norma más importante dicta que únicamente podemos tener un Lebenspartner a la vez.

Llegamos a una enorme puerta marcada con el número ocho, nuestra siguiente prueba estaba del otro lado, no sabemos lo que nos espera, la abrieron Sasha y Erick con cautela, la vampiresa se veía completamente recuperada del accidente en la mansión, luego nos percatamos de algo extraño, esta habitación tenía un hechizo, todo parecía que fuera un bosque.

Luego unos lobos, no eran lobos mutados como los anteriores, eran licántropos, los verdaderos hombres lobo, era extraño, normalmente no se dejan domesticar, parecían tan asustados como nosotros, entonces salió uno mucho más grande, era el Alfa, los demás lobos parecía que eran demasiado jóvenes, pero el alfa en realidad era grande, su pelaje blanco como el de Miku, y esos ojos negros nos miraban fijamente, los lobeznos regresaron a su forma humana, luego el mayor intento decirnos algo, pero tenía la garganta cortada, fue cuando todos lo escuchamos, menos Ruby.

"Vampiros, deben ayudarnos, es el collar, el collar nos obliga a hacer esto, nosotros queremos respetar el contrato, pero era más fuerte, todos son solo cachorros, es por eso que no pudimos pelear contra él, ayudenlos, salven a los jóvenes."

Fue entonces cuando noté sus collares, eran negros, pero se notaba que tenían un conjuro, antes de darme cuenta Sophia estaba a un lado de uno, luego le habló.

-Si le juras lealtad a mis señores, puedo darte tu libertad, de lo contrario... morirás.

-Yo.... Yo no quiero morir –decía el pequeño- pero tampoco serviré a una maldita chupa sangre –luego el me señaló con la mirada, le tuve lástima.