De fiesta en fiesta

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Tomé un baño rápido y me cambié de ropa, me maquillé un poco, en solo un segundo y salí.

Angelo me llevó casi corriendo por muchos caminos, no sé qué hora era, pero definitivamente pensaba pasar toda la noche de fiesta, era lo máximo, necesitaba quitarme esta jodida amargura, pero de urgencia. Tenía sentimientos encontrados, me dolía el corazón por lo que vi, pero a la vez tenía ganas de divertirme, de hacer que todo "me resbale" y decidí hacerlo así, decidí no tomarme en serio nada. O al menos en el tema masculino, no iba a ir de aquí por allá rompiendo corazones, ni nada por el estilo, solamente iba a divertirme, conversar sin involucrar tanta emoción a menos que llegue a un acuerdo con la otra persona.

Vi una biblioteca enorme y casi arrastré a Angelo allí, mientras me reía por su cara al no esperar mi fuerza, sin embargo, terminamos yendo por mutuo acuerdo (en realidad me cargo hasta alejarnos de la biblioteca) al lugar que nos llevaría a la superficie. Él no me tapó los ojos, ni mucho menos me golpeó fuerte en la cabeza. Al estar en un punto alejado de los palacios y de la gente subimos a una colina, pero en ésta oscurecía y si te estirabas, podías tocar un techo firme y al parecer de tierra, Angelo me cogió de la mano y me llevó tras él.

-En el techo-dijo- hay unas agarraderas, para se exactos, dos agarraderas, impúlsate en ellas y cuando llegues a la última, suéltate, caerás en un piso suave

- Soy pésima para colgarme

-Tranquila, si te sueltas solo son seis metros de caída

Mi cara mostró terror, pero tuve que golpearlo fuerte cuando empezó a reírse como idiota.

-No te diría lo que hay abajo. Empieza.

Evoqué el recuerdo malo que me dio la suficiente valentía par seguir adelante, admito que de niña siempre había sido mala en la escalera china, pero esta vez saqué fuerzas que no sabía que tenía y logré llegar a ese piso suave, Angelo me siguió luego subimos por unas escaleras comunes y corrientes, y finalmente...salimos a la superficie, inspiré profundamente y me prometí a mi misma que disfrutaría al máximo, que bailaría  todo tipo de música y bebería, obviamente no me haría daño.

Daba la impresión de ser las ocho de la noche...iremos  a una discoteca, siempre se debe saber que lo bueno  empieza después de medianoche...,

-¿En qué parte del mundo estamos?-pregunté

-Mmm...el lugar por el que salimos es como un portal que te lleva a un lugar en el que piensas...así que no tengo ni las menor idea

Sin embargo, nos encontrábamos parados en medio de un callejón de alguna ciudad con mucha luz, salimos de allí inmediatamente y descubrimos una calle ancha llena de bares y discotecas-

-¿Portal mágico, dijiste?

-Oh si, nena

Me guié por la música, caminamos poco, y llegamos a un local grande con música sexy y movida, para mi suerte no nos pidieron identificación, porque la verdad no llevaba documentos encima.

-Aquí si que hace calor...-mencionó Angelo con una sonrisa pervertida-. ¿Y? ¿Bailamos?

Fuimos a la barra y para empezar a ambientarnos pedimos un trago, yo Ron y él Ginebra, brindamos y lo bebimos de un solo trago, la música se volvió tan pegajosa que en ese mismo momento corrimos a la pista, teníamos que bailar pegados, y así fue, me cogió de la cintura, entrecruzamos las piernas mientras yo movía mi cintura y el su cuerpo en general, íbamos bajando y subiendo...

Luego pasó a un ritmo latino, salsa, esta vez bailaba con otro hombre, cabello negro, alto, ojos cafés y atractivo, entra canciones aprovechaba para beber un vaso o un sorbo de algo que pasaba de mano en mano. Me movía sin parar y sin cansancio, casi no pensaba en nada, aunque de vez en cuando se me venías la imagen de Ahkmenrah y  sus malditas traiciones, era el momento preciso en el que bailaba con más fuerza y tomaba algo fuerte. No supe en dónde estaba Angelo, la última vez que lo vi, conversaba con una mujer guapa, por suerte ambos teníamos un celular, quedamos que a eso de las tres o cuatro de la madrugada llamaríamos para volver a casa. Salí de la discoteca por el cambio de música, entré a otra y conocí a dos compañeras fieles que se quedaron conmigo el resto de la noche. 

Completamente consiente, besé a un muchacho caballeroso y divertido, ¡oh, vaya! Pero no cualquier beso, me apoyó contra la pared con fuerza, y empujó su cuerpo contra el mío bruscamente, justo como me gustaba, me besó extremadamente intenso y yo se lo devolvía, pasamos así un buen rato, finalmente me dio su número y cada uno se fue por su lado.

Volví a cambiar de discoteca, la música era para saltar ahora, con las amigas que había hecho, nos mezclamos entre la gente y nos movimos como el DJ mandaba, lo que más me sorprendió fue que el muchacho con el que bailé en el cumpleaños de Ahkmennrah estaba ahí, mi mente no estaba tan clara, pero todavía razonaba, desde la última vez que lo golpeé me perdonó y admitió que las mujeres sobrepasamos a los hombres en muchas cosas, bailamos y sentí sus suaves labios sobre los míos también, el beso que pareció romántico al principio de pronto se volvió salvaje, incluso más que el anterior, y lo mejor era que a nadie le importaba que estuviésemos haciendo eso en sus caras, cada quién se ocupaba de lo suyo. Pasé bastante rato con él y antes de que se fuera, hicimos el juramento sagrado, con ello ninguno diría lo que pasó a menos que quisiera que le sacaran todos los dientes.

Conocí a varias personas más, pero no tuve otro acercamiento físico, además de bailar.

Bebí como una loca, era trago tras trago, hasta que me sabía igual una cerveza, que un vodka o un mojito...aún podía caminar, pero ya estaba mi cabeza nublada. Pero me seguí moviendo por mucho tiempo.

-¿Qué hora es?.-pregunté a alguien al azar

-Ya está amaneciendo son las cuatro de la mañana

Entonces entendí porque ya casi no había gente en la discoteca. Hora de irse.

-Eh, Victoria, coge el celular que tengo guardado en el bolsillo del pantalón y marca el número  de un tal Angelo, dile que ya es hora

No oí nada más, pues el alcohol me tenía casi dormida. Qué clase de resaca tendría en la mañana. Al poco tiempo sentí que me movilizaba a otro lado y los rayos del sol eran un estorbo.

Todo se agitó de repente y yo perdí la conciencia.

Había ido de fiesta en fiesta.

Y había disfrutado como nunca.

Ojalá cuando despierte hayan buenas noticias.

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Hola chicas!! No me maten! Prometo actualizar más seguido, ahora que estoy de vacaciones, no lo he hecho porque me acabo de cambiar de casa...y está todo una locura, espero que el cap. no les parezca aburrido, a más tardar pasado mañana publico otro :3

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TheGreekEmpress

Enamorada del hijo de un FaraónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora