Capítulo 5 : Carpaccio

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Entré a mi casa, la cabeza me daba vueltas, me toque mi mano donde él había depositado su beso, ése gélido cosquilleo apareció de nuevo, mi corazón latía a mil. Me sentía cansada, confundida, enojada, con hambre, frío, angustiada, todo a la vez.

Decidí terminar con el hambre y el frío tomando un café con leche y galletitas con una colcha encima. Me senté en la mesada de la cocina a pensar, mientras desde allí miraba el estuche de mi vestido sobre el sillón. ¿Qué iba a hacer? No lo sabía, lo que quería era destrozarlo hacerlo añicos, derretirlo, quemarlo...quemarlo, podría hacerlo, pero... ¿De qué serviría? De nada, lo más seguro es que a la media hora ya tendrían uno listo para que todo se realizará con normalidad. Aún que... sin la novia la ceremonia no se puede realizar...sin la novia... Podría escapar, sacar todo el dinero que tuviera en mi cuenta bancaria, sacar un pasaje con un destino incierto, viviría de lo que pudiera pero... ¿y luego qué? Lo más seguro que pasaría es que mi padre me encuentre mucho antes de que yo logre viajar e incluso me case amordazada y atada. Eso realmente no serviría de nada, lastimosamente, debía afrontar todo esto.
Estaba tan pérdida en mis pensamientos, que cuando el teléfono de la sala sono pegué un salto del susto, corrí a atender...

- Hola...

- Hija, no me esperes a cenar, voy a cenar con Gina. No te preocupes por la comida, ella te dejó algo preparado en la heladera y alcanza para 3 - contestó con un tono ¿alegré?

- De acuerdo padre, de todos modos no tenía pensado cenar, así mismo creo que es mucho, aún que bueno, mejor para ella, mañana no tendrá que venir - ¿por qué tanta comida? Me pregunté.

- De acuerdo hija, como quieras, pero no creo que Cohen no coma nada...- cuando dijo aquel nombre me paralice y como un viejo amigo, apareció ese cosquilleo

- ¿Por qué tiene que venir Cohen padre? Él no es mi niñero, por desgracia va a ser mi marido -

- Lo sé hija, sólo me pareció una buena idea que pasaran más tiempo juntos, para que te vayas acostumbrando, además así yo me quedó tranquilo de que no estes sola en casa hasta entrada la madrugada.- ¿Desde cuándo le importo siquiera?

-Pero...

-Nada de peros...- hubo un corto silencio de ambos - Hija por favor no quiero discutir, sólo hazme caso, no quiero pelear contigo...- otro silencio con un suspiro de parte de él - En cuanto Cohen me conteste si podrá, te avisare la hora ¿De acuerdo? - eso realmente es nuevo ¿mi padre pidiendo 'por favor'? Al menos de algo está sirviendo todo esto.

- De acuerdo padre, lo haré solo y exclusivamente por ti, hasta luego, que disfrutes tu cena con Gina y mandale mis saludos. -

- Muchas gracias hija, te quiero mucho mi niña, recuerdalo siempre, por favor, adiós mi pequeña - ¿Qué le sucede a mi padre?

- Yo más papá, adiós.

Cuando corte el teléfono, me fui deslizando por la pared, hasta llegar al suelo, no podría creer la comunicación telefónica que acababa de tener con mi padre... No recuerdo la última vez que fue cariñoso conmigo, mi padre esta raro, creo que esas palabras estaban llenas de angustia, pena, dolor y desesperación. ¿Qué le estará pasando a mi padre? ¿Qué lo estará consumiendo por dentro?

Confundida con todo lo sucedido, me dirigí hasta la isla de la cocina, donde estaba anteriormente, para acabar con mi merienda, así luego me iría a tomar una ducha rápida, estaba alzando mi taza para lavarla cuando mi celular sono a causa de un mensaje, lo tome de inmediato para ver que me decia mi padre, rogaba que dijera que él no podía...

~Mensaje de texto~
Cohen
Mía, estaré en tu casa en cuanto termine de trabajar, supongo que a las 21:30 estaré en tu casa, Hasta más tarde, un hambriento Cohen.

Psicótico AfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora