Colors (Dipwill)

Morado

La sangre bajaba por todo su torso lentamente hasta caer al suelo, se arrastraba a duras penas en dirección a la salida, hasta que alguien se poso entre el y la puerta, era Gleeful.

— Tu te ganaste esto Will, nadie te pidió que me hagas feliz.

Dipper se inclinó a una distancia razonable (al menos para el) del demonio, tomó los celestes cabellos de este para alzarle y quedar cara a cara. Se acerco a el poco a poco y cuando su cara estaba a pocos centímetros de la del Demonio, Dipper con un brusco movimiento azotó la cara de Cipher en una mesa de cristal, causando que se entierre pedazos de diversos tamaños mientras escupía sangre.

— ¿Sabes por que te pedí que te quitarás la ropa?.— preguntó mientras veía el pálido y desnudo cuerpo del Demonio, pero lo que más resaltaba de el no era el rojo de la sangre, o el celeste de su cabello, sino el morado, grandes y pequeñas manchas moradas recorrían todo su cuerpo, manchas creadas por las diversas torturas que habían sido impuestas por el castaño.

— No... No señor.

Su voz apenas era audible, y lágrimas salían de sus ojos, el estaba acostumbrado a llorar a escondidas de Gleeful, pero por más que lo intentará en ese instante, todos sus esfuerzos fueron en vano, no le gustaba, a Will no le gustaba como le trataba, pero no podía alejarse de el.

— Cuando un arma hace contacto directo con una persona, el dolor es más fuerte y la sangre no se desperdicia, ¿Me pregunto que pasara con un Demonio que es demasiado débil.— menciono para después pisar el torso y seguido patearle sin delicadeza.

Después de esa acción saco una daga y, con una gema que traía en su cuello, acomodo al peliazul con algo de sutileza, para después clavarle directamente la daga en uno de sus ojos.

Will se hizo un ovillo, se tomaba con ambas manos la cabeza y hacia presión contra esta, como si quisiera aplastar su cráneo, el lloriqueo se hizo más fuerte y con el gritos de agonía se hicieron presentes. Sus cuerdas vocales estaban demasiado gastadas, parecía que podía perder la voz.

Sin duda alguna, lo que hacía Dipper era un acto inhumano y la manera de reaccionar de Will no era propia de un demonio como el.

— tu tienes la culpa, por tu culpa no soy feliz, deberías estar conciente de ello pero...— hizo una corta pausa — ¿tu crees que con una chica como ella volvería a ser feliz?.

Cuestionó incrédulo pero sin perder su firme postura.

— No... Yo.— pausaba su hablar momentáneamente al ver que no podía controlarse. — No volveré, no volveré a hacer nada sin su consentimiento...— levantó a duras penas su rostro, hablando con el cara a cara, la sangre salía de su ojo, o mejor dicho la cuenca vacía, su ojo ahora estaba en las manos del castaño, quien estaba lleno de fluidos sanguíneos del peliazul.

Lloraba y lloraba, no podía parar.

Dipper tenía razón después de todo, el tiene la culpa de el porqué todo es así, o eso creía el.

— ¡Ahora ponte tu ropa, limpia todo esto y sal de mi vista demonio de mierda!.

Seguido de esto salió de su habitación dejando a Will confundido.

Le amaba tanto, Pero a la misma, Le temía tanto.

Sus sentimientos perdían el sentido y la racionalidad.

¿Acaso el amor tiene algún sentido?

¿Tenía que haber alguna razón exacta para amar a alguien?

Todo era tan frio como el azul, pero a su vez tan cálido como el rojo, era la combinación de ambos, generando un morado sentimiento en el, tan confuzo y extraño.

Doloroso pero intrigante.
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¿Les está gustando?

¿Quieren que cambie algo?

¿han buscado un hotel en Internet?

No lo se, disfruten uwu

-God-ofDxtruction <3