Capítulo 57

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Narra Camila

Su pregunta me saca un poco de lugar, parpadeo un par de veces -Quiero vivir mi relación libremente. Quiero estar contigo en cualquier lado y poder besar frente a quien sea-. Explica, sus ojos muestran mucha confianza.

Suspiro muy fuerte, sé que en algún momento él se va a enterar. Temo por su reacción, pero no la dejare y se que ella tampoco me dejara.

-De acuerdo-. Respondo con la misma decisión que me muestra en sus ojos verde esmeralda.

Ella sonrie con sus ojos iluminados, se ve la decisión y las buenas intenciones, sólo logra animarme más con sus sonrisas y miradas decididas.

Pasamos viendo las posibles reacciones de mi padre. Ella cree que tiene puntos, "le agradó mucho, eso debe de contar" dice muy segura. Aunque sabe que posiblemente no sea tan fácil como pensamos.

Estoy cansada y Lauren lo nota. Me toma de la cintura y me abraza mucho más fuerte. Continúa hablando sobre que todo va salir bien, planeamos una cena para la siguiente semana, pero el plan se vino abajo cuando despierto el día siguiente, pasé la noche fuera sin avisar a mis padres.

Narra Lauren

Camila está nerviosa, su mano tiembla y no tengo justificativo, los teléfonos estaban en el auto y el auto estaba fuera. Tiene miles de llamadas perdidas de sus padres, tengo un montón de llamadas de mi mamá, no pensaba quedarme dormida, pero paso.

Está alterada mientras salimos lo más rápido rumbo a su casa. Quizás sus padres llamaron al Ejército, eso sería demasiado, pero en cierto punto sería coherente porque se trata de padres.

-Estoy segura que me levantaran el castigo cuando sea vieja-. Dice frustrada.

-Lo siento mucho-. Me disculpo, conduzco sin límite.

-Mi amor, no tienes que disculparte, no es tu culpa, yo fui la primera en dormirme-. Ella acaricia mi mejilla como respaldando sus palabras.

Quiero darle aliento, pero la verdad, no hay excusa. Sus padres deben estar muy molestos. Ahora lo único que me queda es la verdad. Tal vez ir juntas y decir que es mi novia, ahora no sea lo más sensato, pero no veo otra salida para explicar el porqué ella viene con una sudadera semi desnuda y yo con el pantalón y una camisa que me encontré en las estantería, huele a polvo.

Parqueo al lado de su casa, de primeras todo luce calmado. Me siento un poco tranquila porque imaginé ver policías.

Salgo del auto persiguiendola por que ella es más rápida y se escabulle hacia la entrada, donde frena abruptamente y la pude alcanzar.

Respiro hondo recuperando el aire por el esfuerzo, tomo su mano y la entrelazo con la mía.

La sujeto de la misma me manera que ella sostuvo mi mano ayer. Doy el primer paso guiándole hasta la entrada.

No puedo tocar, cuando estaba por hacerlo, la puerta se abre mostrando a la señora Sunihe. El rostro de la madre de mi chica muestra la clara mala noche que tuvo.

-¡Camila!!-. Exclama la señora soltando un suspiro de alivio.

Camz me suelta para abrazar a su mamá.

-¡Hija!!-. Grita el señor Cabello que venía bajando de la escalera.

Corrió hasta llegar a ellas y sumarse a su abrazo. Me hago a un lado, sintiendo que es un lindo momento de familia.

-Lauren-. Me llama el señor. -¿Pasaron bien la noche?-. Pregunta.

¿Que?

Me perdí -¿Eh?-. Quiero aclararme, pero no entiendo, estoy confundida.

-Tu madre nos explicó-. Responde la señora.

Miro a Camila y ella niega ligeramente, tampoco sabe.

-Si, eh...-. Sigo confusa, pero aliviada con el sonido de mi teléfono. -Hola-. Digo abriendo la llamada, ni siquiera vi quien es.

< -Lauren-. Reconozco la voz es de mi mamá. -¿Donde estas?-.

-En la casa de los señores Cabello-. Respondo, siento la mirada de los padres de Camila sobre mi.

Sé que están aliviados, pero no sé si es impresión mía o ellos están dudosos, más la señora Sunihe.

< -¿Hablaste ya con los padres de Camila?-. Pregunta apresurada mi madre.

-No, acabamos de llegar-. Digo, me siento incomoda por ser la única que habla.

Se escucha un suspiro < -¿Estuviste en la mansión, con Camila?-. >

-Si ¿Como sabes?-. Por la pregunta rápida la señora cabello me mira raro, no puedo evitar sentir escalofríos como si ella me hubiera visto ayer haciendo el amor con su hija.

< -Williams me dijo que un auto estaba mal parqueado, estaba preocupado y me mandó el número de la placa-.

-¿Quien es Williams?-. Miro a Camila que tiene una clara interrogación en su rostro.

< -El vecino. Escucha hija, le dirás esto a los señores Cabello, fuiste a visitar a tu padre y le pediste a Camila que vaya contigo...-. Eso sí es verdad, si fui -...Como estaba lloviendo no pudieron regresar y condujiste a nuestra casa que estaba más cerca, el móvil de Camila se quedó en el auto y como tu tenías el tuyo, me llamaste a mi  para que les avise a sus padres donde estaban-. Eso tiene lógica, creo.

-Ok, mamá gracias-. Suspiro cerrando la llamada.

Me quedo a la espera de que ellos hablen.

-¿Fuiste a ver a tu padres ayer?-. Comienza la interrogación la señora Cabello.

-Así es-. Respondo seca.

-Tu madre nos contó que la clínica está a las afueras de la ciudad y como estaba lloviendo duro, no pudieron regresar y condujiste hasta la casa que tienen al norte, pasaron la noche ahí-. Comenta el señor Cabello.

La mirada de la señora es seria, muy seria. Yo sólo asiento al señor Alejandro.

-Pero Camila pudiste haber avisado que no asistirias a los cursos estábamos preocupados y-.

-Lo siento, yo se lo pedí, Camila no tiene la culpa-. No dudo en interrumpir a la señora Cabello para indultar a mi chica.

-Tiene razón, pero no toda la culpa es tuya-. El señor Cabello se dirige a mi primero y luego cambio su mirada para dejarla sobre su hija -Camila debiste habernos dicho, es la primera vez que haces algo así...-. El sermón es para ella que sólo guarda silencio -.... te lo dejaré pasar porque es la primera vez y espero que no se vuelva a repetir-. Concluye.

-No se volverá a repetir-. Afirmo.

-Lo sé, eres una buena chica Lauren y una buena amiga, gracias por cuidar a nuestra hija-. El señor Alejandro me da una media sonrisa que me hizo sentir mal, por decir amiga. No soy su amiga.

Suspiro en reasignación por que aun no le hablaré de nuestra relación.

-No es nada-. Respondo con un tono obstruido en mi voz, no quiero sonar molesta -Eh... me  iré a bañar, que tenga una buena mañana, hasta lue-.

-Papá Lauren no es mi amiga-. Las primeras palabras de Camila desde que llegamos detienen mi despedida, ella se coloca a mi lado y une nuestras manos -Hay algo que quiero decirte-. Dice con un firme, pero temblante tono.

Dime que SI (CamRen) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora