Capítulo 17

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Eran las cinco de la mañana y yo aún me encontraba sentada en la sala de espera del hospital sin ninguna noticia acerca de Alex, estaba comenzando a desesperarme.

—Familiares del joven Alexis Fletcher? —Un doctor de estatura alta y cabello grisáceo salió a través de dos puertas blancas.

Me puse de pie inmediatamente y caminé hacia el. —Soy su novia doctor, como está él?

—Una de las balas ha logrado perforar el hígado y la otra estuvo a punto de dañar el vaso sanguíneo, tuvimos que hacerle una cirugía para remover las balas, limpiar la herida y reparar parte de el daño que se causó en el hígado. Fue necesario dejar la herida de bala abierta para permitir que la inflamación disminuya y los tejidos sanen —Suspiró. —Por el momento, se encuentra en recuperación.

Solté una gran bocanada de aire. —Puedo verlo? —Las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

—Aún no señorita. Lo trasladaremos a un cuarto cuando ya no tenga que estar bajo observación continua, hasta ese entonces podrá verlo.

—Está bien, gracias, doctor —Dí media vuelta y regresé a mi asiento.

Tomé mi bolso de la silla, lo había olvidado ahí por lo nerviosa que me encontraba.

Me espanté cuando mi celular comenzó a sonar, lo tomé y contesté sin molestarme en ver quien era.

—Hola?

—Baylie —Pude escuchar el alivio en la voz de Becca. —En dónde estás? Creí que irías a dormir.

—Fue lo que hice, pero ahora me encuentro en el hospital.

—PORQUE? —El grito de Nicki retumbó en mi oído.

—Alex tuvo un incidente.

—Que le pasó? —Preguntó Becca.

—PON EL MALDITO ALTAVOZ! —Nicole se estaba volviendo loca al no saber que era lo que estábamos diciendo.

—Nicole callate, te cuento todo en un segundo sólo espera ahí sentada como la niña buena que eres —Becca regañó a Nicki en voz baja pensando que yo no la escucharía. —Ahora si, Baylie puedes decirme que fue lo que sucedió?

—No lo se Becca, sólo me llamaron del hospital diciendo que Alex había recibido dos impactos de bala.

—Que diablos estás diciendo Baylie? Estás segura que es cierto?

—Si, Rebecca no jugaría con un asunto tan delicado como éste.

—No logro comprender cómo fue que le pasó eso a Alex, es la última persona a la que imaginaría en esta situación.

—Lo sé, pienso lo mismo pero quiero investigar bien que fue lo que sucedió. Voy a llegar al fondo de todo esto y quien sea que lo haya hecho, lo va a pagar.

—Y como piensas hacer eso?

—Involucraré a la policía.

—No creo que sea necesario Bay —Hizo una corta pausa. —Alex debe ser el que decida si quiere levantar una denuncia o no. Tu ya no tienes nada que ver con él, así que no puedes tomar decisiones que le corresponden solamente a él.

Abrí la boca para decir algo más, pero ni una sola palabra salió de ella. Rebecca tenía razón, por más que me doliera aceptarlo.

—Lo ves —Asentí lentamente, a pesar de que ella no podía verme.

—Pero quiero estar con él, Becca. Ayudarlo a que se recupere, quiero brindarle mi apoyo.

—Entonces hazlo. Mientras él lo acepte, no hay ningún problema con eso.

—Eso espero —Colgué la llamada después que me dijera que vendrían más tarde.

>>Espero que sea tan fácil como parece<<

—Señorita? —Alguien me agitaba del hombro.

Me había quedado dormida sin darme cuenta. Abrí los ojos lentamente para ver al doctor frente a mi una vez más.

—El paciente reaccionó hace dos horas, se encuentra fuera de peligro ya puede pasar a verlo.

Salte de mi lugar y salí corriendo hacia él cuarto que le habían asignado a Alex pero una enfermera me detuvo en el momento en que me vio, diciendo que estaba prohibido correr en los pasillos del hospital.

Alex abrió los ojos en cuanto escuchó el ruido de la puerta al abrirse.

Lo examiné rápidamente con la mirada y pude notar lo pálido que se encontraba, la falta de brillo en sus hermosos ojos azules, las obscuras ojeras debajo de ellos y también pude ver que tenía una intravenosa insertada en el dorso de su mano derecha.

—Que haces aquí? —Preguntó con voz rasposa.

—Fue a mi a quien le avisaron que estabas aquí, sólo quería verte, asegurarme de que estuvieras bien —Cerré la puerta detrás de mí.

—Ya me viste y si estoy bien, así que ya puedes marcharte.

—Tranquilo, acabas de tener una cirugía necesitas estar calmado.

—Lo estaré en cuanto te vayas.

—Está bien, me iré pero no dudes en llamarme si necesitas algo.

—Yo no necesito nada de ti, así que hazme el favor de desaparecer de mi vista.

Cerré fuertemente la puerta al salir del cuarto de Alex, me sentía destrozada.

>>Bien dicen que las palabras, son las armas que más lastiman<<

What You Got Me IntoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora