Arma Perfecta (Bringer)

Capítulo uno

Hacha

Es todo.

He desertado y ahora me muevo sola. La verdad es que siempre he pensado que es mejor así, pero siendo sincera agradezco que en la base me hubiesen enseñado a disparar y a defenderme en caso de ser necesario.

No seguiré el juego de los Otros, ni lucharé en su guerra. Solo me interesa mantenerme con vida y cuando descubrí que todo lo de la base era una mentira, convencí a los chicos de mi escuadrón que lo mejor era desertar, arrancarnos el chip y separarnos para que no pudieran encontrarnos. Al principio pensaron que me había vuelto loca, pero luego comenzaron a creer en mí, quiero decir, era su líder y siempre había sido muy lista en lo referente al escuadrón. Mis decisiones eran las más acertadas y cuando me quité el chip se dieron cuenta de que no estaba mintiendo.

-Tenemos que separarnos- añadí convencida ante sus caras llenas de perplejidad-. Es más difícil para ellos matarnos si nos dispersamos.

-Hacha tiene razón- dijo una chica rubia y alta que tenía una cicatriz en su cara, de ahí el nombre que Reznik le había dado: Scar-, no podemos quedarnos juntos porque así nos encontrarán más rápido. Dividamos los víveres y que cada uno continúe con su existencia lo mejor posible.

Nos dividimos las cosas en partes iguales, a cada uno le tocó una cantimplora, velas, latas de alimentos en conserva y sus respectivas armas. Sin embargo, yo me robé un revolver semiautomático y un cuchillo de 25 centímetros, además de mi rifle y algunas bombas que podría detonar en casos extremos. 

De eso han pasado dos semanas y me ha ido bastante bien hasta ahora, sin embargo, cuando reviso mi cantimplora descubro que me he quedado sin agua.

-Mierda - gruño antes de intentar beber las pocas gotas que quedan. Tengo la garganta seca y necesito con urgencia encontrar algo de beber. 

Hay un lago cerca de aquí, pero es muy peligroso ir, ya que en esa zona aterrizan a veces los helicópteros de Wright Patterson y no queremos que los Otros me lleven a una falsa seguridad.

He ido a buscar agua ahí, pero no quiero arriesgarme y prefiero buscar otro modo de obtener lo que necesito. Además ya no sé si sacar agua de ahí ;es peligroso, es muy probable que esté contaminada tomando en cuenta que mi escuadrón ha sido el primero en desertar en la corta historia de esa base militar improvisada. 

En Dayton hay más sobrevivientes, son civiles y no son muy amigables con los niños que juegan a ser soldados. El otro día vi que estaban torturando a una niña de mi escuadrón: la ataron y amordazaron y luego la llevaron hasta la iglesia. Me escabullí y comencé a mirar por un ducto de la ventilación, lo que le hicieron fue horrible: la desnudaron y le pegaron y rasgaron la piel con cuchillos. No sé si la violaron, ya que no quise seguir mirando la horrible escena. Ella no se merecía lo que esas personas hicieron, era una niña inocente que no tenía la culpa de que Vosh la estuviera utilizando. Era demasiado joven...

He comenzado a vigilar a estos sobrevivientes escondida entre los edificios y las casas. Sé que tienen agua, pero no creo que estén dispuestos a compartirla conmigo. Podría intentar amenazarlos, pero para eso necesito un rehén y los niños nunca están solos, además no soy muy alta como para amenazar a los jóvenes que cuidan la mercancía. 

Tendré que usar un plan B, una estrategia mejor pensada y planeada. Piensa, Hacha, piénsalo bien porque tu vida depende de que esta mierda funcione...

Oculta detrás de un auto, vi a una pareja salir de la iglesia. Él llevaba una botella de dos litros de agua y ella iba tomada a su mano libre, eran novios; saltaba a la vista. No soy una aficionada a las historias de amor, nunca lo fui, pero sentí lástima por ellos. Es decir, si mi plan se sale de control, no quiero ni pensar en cómo terminará su historia. 

Les seguí en un profundo silencio a los bosques que se habrían junto a las carreteras. No tenía ni idea de lo que iban a hacer en un lugar tan solitario, hasta que comenzaron a besarse apasionadamente. Contuve la risa, nunca había sido voyeur, de hecho se me hace muy raro estar espiando una escena tan privada, pero supongo que tendré que esperar entre los árboles hasta que ellos estén... muy distraídos.

Tenía mi arma semiautomática lista para actuar y en cuanto él recostó a su novia en el suelo, salí de mi escondite y les apunté con el revolver.

-¡Arriba las manos!- exclamé ante sus ojos sorprendidos- ¡Ahora! ¡Arriba las manos, ahora mismo!

-¡Es una de ellos!- gritó la chica escondiéndose detrás de su novio- ¡Mátala! ¡Dispara ahora!

-¡Ni te atrevas!- le dije al chico mientras fijaba el blanco en la cabeza de su novia- Si me disparas, la mataré ¡Te lo juro!

-¿Qué quieres?- preguntó él mirándome con miedo.

-Agua- respondí rápidamente-, dame tu botella con agua y me iré. Si no me la das me temo que esto no terminará muy bien. 

-¿Los parásitos como tú, toman agua?

-No tengo tiempo para esta mierda- le disparé al joven en una pierna. Así impediré que me siga y podré hacer que por fin me tomen en serio-. Si no me das el agua, la próxima bala terminará en la cabeza de tu novia ¡No estoy de broma!

El chico miró a su asustada novia mientras su pierna se desangraba. Espero que no se le infecte la herida, pero eso ya deja de ser mi problema, ahora depende de que el amor de ella pueda salvarlo, yo solo debo preocuparme de mi supervivencia. 

-Llévate el agua, maldita zorra- me gritó él con la respiración acelerada-. No me olvidaré de tu cara y si te veo por las calles, te prometo que terminaré con tu vida de la forma más dolorosa que te puedas imaginar.

-Suerte con eso...

Tomé la botella de agua y me alejé corriendo para que la chica no pudiera seguirme. Tendré que buscar otra ropa, este uniforme será mi condena de muerte y necesito llegar al sur. Es la zona más segura según lo que he estado pensando, pero no quiero seguir gastando municiones cada vez que necesite buscar cosas para sobrevivir. No soy pretenciosa, pero comienza a ser desagradable y estúpido que me confundan con el enemigo.

Yo no soy como Vosh.

No soy como los demás soldados de la base que le ven como un padre...