Cuentos bajo la lluvia

Armonía liquida

Ellas bailaban, un pie por aquí, otro acá. Se estremecian con el viento y dejaban fluir su ritmo. La música crujía a sus alrededores y se bañaban en luces azules, grises y blancas. No transcurría el tiempo ni había conciencia de este. Era el mejor momento de sus vidas, pues era el momento para crear, crear y transformar una ciudad que le hacía faltaba su lluvia. Sabían que al correr el viento se realizaba la metamorfosis y fusión con otras nubes. Unas se separaban y quedaban solitarias en el cielo, otras encontraban abrigo y se cubrían entre ellas formando una enorme espuma de color grisasea y compacta. Sin embargo ahí estaba yo quien nació como otros tantos, sabía que tenía una vida pasada en el bajo mundo, como un charco que muchos ignoran después de un día lluvioso o como la gota que cayó del grifo y se evaporó en el tiempo donde quedó mi alma disuelta en el vacío y solitaria en el espacio.

Vi pasar a mis hermanos junto a mi, cómo se dispersaban en la caída y se convertían en seres pequeños pero de gran alma. Me acurruque y me abrace, sabía que mi vida solo iba a ser un parpadeo, un flash de cámara que apenas puede capturar el momento. Sabía que nadie me iba a recordar, que mi vida seria una más en el libro del olvido que data todas las veces que estuve aquí y allá. Sabía que iba a ser una vida en caída libre hasta llegar al fondo y chocar para ver como mi cuerpo se parte en muchos pedazos. Mi madre me dio el ultimo beso y dije a dios, adiós a ti precursora de la vida y protectora de la misma, tu, amante de corazón frío.

El tiempo se detuvo y vi pasar los segundos frente a mi. las imágenes pasaron por mi mente y vi la soledad en su mayor esplendor y hermosura parecía la luz detrás de la fosa gris de la caída, ella me acompañaba y me decía, no estas sólo, estas conmigo, soy tu compañera, estaré cuando me necesites. Le dije gracias, que por el momento me acompañara en el vacío. Cerré los ojos, sentí los fluidos correr en mi cuerpo. Como se dispersaban y se movían, cómo se alteraban y me adormecidan. Sentí sueño y cansancio pero apenas estaba empezando a vivir. Me pregunté si era un sueño, una ilusión. Me pregunté ¿cuándo dejaré de ser una gota de lluvia?