-Capitulo 41-

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"El amor no siempre toma al tiempo en serio si ambos estamos juntos"

Narra Piero

Los días pasaban y las horas se alargaban con tantas emociones y preocupaciones juntas, Por suerte en ningún momento dejábamos a Aurora sola, ninguno se atrevía a moverse, era mas el miedo de saber que en cualquier momento ella podría volver o muy bien podría... Era realmente doloroso siquiera imaginar una vida sin ella, no podía evitar pensar en el porvenir, la sala conforme pasaban los días se había llenado de familiares, todos a la expectativa del estado de Aurora, restregó un poco mis ojos para luego unir mis manos y apuñarlas en mi boca, observándola casi frustrado, no se movía, siquiera tenia emoción alguna, estaba allí dormida sumida en un mundo apacible, dejo escapar un suspiro, ya comenzaba a extrañar lo cotorra y chistosa que era con todos, otra cosa de extrañar era como le gustaba comentar con Valentina y Beth alguna anécdota venezolana y luego soltaba aquellas carcajadas al ver como ninguno de los chicos, Isa y yo entendíamos, me gustaba el hecho de verla sonreír a las chicas como disfrutará de un secreto, observo la habitación periféricamente, la habían trasladado a una habitación aunque su estado seguía siendo el mismo, mi mirada se detuvo en los portarretratos que no había visto, en una de las fotografías ella se encontraba sonriendo abrazando a su abuela y ambas se miraban con devoción, aquella mujer miraba Aurora con orgullo y comenzaba a comprender el porque ella siempre hablaba de su abuela, la segunda era ella con Sofia, Aurora la tenía en brazos y ambas hacían caras, la tercera era ella con su familia y la cuarta me sorprendió era de ambos, yo abrazaba a Aurora de la cintura y ella me observaba con una sonrisa mientras rodeaba mi cuello, no sabia de donde había salido aquella fotografía, luego recordé aquel día en la competencia de parejas antes de parar en la cárcel, ambos habíamos ganado una sección fotográfica y esta era una de ellas, lo había olvidado por completó

Las dejaron en el departamento, las vi en el correo y me pareció justo también traerle una de ambos -dice la señora Maria irrumpiendo de repente, me doy vuelta y sonrio

Esta Hermosa la fotografía -digo mirándola casi con ensoñación recordando aquel tiempo donde todo estaba bien entre nosotros y no había una bala y una loca de por medio, La señora Maria hizo una mueca desganada, palmeo mi hombro mientras se encamina a la otra mesita de noche dejando el ramo de rosas rojas en el florero, me detuve a mirarla cuando esta acomodaba perfectamente cada rosa, ella no era nada parecida a su hija, era mas baja y su carácter era distinto

Sabes... Yo estaba en contra de la relación de mi hija contigo -dice dándose vuelta, la miro boquiabierto, aquella confesión me había agarrado desprevenido

¿En serio? -digo incrédulo, ella asiente, Aurora no me había dicho nada, aunque claro las cosas había cambiado luego de que ella se había ido a Venezuela, la señora Maria se ríe al ver mi cara de sorpresa

No estaba contenta, de hecho estaba dispuesta a meter a alguien de por medio -dice sincera, mi incomodidad aumento, mi propia suegra no me quería, golpe fuerte

Pero... Cambio de parecer ¿Verdad? -digo nervioso, no podía simplemente permitir que Aurora discutiera con su madre solo por mi

Si ella me hizo cambiar de parecer, en Venezuela me hablo duramente, tanto que por un momento no la vi a ella, no vi a mi hija, vi a una mujer justa, cansada de que alguien maneje su vida -dice, asiento, sabia que Aurora cuando veía algo que no le agradaba iba y con palabras dulces corregía, no creía lo que su madre me decía, estaba indeciso si preguntarle o no sobre lo que acaba de contarme, la veo caminar de regreso hacia el sillón y se sienta con una sonrisa divertida, como si recordara aquel día

Mi Único Gran Amor © Piero Barone (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora