Perdón

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Capítulo 21: Perdón.

“Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para 

perdonar una ofensa, sabe amar”

(Brittany)

Acababa de terminar mi primera consulta del día. Tenía muchas cosas que planear ya que el cumpleaños de Meghan se acercaba. Siempre le había gustado que su cumpleaños fuera en Enero para recibir más regalos, claro cuando era pequeña. Desde la muerte de mis padres no habíamos vuelto a celebrar su cumpleaños a lo grande, por lo mucho un pastel y aun así no le agradaba.

Esperaba este año todo fuera diferente, estábamos creciendo y superando la muerte de nuestros padres. Por eso se me ocurrió junto con Elizabeth hacer una fiesta sorpresa.

Deje la pequeña lista de cosas que debía comprar a un lado. Mi paciente favorito estaba por llegar. Antes se retrasaba en llegar o ni siquiera llegaba y ahora estaba cinco minutos antes. Alexander cambio demasiado.

Justo a tiempo escuche el teléfono sonar, Ángela avisándome que Alexander estaba aquí. Alexander entro con una hermosa sonrisa.

-Hola psicóloga.

-Hola Alexander ¿Por qué tan sonriente? ¿De qué me perdí?

Alexander trato de dejar de sonreír, pero al tratar le daba más risa y termino con una carcajada haciéndome reír también.

Si la noche de año nuevo había sido completamente distinta a lo que habíamos planeado. Ahora Nathalia estaba avergonzada con todos por haber arruinado la salida. Resulto que al estar discutiendo en mi habitación con Thomas vomito mi cama y termino dormida en el escusado. El pobre Thomas se tragó su enojo y le tuvo que ayudar.

No pude dormir en mi habitación gracias al fuerte olor que dejo Nathalia. Liam perdió la cabeza muy pronto en alcohol, junto con Rachel para sorpresa de todos. Alexander se apiado de mí y me invito a su casa.

-Flash Back-

-¿Qué mejor que empezar el año en mi casa, junto a mi novia?- me dijo Alexander abriendo la puerta de su departamento.

-¿Qué te de un beso?- dije preguntando de la misma forma que él. Alexander me sonrió.

-Si tienes razón.

Me acerque a él y le di un rápido beso. Alexander me miro haciendo un puchero, yo solo me encogí de hombros haciéndome la despistada. Era la primera vez que entraba y necesitaba mirarlo atentamente. Era sencillo de color blanco y negro. Supongo que iba a juego con los dos hombres solteros que vivían aquí. Tenía todo lo necesario, pero no cosas de más.

-Digamos que ni Thomas, ni yo nos hemos tomado el tiempo para decorar- me dijo al mirar como inspeccionaba su departamento.

-Está bien. Solo son dos hombres en su etapa rebelde- bromee.

-¿Quieres dormir en la habitación de Thomas? O puedo dejarte la mía…

Sentí mis mejillas arder.

-Prefiero la tuya, pero contigo dentro.

Nunca había estado tan nerviosa como esa noche. Alexander acepto mi loca idea, al final ya habíamos dormido juntos antes en la cabaña. Estaba rodeada por sus brazos tratando de dormir, pero era la primera noche de Enero, un día para celebrar. Decidí ser menos penosa esa noche y comencé a besarlo. No buscaba nada realmente, solo quería más tiempo en los labios de Alexander. Todo iba bien. Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo y las mías el suyo, pero cuando aparte su camisa de nuestro camino las cosas cambiaron.

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