Colors (Dipwill)

Blanco

La luz originada por el sol entraba a través de uno de los grandes ventanales que habían en la habitación causando que el demonio despertará.  Estaba recostado en una habitación, pero no era la suya, aún somnoliento empezó a moverse, sintió un agarre en su torso, al girarse a la derecha de la cama se encontró con Gleeful, quien le abrazaba.

Este seguía dormido, pero a pesar de ello, no soltaba al peliazul, lo abrazaba de manera protectora y posesiva, Will no intentaría soltarse del agarre, le agradaba mucho estar con él y no sólo eso, sino también el haber hecho lo que hizo la noche anterior.

—Eres muy madrugador... — Comentó con los ojos cerrados el castaño, mientras soltaba a Will y se sentaba a su lado.

Will solo sonrió tímido y se acercó a él para abrazarle por el torso desnudo. Dipper correspondió al abrazo mientras besaba la frente de Will.

—N-no... No quise despertarle señor...— se soltó del agarre para verle a la cara, hasta cuando acaba de despertar le parecía lindo, fue lo que pasó por la mente de Will.

—No me digas hací. — empezó a rosar sus labios.

—¿Cómo?.— cuestionó mientras acariciaba la espalda del castaño, mientras este hacia lo mismo, con cuidado de los moretones del de cabello azul

—Señor...— empezó a morder el labio inferior de Will, para después proseguir a besarle de manera posesiva pero cuidadosa.— No estoy casado, aun no...

El demonio se sobresalto un poco ¿Después de todo quería una esposa?...

—Pero no quiero cualquier esposa, sino, te quiero a ti.— hizo una corta pausa. — Te quiero a ti, Will Cipher.— recostó nuevamente al peliazul, quedando por debajo de el, Will río bajo.

—Con gusto lo sería, señor Cipher.— volvieron a besarse, cuando acabaron Dipper cayó rendido encima de él.

—Será mejor que nos vistamos.— se separaro de él para sentarse en la orilla de la cama y comenzar a ponerse unos bóxers con algo de dificultad. -. Señor Gleeful.

Will seguía en la cama, no podía levantarse por ciertas dificultades en su parte baja, Dipper le prestó su blusa, Will se la puso para después acercar la tela a su nariz, llenándose del olor del castaño.

—Voy a traer el desayuno, le he dado el día libre a todos, tenemos la casa solo para ti y para mi.

Dicho esto, Dipper levantó un poco su la comisura de sus labios formando una sonrisa, Will se alteró un poco "Tranquilo Cipher, solo es una simple sonrisa, no es nada un" fue lo que se dijo a sí mismo de manera mental para tranquilizarse.

El hecho de que Gleeful pidiera privacidad absoluta para estar todo el día con Cipher era un gesto muy romántico, y demasiado, puesto que Dipper sí parecía enamorado.
Todo el día se la pasaron juntos, no hacían gran cosa, Will estaba muy apegado a Dipper, pero este no hacía más que darle cariño. Un cariño que ambos necesitaban desde ya hace un buen tiempo.

En la atardecer ambos subieron a la terraza, se tomaron de las manos y se sentaron. Will apoyo su cabeza en el hombro del castaño mientras ambos admiraban el paisaje del que eran testigos, el sol ocultándose dándole paso a la extensa noche que ya no sería oscura nunca más.

La noche cayó, y con ella las estrellas las cuales eran de un Blanco brillante, cómo las intenciones que se dieron a ver ese día, las que Gleeful dió a conocer. Pequeñas estrellas a lo largo del panorama, acompañadas de la luna quién parecía cuidarles con su luz.

Pero otra cosa también se dejó ver.

—¿Will?.— llamo el castaño

—¿Qué pasa Dipper?

No esperaba eso.

—¿Puedes prometer que nunca te iras de mi lado?

Todavía no...

—Se lo prometo.— Will le dedicó una sonrisa seguido de un sonrojo.

Pero tarde o temprano todo tenía que terminar.

—¿Will?— volvió a llamar.

—¿Mm?

Y entonces recitó las palabras que llevaron al demonio al sufrimiento.

—Gracias por hacerme el hombre más feliz...