Elementos de levedad y pesadez

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2.

En el valle solitario de las palabras nunca dichas, un hombre pájaro desea emprender el vuelo. Como semillas de diente de león las plumas se desprenden de sus alas, salta, corre; pero una red de miedos nunca lo deja llegar a su destino, grita, vocifera; pero su voz se rompe en suspiros que le roba el viento.  Entonces sube a montaña más alta impulsado por una intensa llama que lo quema por dentro, enfrenta a la gravedad, a los espectros, diluyéndose en el acto cual roca del espacio mas, sin peso ya sobre sus hombros, se trasforma en una hoja de sauce, se pierde en el aire a la deriva de sus deseos, sin rumbo fijo libre y difuso, vivo, pero muerto de alma en su viaje inconcluso.



Delirios sonámbulosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora