Katherine había tenido una pesadilla, pero ahora se sentía mucho más tranquila, escuchaba la voz de Nick, podía sentir sus leves caricias. Si él estaba a su lado, todo estaba bien, se sentía muy cansada, así que no quería abrir los ojos.
Quería seguir durmiendo, sentirse segura y amada.
Quería volver a soñar con la bella niña, con la hija que tendría con Nicholas, así que se acurrucó y se dejó vencer por la somnolencia.
Cuando se despertó, sintió el cuerpo dolorido y los párpados pesados, abrió los ojos y se dio cuenta que no estaba en su cama, ni siquiera estaba en su departamento.
Se incorporó un poco y trató de recordar cómo había llegado allí.
Lo último que recordaba era sentirse engripada, finalmente se había acostado en el sillón de la sala porque las fuerzas no le daban ni para llegar a su cama, suponía que se había dormido allí. Luego todo era confuso, recordaba algunas imágenes como de un sueño.
Alguien llamándola, médicos y Nicholas. Kate se sobresaltó, estaba en la casa de Nicholas.
Como si lo hubiera invocado, sintió unos pasos y al mirar hacia la puerta, ésta se abrió y vio a Nick parado en la entrada cargando a Thery en brazos.
-Hola mamá – dijo la niña y agitó su manito desde la distancia.
-Hola nena – intentó decir Kate pero la voz apenas le salió, era un sonido rasposo, le dolía mucho la garganta.
- Tranquila, no hables- dijo Nick con autoridad.
- Que no se acerque...-musitó Katherine, no quería contagiar a su niña.
-No te preocupes, ya la viste cariño, mamá estará bien pronto. Ahora ve con la Sra. Bliss para que te prepare para la escuela – le dijo y la puso en el suelo. Desde allí Thery saludo a su madre con la mano y le envió unos besos. Después salió corriendo.
-No te preocupes por ella, está tranquila sabiendo que estás aquí y además está acostumbrada a mantenerse lejos cuando yo me enfermo. Siempre me asusta contagiarla aunque sea un simple resfrío- dijo él y se acercó.
-¿Cómo...? – intentó preguntar ella y Nick llegó a su lado, se sentó en la cama y le tocó la frente con naturalidad.
-Estás mejor, la fiebre ha bajado. ¿Quieres saber como llegaste aquí?- preguntó y ella asintió con un gesto. Se sentía incomoda teniéndolo tan cerca, sobre todo porque con la enfermedad sus defensas estaban totalmente bajas.
-Mi casa...- susurró.
-Estabas allí cuando te encontré, tienes anginas pero te agarró muy fuerte, unos días con antibióticos y estarás bien. Por el momento, te quedarás aquí.
-No...
-No hables, tienes la garganta muy inflamada. Y tampoco te molestes en discutir, Thery estaba muy preocupada porque no viniste, así que quédate aquí hasta que mejores, así no se asustará. Además no hay nadie que cuide de ti, y por lo visto sola no puedes hacerlo. Descansa, la Sra, Bliss estará pendiente de ti, en un par de horas te toca el remedio. Debo irme a trabajar, luego vendré a ver como sigues – dijo como si aquello fuera lo más normal del mundo y se marchó.
Kate estaba demasiado débil para pelear así que siguió el consejo. Debía recuperarse pronto si quería estar lejos de él.
Debió quedarse dormida porque la señora Bliss la despertó.
-Vamos querida, es hora de su remedio – le dijo llamándola y Katherine abrió los ojos. La niñera la ayudó a levantarse un poco y le alcanzó un té para tomar las píldoras.
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Ganar el perdón
Любовные романыNicholas transformó todo su amor por Katherine en rencor, ¿y si estaba equivocado?¿Qué deberá hacer para ganar su perdón? "Katherine salió de prisa de la galería de arte , con la sonrisa aún en el rostro saludó a la dueña del lugar, y avanzó en la...