La brisa de la primavera llegaba a las calles como cada día, hoy sería el día más importante para la pequeña Kaitlyn Irving, una linda niña de 7 años de edad, de un hermoso pelo color castaño muy claro hasta la mitad de su espalda, ondulado y suave dejando pequeños mechones cubriendo sus cejas, de unos ojos grandes y tiernos de color verde Jade, con varias pecas en linda cara, con 2 de sus dientes más grande que los otros dando la apariencia como si fueran de conejo, su tono de piel era entre un color bronceado, de estatura apenas media 1.20; Kaitlyn estaba lista para ir a su primer día de clases, su madre era una mujer muy joven aun para tener una niña, su madre habia tenido a Kaitlyn cuando tenía 16 años por las malas influencias y dejarse llevar con las malas intenciones de su antigua pareja, sus padres no la apoyaron, ellos le habían advertido las posibles consecuencias de sus actos, pero ella no las habia escuchado, aun después de todo la madre de Kaitlyn quería lo mejor para su pequeña hija, para que pudiera lograr lo que ella no habia logrado hacer, Kaitlyn estaba muy entusiasmada, en su pequeña mente solo pasaban las ideas de poder hacer amigos, jugar y divertirse, su madre le explicaba que iba a poder hacer todo eso pero también tenía que poner mucha atención a lo que su profesor o profesora le decía, que tenía que aprender mucho también, pero la pequeña niña no entendía lo que su madre le decía, entre preguntas inocentes de la pequeña Kai sin darse cuenta ya estaban en la entrada de la escuela:
- ¿Ya tienes que irte mami? No quiero que me dejes aquí.
Pregunto Kaitlyn estando algo triste el no saber si se quedaría en ese lugar para siempre, como cualquier niño pequeño que no quería separarse de su madre o padre por miedo a que los dejen.
- Tranquila cariño no te voy a dejar solo estarás aquí desde la 1 hasta las 5 de la tarde –contesto su madre mientras le besaba la frente- Ya verás que te vas a divertir el tiempo pasa muy rápido, volveré pronto.
Su madre se despidió de ella y fue a tomar el metro para poder irse a su trabajo, Kaitlyn suspiro algo nerviosa, su entusiasmo por un momento se habia ido para pasar a los nervios, no conocía a nadie y sentía algo de miedo a sentirse muy pequeña, entro a la escuela, los niños y niñas corrían y jugaban por toda la escuela, algunos platicaban, comían, hacían el aseo en sus salones, camino buscando su salón entro los 12 que habían por toda la escuela, de salón en salón preguntado tiernamente:
- ¿Este es 1ro B?
Con un -No- de respuesta cada vez, la escuela no era tan grande pero pera una niña como Kai era algo difícil por no saber el grado de cada salón y por ser nueva, hasta que sonó el timbre, todos los niños se formaron en el patio principal, se formó junto a los niños y niñas de su estatura, una mujer de apariencia mayor que la de su madre de un traje formal negro, con una camisa verde y tacones del mismo color se paró al frente de todos los chicos y chicas y en medio de los profesores y profesoras de la escuela, saco una hoja y leyó con un micrófono en mano:
- Buenas tardes estudiantes y profesores de esta escuela –Dijo en un tono de entusiasmo aquella mujer- Este es el sexto aniversario de nuestra escuela primaria, es honor poder ser parte de esta escuela que entre muchas personas logramos ponerla en pie y hacer que avance durante estos 6 años, espero que nuestros nuevos alumnos que van ingresando a 1er grado se sientan bien con nuestra bienvenida, ahora, cada profesor ira nombrando el nombre de sus nuevos 21 alumnos, cada niño ira formándose en fila enfrente de su profesor, que tengan un buen día –Dijo aquella mujer y se retiró a la dirección-
Miro entre todos los profesores y ninguno le parecía ¨amigable ¨ o ¨divertido ¨ algunos profesores ya eran mayores de edad, otros algo serias, algunas profesoras con una sonrisa algo fingida, o simplemente para ella no eran buenos profesores, sin embargo, uno de los profesores era muy joven, de piel algo morena, de ojos verdes, y su color de pelo era parecido al de ella solo que más oscuro, se quedó quieta por unos segundos, era un chico muy lindo y se miraba muy simpático, no podía quitarle la vista de encima, los minutos pasaban rápidamente sin que Kai los pudiera sentir, prácticamente Kai estaba en su mundo con la mirada totalmente pegada hacia aquel chico, aquel chico menciono en voz alta:
- Kaitlyn Irving.
Kaitlyn reacciono al escuchar su nombre, el chico miro a Kaitlyn con una simpática sonrisa, con una seña le ordeno que se formara en la fila con los demás niños, ella corrió a formarse, al estar atrás de unos cuantos niños, siguió mirándolo fijamente, habia algo en el que llamaba mucho su pequeña atención, no sabía lo que era, de todas las personas nuevas que habia conocido era la primera vez que sentía tanta curiosidad y atracción hacia una en especial, cada profesor termino de nombrar a cada uno de sus nuevos estudiantes en tan solo unos cuantos minutos, todos los niños siguieron a sus profesores correspondientes a sus salones, los compañeros y compañeras de Kai eligieron rápidamente un pupitre mientras acomodan sus mochilas de la manera más cómoda para ellos, Kaitlyn fue la última en entrar, se asomaba desde la puerta por sus nervios, el chico le toco el hombro mientras la miraba sonriendo, ella lo miro de vuelta directo a sus ojos:
- Vamos pequeña Kaitlyn, no seas tímida –le dijo el chico mientras se agachaba a su estatura y le acariciaba la cabeza tratando de animarla un poco- Si quieres puedes sentarte en ese pupitre que esta frente a mi escritorio, es el único que queda –hablo mientras señalaba el único pupitre disponible en el salón-
Kaitlyn movió su cabeza afirmando con una leve sonrisa, camino algo rápido tratando de que sus compañeros no dirigieran sus vista directo a ella, acomodo su mochila en su asiente, se sentó mientras miraba al profesor entrando al salón con una célebre bienvenida:
- Hola pequeños y pequeñas –dijo el chico aun sonriendo- Yo seré su nuevo profesor, me llamo Kevin tengo 25 años, es mi primera vez que trabajare en esta escuela ya que estuve estudiando para profesor y para poder enseñarles a ustedes pequeños-siguió hablando mientras tomaba asiento en la silla de su escritorio- Bueno niños, como yo ya me presente sería muy educado y justo que ustedes me dijeran su nombre también –hablo mientras saca su lista para tomar lista mientras los pequeños decían su nombre uno por uno.
Llego el turno de que Kaitlyn hablara, se quedó en silencio mientras bajaba la mirada, apretó un poco los puños mientras pasaba por su mente un pensamiento bastante extraño hasta para sí misma, ¿Porque tenía que decir algo de ella? ¿Acaso era bastante necesario decir su nombre, edad y lo que le gustaba hacer? ¿Qué tal si después de que dijera eso le podría pasar algo a ella?, en ese instante, el profesor preocupado por la actitud de Kai, se acercó a ella mientras toma suavemente su frente para revisar si tenía fiebre o algo por el estilo, Kaitlyn dijo rápidamente con la mirada hacia el estando levemente sonrojada:
- Me llamo Kaitlyn Irving, tengo 7 años, me gusta cocer, los conejos y ayudar a las personas a ser felices con otra persona-
Después de hablar sonrió estando bastante nerviosa y apenada, el profesor sonrío al saber que estaba bien, regreso a su asiento mientras los demás niños seguían diciendo su nombre, ella lo miro de nuevo mientras volvió a pensar, ¿Realmente el profesor se habia encariñado con ella?.
Las clases fueron bastante divertidas como nunca lo hubiera imaginado Kaitlyn; aprendiendo el abecedario, los números, los colores con canciones y juegos bastante divertidos y educativos para ella, siempre con la vista directo hacia Kevin, de todos los niños y niñas que habia en el salón Kai era la preferida, Kevin la miraba bastante tierna y amigable, los demás niños eran iguales pero no tanto como ella, aparte de que ella nunca lo soltaba, él pensaba que era por los mismos nervios que siente un niño al estar con gente que apenas va conociendo y necesitas una figura paterna o materna para sentirse a salvo, después de los juegos y cantos, llego el momento de poner a prueba lo que habían aprendido, los ejercicios eran fáciles, eran con base a lo que habían escuchado y jugado hace unas horas, cada niño hizo el trabajo correspondiente, escribir los números del 1 al 10 y el abecedario en letra minúscula, los niños y niñas sacaron sus cuadernos y empezaron a escribir, Kai hizo lo mismo, el momento de realizar el trabajo fue bastante fácil para ella, su inteligencia era mucho mayor para su corta edad, una niña muy aplicada e inteligente, pero no tan inocente como finge serlo, ella sabe y entiende perfectamente cosas que niños a su edad no logran entender o recordar, su madre pudo haberla inscrito en 3er grado si tan solo supiera el nivel de su inteligencia, era el momento de entregar el trabajo, el profesor califico los trabajos, era normal que algunos niños se confundieran, olvidaran escribir unos cuantos números o letras, que los acomodaran unos cuantos de manera incorrecta o que escribieran unos cuantos de la manera incorrecta o con mala letra porque apenas iban aprendiendo, el momento de revisar el trabajo de Kai, se quedó sorprendido, podría ser normal que un niño recordara todo lo que aprendido en ese mismo día, pero que escribiera números más allá del 20 y el abecedario con letra mayúscula y minúscula hasta con letra cursiva era algo sorprendente para él, Kaitlyn lo miro con los ojos bien abiertos y con una linda e inocente sonrisa, como dicho anteriormente, la inteligencia de Kaitlyn era como la de un niño de 3er grado pero sabía que tenía disimular bastante, fingir saber un poco más que un niño de 1ro para llamar la atención de su profesor y que el pusiera y dedicara todo su tiempo en ella porque en verdad quería eso:
- Me tienes bastante sorprendido pequeña Kai –dijo Kevin mientras la miraba bastante feliz- tu primer día conmigo y demuestras ser un poco más inteligente de lo que esperaba –continuo hablando mientras ponía una calcomanía azul en forma de estrella en su frente por haber hecho un gran trabajo-
- Gracias Kevin –rio un poco Kaitlyn mientras le seguía sonriendo-
Sus demás compañeros al ver lo que recibió Kaitlyn por entregar un buen trabajo, empezaron a levantar la mano pidiendo también una estrella, sería una buena manera de animar a los pequeños a aprender más al igual que pusieran atención.
- Okey tranquilos niños –dijo de nuevo Kevin mientras se paraba al frente- ¿Qué les parece si hacemos esto? Pondremos una tabla con el nombre de cada uno con la fecha de este día hasta el día que termina el primer bimestre, por cada buen trabajo que entreguen y por participar recibirán una estrella, el que junte más estrellas gana un regalo, ¿están de acuerdo?.
Todos los pequeños gritaron entusiasmados aceptando el pequeño acuerdo que habia propuesto el profesor, de repente, se escuchó el timbre para salir a recreo, Kevin abrió la puerta del salón, los pequeños salieron corriendo al patio para jugar, Kaitlyn prefirió quedarse adentro, Kevin la miro confundido, a todos los niños les gusta salir a divertirse, ¿Por qué a ella no?.
- Kaitlyn…-dijo Kevin mientras se acercaba a ella- ¿Pasa algo? ¿Te sientes m-
Fue interrumpido por Kaitlyn mientras le deba un cálido abrazo.
- No…-dijo Kaitlyn fingiendo un tono triste mientras lo seguía abrazando- no sé si le pueda agradar a los demás niños…no sé si pueda hacer amigos...
- Oh tranquila pequeña –contesto Kevin mientras correspondía el abrazo- estoy seguro de que les vas a agradar eres muy inteligente y se nota que eres muy amable con los demás.
- ¿Enserio? –Contesto Kaitlyn mirando con ojitos tiernos-
- Por supuesto pequeña –la tomo de la mano y la lleva hasta la puerta del salón- Estoy totalmente seguro que podrás hacer amigos, ahora –le sonrío- vamos y demuéstrame que lo puedes hacer.
Kaitlyn le devolvió la sonrisa, corrió directo a un grupo de niñas a escuchar lo que platicaban, ellas eran de 5to grado, eran más altas que Kai, las niñas al verla decidieron ignorarla, pensaban, una niña no podría entender a su corta edad sentimientos hacia los chicos ni menos llegar a enamorarse de alguien estando en 1er grado:
- Aun no sé si poder decirle lo que siento a Michael –dijo una de las 5 chicas estando algo triste- ¿Qué pasa si no soy su ¨tipo¨ de chica?.
- Oh por favor Caroline no digas tonterías –contesto otra chica- es lógico que él nunca te va a querer, ya sabes que él es muy serio y aislado, tu eres una chica muy simpática y traviesa, de seguro le gusta otro ¨tipo ¨.
Kaitlyn escucho con atención la plática, a ella le gustaba que las personas estuvieran felices con las personas que más amaban, aunque fuera pequeña ella entendía perfectamente los sentimientos amorosos, en su familia, ella habia ayudado a conseguir pareja a varios de sus familiares aunque fuera muy extraño decirlo, sus consejos eran muy maduros aunque con su tono de voz y en la forma que los explicaban se escuchan bastante inocentes servían de gran ayuda, si alguna o alguno de sus familiares estaba enamorado de alguien, y esa persona no la quería, ella lograba convencerla de una manera u otra, con más raro que suene, Kaitlyn llamaba todo eso un ¨hilo amoroso¨, hilo es cuestión del curso que siguen las cosas o las ideas en este caso, el ¨hilo ¨que sigue el curso y la idea del amor hasta que lo demuestra, ella misma habia llegado a crear sus propios ¨hilos amorosos ¨, era el momento perfecto para que un ¨hilo amoroso¨ siguiera su curso hasta demostrar su amor.
En unos minutos logro encontrar al chico llamado Michael, él se encontraba en las bancas que estaban retiradas de los juegos donde se encontraba la mayoría de los niños, Kaitlyn se le acerco sin ningún nervio y se sentó a un lado de el:
- Hola Michael –le dijo mientras sonreía-
- Hola…-contesto el chico con un tono algo triste -
- ¿Pasa algo? Te miras triste.
- No creo que lo puedas entender pequeña…-contesto Michael mientras le daba la espalda tratando de terminar la conversación-
- Vamos por favor dime, te prometo que te ayudare.
Después de insistirle un buen rato, Michael acepto, el problema de aquel chico era que por culpa de los malos comentarios hacia él, sentía que no podría hacer que Caroline, la chica que estaba en el grupo de las 5 chicas sintiera algo por él, fue el momento perfecto para actuar, Kaitlyn le explico el problema, cada vez que decía algo se podía tonar el entusiasmo para lograr que ellos 2 estuvieran juntos, para ella es algo muy importante aunque no conozca tanto a las personas, todos tienen derecho a ser felices y pasar la vida con alguien que los ame hasta la muerte, ella tenía esperanzas de que su nuevo ¨hilo amoroso¨ pudiera cumplir su curso, y funciono perfectamente, aunque no sonara totalmente impresionante, es algo muy tierno como una niña ¨inocente¨ logre unir a 2 personas posiblemente para el resto de sus vidas.
El tiempo paso rápido que ni Kaitlyn pudo sentirlo, se escuchó de nuevo el timbre, todos los niños corrieron a sus salones, ya dentro del salón de Kai, Kevin siguió con la rutina preparada para el día, cada ejercicio que escribía en la pizarra, Kai era la primera en contestar correctamente, el profesor pensó que ella entendía perfectamente los problemas por ser una niña muy inteligente, aparte de eso, simplemente Kaitlyn quería llamar aún más la atención de Kevin, ella tenía la necesidad de que fuera su centro de atención, solo ella, Kaitlyn fue la que recibió más estrellas en un solo día, Kevin se sentía muy orgulloso de que Kaitlyn fuera muy aplicada, sentía que su trabajo realmente estaba dando frutos, su forma de enseñar era perfecta para los niños de 1ro, nadie sabía que Kaitlyn escondía bastantes secretos que por miedo nunca se atrevería a decirlos. El tiempo paso hasta que fueron las 5pm, todos los niños se fueron a sus casas acompañados de sus padres, la única que se quedo fue Kai, desesperada y triste por que miraba que su madre no pasaba por la puerta principal de la escuela, soltó en llanto, Kevin, que fue el último profesor en quedarse en la escuela junto con Kaitlyn, se dirigió al estacionamiento pero vio a la pequeña niña llorando esperando a que su madre llegara por ella, no podía dejar a una niña de tan solo 7 años expuesta a tantos peligros, se sentó a un lado de ella, la abrazo y le dio una pequeñas palmaditas en la espalda tratando de consolarla:
- Tranquila Kai, no llores, me quedare contigo hasta que tu mami venga por ti.
- Okey..-contesto Kaitlyn mientras limpiaba sus lágrimas, lo miraba con una leve sonrisa y correspondía su abrazo-
Pasaron lo minutos, nadie cruzaba esa puerta, el sol se iba escondiendo entre las montañas, Kevin necesitaba irse de inmediato pero no podía dejar a Kaitlyn, dieron las 5:38pm, la madre de Kaitlyn corrió rápidamente entrando por la puerta principal buscando a su hija, Kaitlyn al verla, lloro un poco mientras corría directo a abrazar a su madre:
- ¡mami, mami! –Grito Kaitlyn mientras abraza a su madre con fuerza-
- Oh cariño –dijo su madre mientras la cargaba y abraza estando bastante preocupada- lo siento mucho profesor –dijo la madre estando bastante avergonzado dirigiéndole la palabra al profesor de Kaitlyn-
- Tranquila señora –contesto Kevin sonriendo- entiendo que usted haya llegado tarde por algún problema en su trabajo, no se preocupe si vuelve a suceder yo cuidare a Kaitlyn hasta que usted llegue por ella, debo decir que es una niña bastante lista.
- Muchas gracias profesor, se lo agradezco mucho –dijo la madre mientras bajaba a Kai-
- ¡Nos vemos mañana Kevin! –Dijo Kaitlyn mientras mira a Kevin con una gran sonrisa-
- Adiós pequeña cuídate mucho –le contesto Kevin mientras la despeinaba suavemente con su mano en forma de cariño.
Kaitlyn se sintió muy feliz en su interior, habia podido crear un nuevo ¨hilo amoroso¨ y poder ganarse el cariño y la atención de Kevin, su mente desde ese instante simplemente quería pensar solo en él, aun no podía entender por qué sentía algo tan raro por él, su madre la miraba algo preocupada, no era porque sentía algo extraño en su hija o porque habia sonreído más de lo normal frente al profesor, ella le mentía a su hija diciéndole que trabaja pero realmente no era así, la razón por la que Kaitlyn y su madre no se habían quedado sin recursos económicos era porque el abuelo de Kai mandaba dinero cada semana para su nieta, a pesar de que los abuelos de Kaitlyn no quisieran a su hija por sus malas acciones no tenían que odiar a una linda conejita que no tenía la culpa de nada, pero aun así, sus abuelos podrían haberse quedado con Kaitlyn desde un principio pero no tenían las suficientes pruebas para tener la custodia total de la niña aparte de que no consideraban que tuvieran los suficientes recursos económicos para cuidar a su nieta, mientras caminaban para llegar a su casa, la madre de Kai estaba en una decisión que podría arrepentirse por el resto de su vida; quedarse sin dinero y sufrir con su hija la falta de recursos o dejar a su hija, vivir sola y no tener que encargarse de ella, como se habia dicho, ella quería lo mejor para su hija, pero no era lo suficiente madura para saber que la decisión que iba a tomar seria el peor error de su vida, tanto para ella como para Kaitlyn.
La noche estuvo bastante fría comparada con otros días que la temperatura no era tan alta, definitivamente, la madre de Kaitlyn ya habia escogido su decisión, volteo para ver a su pequeña hija mientras jugaba con sus conejitos y cosía una pequeña bufanda de color azul para su profesor, nada le importaba en ese momento, no importaba lo que pasaría con Kai o con ella, la tentación de las malas influencias de antes era muy fuerte, pongamos por caso, imaginen que los sobrevivientes de un naufragio quedan a la deriva. Después de muchas horas, el agua de mar les parece apetitosa, quienes la beben, en vez de mitigar su sed, la aumentan, al grado de enloquecer y mueren más rápido, las malas influencias de cuando tenía 16 años eran como el agua de mar, ya había bebido de esa agua, su sed aún seguía aumentando cada vez más, ella tuvo la oportunidad de encontrar al agua pura después de tanto tiempo de lucha y esperanza con el amor de su hija, pero, quiso destruir su vida y siguió bebiendo…
A la maña siguiente, Kaitlyn se despertó más tarde de lo que acostumbrara 11:25am no era buena hora para poder darse un baño, alistarse, desayunar y poder irse caminando a la escuela, raramente sus útiles y su ropa ya estaban listas, no era tan raro, Kaitlyn se quitó su pijama y se puso el uniforme, bajo a la cocina en su mochila, su madre la estaba esperando con una bolsa para el almuerzo, Kaitlyn no dijo nada, su madre parecía estar enojada con ella pero no sabía la razón, tomo su almuerzo y camino con su madre directo a la escuela, el cielo estaba algo nublado y el clima era frío, ella no soportaba el frío miro a su madre que llevaba puesta un abrigo al parecer bastante acogedor, su madre solía darle ese abrigo cuando estaba haciendo frío, estaba confundida y a la vez triste, ¿Por qué se estaba comportando de esa manera con ella si otra veces eras más cariñosa?.
Al llegar a la escuela Kaitlyn pudo mirar a lo lejos a Kevin entrando por la puerta principal, quiso gritar su nombre pero recordó que debía despedirse de su madre, al momento de darse la vuelta y decirle adiós a su madre, no había nadie, miro a sus alrededor estando algo triste, ¿A dónde había ido su madre? ¿Por qué no se había despedido de ella? Tal vez tuvo que irse para poder alcanzar a llegar al trabajo, suspiro. Las clases empezaron, Kevin tría algo que de seguro a los niños les iba a encantar, era normal que en la escuela hubiera una mascota por cada salón, algo tradicional desde el inicio, la mascota tenía que ser del profesor o profesora podían llevarla el día que quisieran para que los niños se divirtieran un poco, en este caso, Kevin habia llevado un pequeño conejito blanco, los niños quedaron fascinados con el pequeño animal en especial la pequeña Kaitlyn:
- Acércate Kaitlyn –dijo Kevin mientras sostenía al pequeño conejito en sus manos-
Kaitlyn se acercó lentamente para evitar que el pequeño conejito se asustara, suavemente acaricio su cabeza y poco a poco al ganarse su confianza lo cargo, Kevin sonrió y acaricio la cabeza de Kai, mientras los niños acariciaban y admiraban al pequeño animalito el profesor fue explicando sobre la naturaleza de los conejos, algo sencillo y corto para que los niños pudieran entender fácilmente aun que Kaitlyn fue la única que pidió que el profesor lo dijera en un modo menos sencillo, durante la hora de recreo todos los niños de la escuela jugaron con las mascotas o se dirigían a otros salones para mirar a los demás de otros salones, Kaitlyn no quería compartir el conejito, algo en ella le decía que era solo suyo y de su maestro, no tuvo otra opción más que compartirlo para evitar que su maestro la regañara, no podía dejar que eso pasara, no podía ser una niña mala o su maestro se enojaría con ella y la dejaría de querer, el recreo se acabó, cada niño regreso a su salón junto con su mascota, Kaitlyn le entrego el conejito a su profesor con un hermoso hilo azul en forma de moño decorando su orejita, el profesor algo extraño miro detalla mente el conejo después miro a Kaitlyn, ella tenía una pequeña trenza y un hilo azul igual trenzado del lado derecho, Kevin sonrió y le dio un beso en la frente, el trato de entender lo que significa tal vez quiso decir que a ella le gustaba que le dijeran de cariño ¨conejita ¨ por sus dos dientes que destacaban mucho por ser un poco más grandes o simplemente una pequeña muestra de cariño, pero Kaitlyn quiso dar entender que el pequeño conejito es ella y estaría con el pase lo que pase.
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Creepypastas No Tan Conocidos
Misterio / SuspensoUna simple antología de Creepypastas. TERMINADA, MAS NO ACTUALIZADA.