CAPITULO VI LA REUNION

24 1 2
                                    


Al caer la noche en la ciudad de Zaliak, los comerciantes empezaban a recoger y cerrar sus negocios. La poca gente que quedaba en las calles, se dirigían a sus casas o bien iban a las tabernas del centro de la ciudad.

Celtiuk - Esta espera me esta matando, ¿cuando se supone que tendremos alguna noticia de vuestro amigo, el tabernero?.

Vaaner - no seáis impaciente. No debería tardar mucho. La guardia suele parar por aquí bien entrada la noche.

En ese instante, Leon, hizo entrada en la cocina trayendo nuevas noticias para sus amigos.

Leon el tabernero - Disculpad mi tardanza, ya mande dar aviso a vuestro viejo amigo el comandante. Según su criado pasara por la taberna sobre las doce de la media noche ya que ahora se encuentra en el círculo ocupado con sus tareas.

Vaaner - Os lo agradezco mucho. Es de vital importancia que podamos reunirnos con el rey hoy mismo.

Leon - no os preocupéis. Así será. Mientras esperáis a vuestro antiguo, os traeré algo mas de comida y unas cervezas.

La taberna ya había cerrado sus puertas, en su interior solo estaban Vaaner,Celtiuk y Leon el tabernero. Mientras esperaban la llegada del comandante de la guardia, los tres amigos, estuvieron recordando los viejos tiempos. Fue entonces cuando golpearon la puerta de la taberna.Los tres permanecieron en silencio durante unos segundos. Leon se levantó apresuradamente hacia la puerta, al abrirla se encontró con una cara conocida, era el comandante Azure, miembro de la guardia real de Zaliak. Leon le hizo pasar al interior donde Vaaner y Celtiuk esperaban impacientemente el encuentro con el viejo capitán.

Vaaner - Mi señor: gracias por venir con tanta premura. El comandante, se quedó tan sorprendido de ver a quien consideraba como un hijo, que no reaccionó hasta unos segundos después.

Comandante Azure - hijo mío, te daba por muerto. ¿cómo estáis?¿qué hacéis aquí?

Vaaner se abrazo fuertemente a Azure, si algo había sentido Vaaner al partir de Zaliak, era el hecho de tener que dejar atrás al viejo y querido comandante. Él le había enseñado a ser todo lo que hoy era.

Tras las oportunas presentaciones, todos tomaron asiento en la cocina de la taberna. Fue entonces, cuando Vaaner empezó a relatar a su amigos cuál era el propósito de su visita a Zaliak.

Vaaner - Mi señor: Es de vital importancia para el reino, que vea en audiencia privada a su majestad ya que las noticias que portamos no son buenas y son de vital importancia para la supervivencia del reino. Tiempos oscuros acechan en los reinos del oeste y sabemos que han empezado ha extenderse.

Comandante Azure - no os preocupéis, ahora mismo iremos hablar con la persona adecuada para tratar estos asuntos.

Vaaner - ¿De quien se trata, mi señor?

Comandante Azure - Su nombre es Brodor, el gran maestre.Es a la única persona a quien confiaría mi vida en esta ciudad, el resto de los miembros del consejo, solo se dedican a agrandar sus fortunas e ignorar los problemas de la ciudad. Brodor es una persona noble y que siempre está dispuesta a ayudar a quien lo precisa.

Leon el tabernero - yo he oído hablar de él, es respetado por todo el mundo y no solo en esta ciudad, sino en todo el reino. Tengo entendido ahora está fuera de la ciudad por motivos diplomáticos.

Comandante Azure - Esta misma mañana llegó de vuelta.No sé la razón ya que debería haber regresado ayer. Uno de mis criados le vio. Pongámonos pues en marcha ahora, no hay nadie en las calles y será más seguro ir a hablar con el.

Tras despedirse de Leon el tabernero, Vaaner y Celtiuk junto con el Comandante pusieron rumbo al torreón del círculo. Durante el camino no se cruzaron con nadie. Era una noche fría. El invierno se estaba acercando y las gentes de la ciudad estaban ya en sus casas. Al llegar a la puerta del torreón, fue el comandante Azure quien dio orden a los guardias de dejarles entrar. Tanto Vaaner como Celtiuk se habían cubierto con sendas capas para que nadie supiese quienes eran los visitantes que acompañaban al comandante. Como bien sabían, Zaliak no escapaba a los ojos de posibles espías.

Finalmente una vez en el interior del torreón, se dirigieron por la gran escalera de piedra que estaba situada más al sur, ya que era el camino más corto para alcanzar las estancias del gran maestre. Después de varios minutos subiendo alcanzaron la parte media del Torreón. En esta zona estaban situadas las estancias de los miembros del consejo, y la gran sala . Los pasillos estaban adornados con estandartes,el gran dragón dorado protegido por un círculo. El comandante sin decir ni una palabra señaló una de las grandes puertas que había en el pasillo. Vaaner y Celtiuk sin pensarlo dos veces avanzaron hasta situarse frente a la gran puerta de madera. Golpearon está suavemente, unos segundos después un asistente del gran maestre abrió la puerta.

Asistente del gran maestre - ¿Quien llama a la puerta del gran maestre, a estas horas de la noche?

Comandante Azure - Se presenta el comandante Azure, miembro de la guardia real de su majestad el Rey Tórmont, preciso de una audiencia urgente con el gran maestre.

El asistente, sin pensárselo dos veces hizo pasar al comandante y sus dos acompañantes al interior de la estancia. Minutos más tarde, Brodor, el gran maestre, se presentaba ante sus inesperados invitados. Siento importunarle a estas horas de la noche gran maestre, pero preciso hablar con usted con urgencia ya que el tema que tengo que tratar precisa de la presencia del Rey y necesito que usted nos acompañe.

Brodor no comprendía nada, ¿qué hacía el Comandante del rey en sus estancias a esas horas de la noche? ¿Quienes eran las personas que lo acompañaban?. Pero estas preguntas quedarían despejadas minutos después. Vaaner y Celtiuk se presentaron ante Brodor y comenzaron a relatarle los hechos que habían motivado su viaje desde Balmak. Brodor no les contó nada de lo que había vivido el día anterior en la ciudad de Gorbe ya que consideraba que para tratar este tema era preciso la presencia del rey. Fue entonces cuando los cuatro, de mutuo acuerdo decidieron dirigirse hasta las estancias reales en el palacio. Debido a que el Comandante formaba parte del grupo no les sería difícil llegar hasta el rey. Los guardias que se encargaban de la seguridad de palacio estaban a su cargo.Una simple orden, les permitiría estar ante su majestad el Rey Tórmont. 


EL CIRCULO DE LOS OSCUROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora