My Compliment (Novela de Klaus Mikaelson)

Capitulo 3 "The Revelation"

-¿Por qué quieres hablar conmigo?-

-Es necesario y urgente, debo de hacerlo antes de que se termine todo.- su voz fue tan robótica, como si alguien más la manejara, ni si quiera volteo a verme, tenía una mirada como si viera el vacio infinito.- Por favor pasa- Ella ya había abierto la puerta de una habitación que no había visto antes, al principio dude en entrar y salir corriendo pero pues su aspecto me dio curiosidad así que cedí.

Al entrar a la habitación me di cuenta que era muy diferente a las demás, era pequeña y su estilo era muy vago, como si hubiera entrado a la cabaña de un leñador, olía mucho a madera húmeda un delicioso olor, bueno para mi gusto. De mi lado derecho estaba una cama individual a lado de ella una pequeña repisa donde se encontraba una vela, a la izquierda había un sillón acolchonado pero viejo se notaba que estaba rasgado y arañado, arriba se encontraba una ventana no pude distinguir el lugar donde estábamos porque deslumbraba la luz del sol. Seguí caminando y al pasar un muro que dividía ese cuarto se encontraba una pequeña cocina y un comedor ahí había más ventanas con las cortinas corridas para que entrara la luz.

-¿Dónde estamos Emily?- le pregunte mientras me di la media vuelta y verla, pero ¡Oh Sorpresa! No estaba ahí, me encontraba sola en esa habitación-casa, maldita cómo pude confiar en ella, me estaba desesperando me asome a la habitación donde entre y nada, no sabía que estaba haciendo yo en ese lugar.- Emily, ¿dónde estás? ¿Qué quieres de mí? ¡EMILY!- Estaba empezando a tener muchas emociones al mismo tiempo; miedo, rabia, enojo, soledad, perdida, tristeza, desesperación...

-Tranquila, estoy a fuera, sal por la puerta que está enfrente de ti.- voltee rápido y de repente había una puerta la cual no estaba ahí, esto se está volviendo más extraño de lo normal, gire la manija, salí de aquella puerta ¡sorpresa! Estaba en un bosque y justamente acerté estaba dentro de la cabaña de un leñador- ¿cómo llegue aquí?-me susurre a mi misma mientras observaba a mis alrededores, todo se me hacía familiar pero no sabía exactamente dónde me encontraba, me volví a susurrar.- ¿dónde estoy?

-Tranquila, nos encontramos en tu mente.- me sobresalté al ver a Emily parada enfrente de mí. –Todo se te hace familiar, ¿cierto? Es un recuerdo que estaba oculto, yo logre sacarlo para ti...- la mire con mucho cuidado estaba confiada y demasiada seguridad pero su mirada me decía otra cosa que no podía descifrar.- Vaya que sí eres poderosa Emily Bennett, pero ¿Por qué maldita sea te metes a mi mente sin mi permiso?- le pregunte en un tono bastante enojado, quiero saber qué pretende esta bruja conmigo, qué es lo que quiere de mi.

-En primera no tenía el tiempo suficiente para platicar contigo a solas debido a que me encontraba con la Srita. Katherine o también era por su ausencia en la casa de los hermanos Salvatore, hasta el día de hoy que logré hacerlo y en segunda es porque ya sé lo que eres y este recuerdo oculto que tenías es respecto a tus verdaderos orígenes, sólo es cuestión que observes.- con un solo movimiento de su cabeza alzando provocó que me volteara a ver donde me señalaba...

Había un señor de cabellera larga, traía la ropa bastante mojada por el sudor había traído una gran carga de leña y la depositó en un lugar donde había más de eso. Echó un suspiro y se limpio el sudor de la frente, se agacho para tomar un pedazo de leña la colocó donde suelen cortar la madera, tomó el hacha y empezó a cortar madera tras madera. A lo lejos se veía llegar a un joven venía corriendo por el bosque, estaba gritando se le oía poco pero entre más se acercaba al lugar más fuerte se hacía el sonido.

-¡Erick! ¡Erick!- le gritaba el muchacho, el leñador se volteo de golpe para verlo, dejando reposar el hacha dónde estaba cortando.

- ¿Qué sucede Peter?- el chico estaba respirando muy rápido cuando se paró enfrente de él, sus palabras apenas se entendían ya que empezó a hablar entrecortadamente tratando de recuperar aire.- Er...ick...ne...cesi...tas...volver...a la aldea, es tu hija... está muy mal.