Llegué a la suite y me encontré con los chicos jugando Call of Duty.
—Es enserio jugando a estas horas?—Pregunté sonriendo.
—Nunca es tarde para un buen videojuego! —Exclamó Santiago, sin despegar la vista del televisor.
—Donde están las chicas?
—En la habitación mía y de Nicole, tienen horas alistándose —Ryan tampoco me miró al hablar.
—Por cierto... y Alex?
—Salió, parecía tener prisa, pero no dijo a dónde —Asentí, aunque sabía que no me estaban viendo.
Me dirigí hacia donde se encontraban las chicas.
Nicki se maquillaba mientras Becca se rizaba el cabello.
—Hola chicas —Saludé y las dos voltearon a verme.
—Oh por Dios! Toma asiento y cuentanos todo —Becca se acercó a mí, me tomó por los hombros y me obligó a sentarme en la cama para después seguir con su cabello.
—No hay nada que contar —Me encogí de hombros, restándole importancia.
—No te creo nada! —Nicki me miró acusadoramente. —Solo para que veas que soy una gran amiga, te ayudaré un poco —Guardó todo su maquillaje y se sentó junto a mí. —A dónde te llevó?
—A un lindo restaurante llamado Cafe Matisse —Traté imitar el acento de Anders, fallando terriblemente.
—Lo pasaste bien? —Preguntó Becca sentándose junto a nosotras en la cama.
—Si, no hay forma de negarlo —Sonreí.
—Quien iba a pensar que ese chico te iba a volver loca tan pronto —Se burló Becca.
—Claro que no! Sólo salimos como amigos, no digas estupideces Rebecca.
—Estás segura de eso? —Asentí. —Entonces no ocurrió nada interesante? —Alzó una ceja.
Sentí que mis mejillas ardieron en el momento que recordé el beso con Anders, pero aún así negué con la cabeza.
—Vamos, cuentanos —Nicki se acomodó en su lugar. —Que tal besa?
Abrí mis ojos como platos. —De... de que hablas? —Balbuceé.
—Oh vamos, sabes de que hablo sólo cuentanos.
—Besa muy bien —Admití. —Pero después del segundo beso, acordamos que sólo seríamos amigos.
—Se besaron dos veces?! —Exclamó Becca.
—La primera fue él y después yo lo besé, pero el me apartó diciendo que yo solo lo utilizaba para olvidar a Alex y otras cosas más y me hizo ver que estaba en lo cierto —Hice una mueca.
—Te invitó a salir otro día? —Nicki se puso de pie.
—No exactamente pero preguntó si nos veríamos mañana —Comencé a quitarme los zapatos. —A dónde irán? —Pregunte, cambiando de tema.
—No sabemos —Becca se encogió de hombros. —Los chicos sólo dijeron que nos arregláramos porque saldríamos.
—Deberían apresurarse es tarde. —Me puse de pie.
—Porque no llamas a Anders y salimos todos juntos?
—No, lo siento pero estoy agotada chicas. Me iré a dormir, que se diviertan —Las abracé y salí rápidamente antes de que lograran convencerme.
Me encerré en mi habitación, tiré mis zapatos y bolso al suelo y me acosté en la cama. Ni siquiera me moleste en cambiarme de ropa.
No pude evitar recordar a Anders sin pintar una sonrisa en mi rostro antes de caer en un sueño profundo instantáneamente.
Desperté repentinamente por el sonido de mi celular y lo tomé un poco confundida. Quien podría estar llamando a las 3 de la mañana?
Respondí inmediatamente al ver que se trataba de Alex.
—Hola, Alex? Que pasa? Te encuentras bien?
—Hablo con Baylie? —La voz de una mujer se escuchó a travez de la otra línea y no pude evitar molestarme.
—Quien eres y porque tienes el teléfono de mi novio? —Pregunté, hecha una furia.
—Tranquila señorita. Llamo de Doctors hospital, soy Anne Cooper, una de las enfermeras de el joven Alexis Fletcher.
—Que ocurrió?
—Lo único que ha mencionado en todo el tiempo que ha estado aquí es su nombre, señorita —Hizo una pausa. —El no se encuentra totalmente consciente, así que me tomé la libertad de tomar su celular para llamarla.
—Que fue lo que le ocurrió? —Volví a preguntar. —Como se encuentra?
—Recibió dos impactos de bala, por el momento aún no sabemos si ha perforado algún órgano, estamos esperando las radiografías pero ha perdido demasiada sangre.
—Oh Dios mío —Coloqué mi mano sobre mi boca y comencé a ver borroso por las lágrimas que se acumulaban en mis ojos. —Gracias por avisarme, señorita —Dije con voz temblorosa y colgué.
Busque mi maleta para tomar ropa limpia pero estaba vacía. Mis manos se encontraban temblorosas buscando en cada cajón que se encontraba en la habitación pero no encontraba nada. Al calmarme recordé que las chicas me habían ayudado a guardar todo en el armario. Finalmente tomé un poco de ropa
y metí en el cuarto de baño para cambiarme . Díez minutos después ya estaba fuera y lista para irme.Bajé en el elevador a la planta baja.
—Señorita podria llamar un taxi porfavor, me urge —Dije en cuanto me acerqué a la recepcionista.
—Por supuesto, sólo dame un segundo.
Asentí y ella hizo una llamada.
—Había uno por aquí cerca, no debe tardar en llegar —Me dice en cuanto cuelga.
—Muchas gracias —Dije y camine hacia la entrada.
Había un taxi estacionado en frente de la puerta y al ver que se encontraba vacio, subí a el sin importarme que no fuera el mío.
—A Doctors hospital, porfavor —El conductor sólo me dirigió una mirada a través del retrovisor y asintió para después arrancar el auto.
En todo lo que podía pensar era en preguntarme cómo Alex se podría haber metido en una situación así. Alex no es un chico que busca problemas mas bien es todo lo contrario, no lograba encontrar explicación alguna.
Recargué los codos en mis piernas y cubrí mi cara con mis manos.
>>Alex va a estar bien.<<
Esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, tratando de convencerme a mi misma de que eso era verdad.
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What You Got Me Into
ChickLitTe conocí, me enamoré y lo dejé todo por ti. Me subiste al cielo y terminaste por bajarme hasta el infierno. Me enredaste en tu mundo sin querer y ahora no tengo ni la más mínima idea de lo que voy a hacer para salir de todo a lo que me has metido. ...